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Annette — Súbete al ring y soluciónenos de una vez por todas esta mierda— Caín habló— Te aplastaré como la puta hormiga que eres— Kaden se acercó desafiante a Caín. Si tenía que apostar por uno de ellos, no apostaría por ninguno, por que los dos imbeciles tenían puños de acero que destrozaban rostros. Así que , era difícil. — No podrás estar de pie en el segundo round. Yo tengo el título en la grandes ligas, cabrón. Pero tú, Caín, tú solo eres el hijo del hombre que maneja la mafia, no eres nadie a comparación de mi— Eso hasta a mi me dolió señores, pero me reí, no pude evitarlo. Kaden había escupido y pisoteado el enorme ego que se cargaba mi hermano mayor. Como era de esperarse, Caín logró sacarse de encima a los hombres que antes lo sujetaban para lanzarse encima de kaden. — Te mandaré al infierno, pedazo de mierda— El primer golpe fue directo y sin piedad al pómulo de kaden. — Ya van a comenzar con su mierda— Cameron se burló, pero sin importarle que sus hijos estuvieran matandose entre sí , simplemente tomó asiento, pidió una bebida y observo. Nadie se metería, el único que podría detenerlos era mi padre, pero él estaba más cómodo observando que actuando. —¿No harás nada? —Escuche a Rick preguntarle a mi padre— Si no haces algo, las cosas podrían terminar mal. — Las cosas ya están mal desde hace tiempo— Contestó mirando a la nada—Esa mujer fue un maldito error en sus vidas. — A mi madre no le gustará esto— Murmure para Cameron, de reojo lo vi apretar su mandíbula y dejar con calma su bebida para después levantarse e ir directo a los demonios que tenía como hijos. — Les metería un plomo a cada uno por cada dolor de cabeza que me dan, par de cabrones— Logró sepáralos— Resuelvan su mierda en otro lado, sin que su madre se entere — La nariz de ambos sangraba, su duelo había estado parejo. —Ella estaría vivía si no te hubieras metido en nuestras vidas, Caín— Mi pecho se apretó con eso y la nostalgia me llegó. — Siempre has codiciado lo que es mío. — Haven no te amaba, cabrón. Me amaba a mi— Respondió Caín con seriedad— Ella nunca te perteneció, y tú siempre proclamando algo que ni si quiera es tuyo. —¡Pero tú a ella nunca la amaste! . ¡Eres igual a esa porquería!— Señaló a Cameron. Mi padre solo sonrió y continuo bebiendo. Años atrás Todo tiene un principio Teníamos once años cuando la conocimos. Haven era una pequeña niña de ocho años con una melena grandiosa, su cabello era lo que más impactaba de ella, y sus ojos color grisáceo podían parecer una tormenta en su mirada. Haven no tenía padres, ni nadie que velera. Cameron se aprovechó de eso, en nuestro onceavo cumpleaños, él trajo a casa a Haven para regalo de cumpleaños de Caín. Obviamente mi madre lo rechazó inmediatamente, pero, Caín ya se había aferrado a la pequeña. Recuerdo que ella era callada, solo observaba y muy rara vez se le veía sonreír. Se la pasaba a mi lado todo el día, tal vez pensaba que yo la protegería de mis hermanos, y si, lo hice. —¿Estas bien?— Le pregunte con tranquilidad— ¿Como te llamas?— Su conducta me saca de mis casillas, odiaba el silencio, siempre fue así— Te llamaré Haven, ¿te parece bien?— Se encogió de hombros, tal vez no le importaba tener un nombre y yo de tonta pensando en uno para ella. Esa noche Haven durmió en mi habitación, y esa misma noche mis pesadillas volvieron. Sentía como me respiraban en el oído, y ese olor desagradable volvió. —Annette — Me encogí en mi propia cama para volverme los más chiquita que mi cuerpo me permitía, de esa manera me sentía segura de esos monstruos. — No es real— Susurre una y otra vez — Solo es mi imaginación— Sus garras tocaban mis pies descalzos, con sus uñas largas y afiladas las pasaba por las plantas como plumas, sin dañarme. Me aferré a mi conejo de peluche con fuerza. Y entonces comenzaron a reírse, no era una risa bonita como la de mamá, esta era fea. No podía abrir los ojos, no me gustaba verlos porque era horribles, así que cada que me visitaban , me mantenía en esta posición y con los párpados cerrados. Pero esta vez, ellos venían a lastimarme, el monstruo había cruzado la línea, arañando mis piernas. Esto lo provocaba mi mente, papá lo había dicho, pero se sentía tan real, el mismo dolor que sentía en la realidad. Tenia que salir de aquí. Entre abrí mis ojos para ver Haven dormida pacíficamente, como si no supiera lo que estaba pasando en mi mente. Me levante, tome mi peluche y salí ignorándolos, pero me seguían. Nunca se cansaban. Pensé en ir con mamá, pero ella no le entendería, me consolaría, pero yo necesitaba a alguien que supiera lo que estaba sucediendo. Abrí la puerta del despacho, la oscuridad me recibió. —¿Que sucede, Ann? — Lo escuche preguntar . Él estaba sentado en el fondo con la cabeza recargada en el respaldo de su silla—¿Pesadillas otra vez? — Susurre un Si— Ven — Cerré la puerta para que ellos no entraran. Me sentó en sus piernas y recargue mi cabeza en su pecho—¿Que hicieron esta vez? — Me arañaron— Hablé temblorosa mirando mis piernas, pero no había ningún rasguño, ni una marca— ¿Tú me entiendes verdad?