CAPÍTULO 8.

2241 Words

Han pasado un par de días desde que llegamos a la villa. Dahlia no es mi fan, al igual que Franco. Sin embargo, Portia ha bajado un poco su nivel de sarcasmo. Y eso se lo tengo que agradecer, porque ya es muy difícil sentarme a la mesa junto a Nicoló y fingir que somos algo que no somos. Y más días esquivando la mirada calculadora de Franco durante la única hora del día en la que me obligó a estar presente. Con Nicoló apenas cruzamos palabras. Nicoló tiene una cortesía elegante, como si el mundo entero fuera un salón de baile, y él supiera perfectamente cómo moverse sin rozar a nadie. Pero es eso, una cortesía distante. No hay calidez. Y no me atrevo a pedirla tampoco. Tal vez porque no quiero deber nada. Ahora estoy aquí, sentada en el interior impecable de un jet privado que se prepara

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD