Hoy mis amigos estarían en la ciudad, todos juntos, Tere estaría aquí con su hermano menor, así que le pedí a Simons que nos llevará a recibirlos en la terminal de transportes, él aceptó encantado, Víctor había vuelto a su actitud calmada, seguía siendo un bromista, no perdía la oportunidad para molestar a Simons, suponía que ya se llevaban mejor, él al menos hacia el esfuerzo por tolerar a mi amigo, y yo aún buscaba el momento correcto para explicarle que sus sentimientos ya no eran correspondidos, que no estábamos destinados, que tal vez su alma gemela aún estaba por ahí, nuestro amor había sido un amor de niños no correspondido, que poco a poco dejo de existir, más aún cuando aquel arrogante hombre que conducía a mi lado apareció en mi vida con su porte de hombre arrogante y distinguido