— No quería que mi padre me viera como alguien que no podía controlar su propia mente, eso para él, era un signo de debilidad. — Te entiendo —¿Por qué me pasa esto?— No pude evitar que mis ojos se nublaran con lágrimas—¿Soy mala?, ¿soy rara? — No — Sentí su mano en mi cabello, lo acariciaba continuamente. La única persona que podía entenderme era él, no mamá ni mis hermanos, solamente papá. Porque él, también veía cosas que no eran de este mundo— Eres única, Ann. ¿Única? — No cierres los ojos— Dijo—Nunca cierres los ojos, ellos lo notarán y sabrán que tienes miedo. — Pero es la verdad, me dan miedo— Sin quererlo, temblé. Yo no era él, hasta una pequeña araña me hacía gritar del susto. No era fuerte. — Entonces si tienes miedo, no lo demuestres. Después de esa noche , las pesadillas se volvieron constantes al grado que me hacían despertar gritando. Los ví, mi habitación estaba llena de ellos. Sus gritos llenos de agonía y de diversión eran un verdadero martirio para una niña de mi edad. Un frío intenso paso desde mi nuca hasta mi espalda baja. No me gustaba para nada esta sensación. No cierres los ojos ¡No los cierres! — No puedo hacerlo— Los cerré, y los cerré con fuerza para no verlos mas — Déjenme tranquila... por favor. Prometo que comeré las zanahorias de mamá, pero váyanse— Alguien tocó mi hombro, brinqué del susto, pero no abrí los ojos, no podía, de seguro eran ellos. — ¿Annette?— La voz de Haven me trajo de vuelta a la realidad—¿Estas bien?— En su rostro noté la preocupación y la confusión— Gritaste cosas raras, y te arañaste la cara— Me señaló— Te abriste el labio. Mamá se enojara —Estoy bien, tranquila— mire a mi alrededor para verificar que no estuvieran aquí, se habían ido. Pero el terror seguían en mi interior y no se iría tan fácil. —¿Ves cosas? —Me preguntó en un susurro mirando de reojo a cada lado. Yo no conteste, me quede mirando la esquina de la habitación, donde podía ver una garra rasgar la pared con lentitud, me tensé de inmediato. ¿Por que no me dejaban en paz? A la tercera semana, papá se dio cuanta de que mis pesadillas se volvieron intensas e incontrolables. Me desperté gritando horroriza, y entonces papá entró azotando la puerta. Mi instinto me obligó a cerrar los ojos porque sentía que ellos ya venían, los escuchaba por los pasillos de mi casa, en el techo también. Haven me abrazo acariciando mi cabello. —Abre los ojos y míralos— Negué aún escuchándolo. No se iría de mi habitación hasta que lo hiciera, pero no podía, no podía enfrentarlos—Abre los ojos— Su gritó me hizo sobresaltar en mi cama, y sin querer comencé a llorar y a temblar. Papá pedía cosas imposibles— Annette, ellos jamás se irán de tu vida— El pánico me llegó con eso— Así que , te acostumbras a ellos, o realmente harán un verdadero infierno en tu vida. — Es solo una niña, Cameron— Escuche sollozar a mamá que recién había entrado a la habitación agitada — Será mejor que sea a tendida por un especialista en el tema. — No sabes lo que dices, esos imbeciles no ayudan en nada. Solo la mantendrán dopada. ¿Quieres que tu hija se la pasase toda su vida dormida? —¿Dormida? —¿Podré dormir bien?, si era así, me agradaba la idea de mamá. Mi sueño era interrumpido cada cinco minutos, a consecuencia de eso, tenía feas marcas oscuras debajo de mis ojos. La abuela Anna, siempre decía que tenía que descansar para verme hermosa—Quiero dormir — Susurre — No, no irás a un lugar lleno de locos. Abrirás los ojos y veras tu realidad. ¡Hazlo! — No obedecí—. En ese lugar hay muchos castigos, no te dejarán jugar, más vale que los abras y los veas. Su insistencia era tanta que termine obedeciéndolo. Abrí los ojos horrorizada, pero me mantuve firme temblando mientras los observaba. ~~~~~~~~ Con el tiempo te acostumbras al caos que tienes como vida, y yo aprendí a vivir con eso. Pensaba que mi padre era cruel conmigo por obligarme hacer algo que yo no quería, algo que me aterraba, pero en realidad, él me ayudó. Aún con dieciocho años, ellos me seguían jodiendo, pero ya no me importaba. Ahora ya no causaban nada en mi. —¿Que te sucedió en el labio?