Por mi cabeza rondaban tantas preguntas que debía hacerle a Zack, preguntas que quería y no quería hacer... Adrien se había ido pero quizá podía intentar hacer lo que Katya hizo con Harol, revivirlo, ¿Si le funcionó a ella, por qué a mí no? Todos, todos estábamos tristes. Pero nadie más que Adam quien no quería saber más de nadie, note que las hermanas de mi madre habían luchado junto a nosotros justo después de terminar la batalla pero no fue un primer encuentro feliz con mis familiares, muchos de mis seres queridos se habían ido y yo no podía más con tanto peso. — Cálmate pequeña. — pidió mi padre acariciando mi cabello mientras yo lloraba en su pecho, a él no parecía importarle que su camiseta estuviese mojada por las lágrimas que se derramaban en ella. — él se sacrificó por el bien