Una bonita bola de grasa, con los ojos de su padre nos miraba con curiosidad, Sebastian la sostenía en sus brazos, maravillado.
— Uo, mírala, con sus ojitos chiquitos... — susurro Steven mirando la pequeña bebé en los brazos de Sebastian, mientras tanto Emily dormía tranquilamente. — no puede abrirlos bien... Es tan tierna. — todos los demás se acercaron y lo rodearon para fijarse en el adorable rostro de la niña.
Yo la admiraba desde cerca junto con mis niños, Jackson, Noah, Steven y los padres Simons se deleitaban viendo sus gestos tiernos, poniendo sus dedos cerca para que ella enrollará su manita en ellos.
Los padres de Sebastian esperaban en la puerta pacientemente, la gran familia Simons aún ocupaba toda la habitación, Sebastian los miraba de reojo, un tanto avergonzado, vi a E
