Claramente el punto no era la empresa, que no me importaba en lo absoluto. El único impulso por volver a Madrid a intentar aclarar lo sucedido era llegar a darme cuenta de si mi padre verdaderamente me quería, y si en el camino descubría que mi Padrino no había hecho nada malo, tampoco me importaba que se quedara con todo.
Sabía que Laura y su familia querían ayudarme. También sabía lo que iba a ser de ellos si yo no luchaba por la empresa y eso también me hacía dudar. Pero claramente no estaba en mis planes casarme, y mucho menos por interés, aunque por dentro me muriera de amor por Marco.
Marco… en él pensé entre las cinco y las seis de la mañana cuando me levanté a prepararme un café que me fui a tomar a la terraza de la habitación del hotel en el que nos estábamos quedando, mientr
