En la hacienda Stefan se sentía cada vez más desesperado. Intentando que los días pasaran con rapidez salía a montar muy temprano, en ocasiones acompañado de Rogelio y otras tantas lo hacia él solo. El ejercicio en la piscina se convirtió más en parte de la rutina diaria que en nadar por placer. Como la compra de la cosecha era un hecho comenzó a prepararlo todo para el proceso de elaboración, sabía que el lanzamiento final sería bastante tardado, pues él quería elaborar un producto de exquisita calidad, y así seria. Mientras tanto continuaba atendiendo sus labores, los negocios en Italia y en Estados Unidos lo mantenían ocupado la mayor parte del tiempo, a la fecha el investigador aun no le daba resultados sobre Hannah, eso sí que lo tenía angustiado ya que por el momento no podía ni q