— Pregunte mirando de reojo a Haven. Tome unas papas fritas que tenía a mi lado y comencé a comerlas esperando a que contestara—¿Haven?— Su labio estaba un poco hinchado y estaba herido. — Fue Caín— Susurro— Pero fue un accidente, realmente lo hizo sin querer— Bufé molesta. Ella era tan estúpida, vivía en su patética burbuja de amor por mi hermano, esperando que alguien día aquel idiota la amara. —¿Sin querer, dices? — Mastique la papa con con coraje—¿Me estas diciendo que su puño se estrelló contra tu labio sin querer? — ¡No fue su culpa!— Comenzó a sollozar. El tipo de personas como ella, sentimentales, me jodian mi humor, mi estado de ánimo, mi día, mi vida. Todo me jodian. Por esa razón, siempre trataba de evitarlas, pero Haven era como mi hermana pequeña. Ella se había ganado un pedacito de mi oscuro corazón— Tuvo un ataque de ira, quería golpear la pared pero yo quise... — Se frenó, rodé los ojos cuando supe lo que estaba por decir. — ¿Abrazarlo? — Ella asintió— Entonces su puño terminó en tu labio y no en la pared. — Si — ¿Por que Caín tuvo el ataque? — Kaden quiso besarme— Me quede mirándola. La peor sentencia que tenía ella, era que dos monstruos la desearan al mismo tiempo— Sabes que yo amo a Caín. — Y aún sabiendo que él no te ama a ti— Dije con brusquedad. ¿Se podía ser tan estúpida en la vida? — Me ama, solo que no lo demuestra— Negué divertida por su comentario. — Los Black no amamos, nosotros solo nos apoderamos de algo que deseamos y lo proclamamos nuestro— El amor para nosotros es simplemente una miseria. El abuelo Steven sabe muy bien eso, pues por culpa del amor, perdió el poder— Te dire algo; Nunca esperes que Caín te ame, porque ni si quiera ama a su propia madre— Dije. —Pero es su madre— Ella contestó temblorosa—Yo he visto que convive con Annabella. — Por que mi padre lo obliga, a Cameron no le gusta ver mi madre llorando por uno de sus hijos. —¿No crees que me ame? — No — Aún que le doliera, ardiera y agonizara de dolor, Haven tenía que aceptar que eso jamás sucedería, pues Caín y aún que Kaden no lo acepte, ellos dos eran igual a nuestro padre— Consigue el amor de alguien bueno, por que créeme, no quieres a un Black en tu vida, solo la volverán un infierno. Pero Haven no escucho mis palabras, siguió perdidamente enamorada de Caín, a pesar de que él era un monstruo con ella, seguía estando a su lado como una tonta sumisa. —Me engaño— Habló hecha pedazos— Lo encontré teniendo sexo con una mujer— Apreté mis labios en una línea recta, llena de impotencia. Me dolía verla así y no poder hacer nada. —¿Con quien te engañó?— Pregunte con rabia. — Con Natalia— Esa perra de mierda— Ella dijo que él la amaba. — Eso es mentira — También dijo que no era la primera vez que tenían relaciones— Eso no era tan mentirá, Caín era un puto mujeriego que a cada hora quería meter su polla en un agujero. — Que esto no te duela, Haven. Por qué le cortaré las pelotas a mi hermano y se las haré tragar. Los meses pasaron y Haven cayó en depresión. Caín continuó engañándola sin importarle sus sentimientos. — ¡No la mereces hijo de perra! — Kaden le gritón. — ¡Ella es mía pedazo de mierda! ¡Y aún que te duela, yo me la follo todas las noches! — Caín estaba drogado y ebrio. Me largue de ese lugar para ir a verla, no sin antes pasar por la cocina por algo de comer para ella. Tome la bandeja escuchando los gritos de esos imbeciles. Abrí la puerta y entre, dejé caer la bandeja escuchando como se estrellaba contra el suelo. No me moví. Solo me quede mirando como su cuerpo colgaba del techo. — Haven— susurre paralizada—¡Haven! — Reaccione tratando de quitarle la soga que tenía al rededor de su cuello— ¡Estupida! , ¡pero que has hecho!— Mis manos eran lentas a causa del temblor en ellas. Logré dejarla en el suelo, toque su pulso, pero no había. —¡Kaden! — Grite con los ojos llorosos—¡Kaden, ven aquí! — Él llegó jadeando y cuando entró, se quedó mirando el cuerpo de ella como si no lo creyera. — No— Dijo— Dime que no lo hizo — La tome entre mis brazos y la abracé ahogando mis sollozos en su pecho. No hice nada por ella, cuando ella hizo todo por mi. — Es su culpa, él tiene la culpa que esto pasara— Escuche a kaden— Si tan solo la hubiera dejado a mi lado, ella hubiera sido feliz. Ninguno la merecía, los dos eran los culpables. Y como soy una perra, mate a Natalia por todas esas ideas que le metía a ella. La asesine con gusto, disfrute cada grito que ella soltó...
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