Él día de ayer había sido un total caos, me sentía feliz de que por fin fuese sábado y pudiese estar en el castillo todo el día, no era que amase la soledad por que el castillo era hermoso y nada aburrido. Me había duchado y estaba lista para comenzar mi día de la mejor manera, hablar con Hanna y con Owen a quien extrañaba mucho, la puerta sonó desconcertándome por completo di largos pasos y me encontré con el rostro de mi padre quien de inmediato entro a mi habitación y me saludo con un beso en la frente. — Leí tu mensaje. — dijo mi padre estirando una mano con unas llaves. Sin pensarlo me abalancé sobre él y le di un fuerte abrazo hasta que pidió que lo soltase por que me colgué a su cuello y según el lo ahorcaría, era odioso de su parte no compartir mi alegría. Me solté de su cuello