| Audrey Letterman |
Tocó los diseños del vestido, es sencillo, pegado, en el busto tiene un diseño como de cristales, las mangas son caídas, las mangas llegan al suelo con ese corte en medio, la cola es larga. No es nada al vestido de mis sueños... mamá quería algo elegante y a su manera, incluso el vestido de Lexa como Dama es más bello que el mío, "ella tiene que destacar para que los hombres la vean y sea la próxima en casarse" palabras de mamá. Es raro que haya tomado esta descicion de último momento porque había elegido un vestido bastante hermoso al inicio pero luego dijo que tenía que verme más como una dama, lo que Dereck desearía como esposa.
Logré hace el banquete y muchas cosas porque Dereck cambio la organizadora de bodas de mamá por otra que hiciera solo lo que yo quisiera y no obedeciera a mamá pero claro que algo no podía destacar y salirse de las manos de Dereck, el dominio y odio injustificable que tiene mi madre por arruinar las únicas cosas que deberían ser las más maravillosas y hermosas para mi.
Por mal y raro que esto se oiga, me ilusiona la boda y no me gusta eso.
Alguien toca la puerta de mi habitación.
― ¿Quién? ― interrogó observando el vestido.
― Tu bisabuela cariño.
Sonrio feliz, mi madre no se pudo deshacer de mi Abu, corro hacia la puerta.
― ¡Ahora abro Abu! ― expreso emocionada casi cayendome.
Es de saber que los plebeyos no pueden con las reinas y por eso mi Abu está acá, es una Reina y mi madre una simple plebeya a su lado. Abro la puerta encontrandome con ella, Red y otras dos mujeres con un perchero grande.
― Joder ¡¿Que mierda es eso?! ― se exalta con dramatismo viéndome.
Frunzo el ceño sin comprender, observo detrás de mi pero no hay nada.
― ¿El que? ¿Y qué es eso? ― señaló el perchero cubierto.
― Tu vestido cariño, hasta yo que voy a unos cuantos años de cumplir una decada no usaría eso, no hay duda que es... ¿Bonito? Pero quien te lo eligió hizo mal, te debería quedar ceñido al cuerpo, resaltarte el busto, pero te queda como vesjestorio.
Me sonrojo mirando a Red que sólo ve a mi abuela con una mirada de "no tiene remedio".
― No me queda tan mal ¿Verdad Red?
El niega.
― No pero creo le puede quedar mejor señorita Audrey.
Ruedo los ojos.
― Pues este será mi vestido de novia.
Si antes tenía inseguridad del vestido ahora más, se supone sería la boda de mis sueños... a petición de mi prometido pero el vestido lo arruina.
― Y Por eso estoy yo aquí, antes de que venga Barbara ― habla mi abuela ― por favor pasen ― les pide a las señoritas.
Yo dejo pasen y espero mi Abu entre junto a Red cierro las puertas.
― ¿Qué piensas hacer Abu?
― ¿Te recuerdas las vacaciones que ibas a tomar a mi casa donde dibujabas y mirabas los programas de princesas?
― Si, los mejores tiempos.
― Y que conforme ibas creciendo diseñabas el vestido de novia perfecta para casarte con un príncipe ¿No?
Asiento con la cabeza mirando a las mujeres que comienza a revelar lo del perchero teniendo y temiendo de la idea que se forma en mi cabeza.
― Si abuela ¿Tiene que ver con esto?
― Mi regalo de bodas es tu vestido soñado cariño por tu diseñadora favorita ― revela dejándome sin palabras suelto un chillido de emoción corriendo hacia ella la abrazo.
Mis ojos se llenan de lágrimas sin poder creerlo, Red hace una mueca por mi grito al igual que las otras dos chicas pero sonríen, mi Abu me ve feliz dando pequeños toques a mi mano.
― ¡Te amo Abu! Gracias, gracias, gracias por estar conmigo.
― Lo mejor para mi princesa ― besa mi mano y yo su cabeza dejando mis lágrimas fluyan ― claro que hay una condición ― agrega.
Frunzo el ceño.
― ¿Así? ¿Cuál es? ― pregunto confundida.
― Deseo dejes que sea el personal que yo contraté te maquille y se encargue de ti, no el de tu madre, no me fío de su personal.
Me quedo callada sin saber que decir, mi madre me va a matar.
― ¿Porque no? ― interrogó sonriente.
A partir de esas palabras todo es un lío, mi Abu con Red se encarga de organizar todo en mi habitación mientras yo me baño, es un baño más largo de lo normal donde solos puedo pensar en D, A, B, el chico de la cafetería, los stripers, el chico del aeropuerto y obviamente en Dereck, los primeros tres me van a odiar, ya no nos volveremos a ver.
Finalizó mi baño antes de hacer algo mal por los pensamientos negativos. Salgo en bata y una toalla en la cabeza, soy abordada por varios mientras mi Abu está aún lado mirándome con una sonrisa maternal que me hace muy feliz, más feliz de lo que puedo creer, oigo tocan la puerta pero mi Abu niega.
― Es tu madre, no le abriremos hasta que te dejemos como una princesa o mejor dicho, una Reina.
Sonrio dejando se hagan cargo de mi, siento diversas cosas en el rostro, sólo aclaró quiero un maquillaje natural y mi Abu agrega el seductor, cuando pintan mis labios vuelven a tocar más fuerte frustrandome pero no abrimos, quitan mi toalla de la cabeza secandome el cabello, pasan los minutos y finalmente puedo abrir los ojos, me miro en shock, muy sorprendida, mi cabello está en un peinado parecido auna trenza pero sólo es la forma de atrás porque a la vez se siente liviano, tengo dos rizos sueltos, me giro a ver a mi abuela la cual está encantada con el resultado al igual que yo, el maquillaje muy natural y seductor.
― Ahora el vestido hija ― me recuerda mi Abu.
No se ni porque estoy emocionada pero siento una ilusión que me asusta, desaparezco de la vista de todos cambiando mi ropa interior por la lencería, al final, mamá se encargó que sólo hubiera lencería en mi ropa interior, quedó realmente mal cuando veo el sujetador solo es para sostener pero no cubrir nada, es sin tiras, observo el vestido el cual no necesita el sujetador y solo me pongo las bragas y las ligas son seductoras con muy pequeños diamantes, me coloco el vestido con ayuda de una de las chicas, mis amigas no están porque mi madre les impidió el pase hasta vernos en la boda, no querían arruinarli en como iría a la boda.
Ups creo se olvidó de Natalie Tours.
Sonrio al verme en el espejo, me veo como una princesa, salgo del closet caminando hacia donde está mi abuela sonríe feliz e ilusionada al verme.
― Nunca creí vivir para este momento ― expresa nostálgica.
― ¡No vallas a llorar Abu! Sino yo lloro también ― advierto corriendo a abrazarla.
Sonríe mirándome encantada, el vestido es pegado a mi con mangas cortas y caídas, se ajusta a mi pecho, cintura y cadera, la falda es de toda una princesa pero se puede quitar quedando abajo solo el vestido que es algo suelto de abajo, la costura del pecho es diferente pero bello, resalta mi algo pequeño busto, terminamos con lo último que es ponerme la bella tiara que sostiene el velo, mi Abu debe irse mientras me deja a uno de sus hombres por si acaso, Red se va con ella, quedó sola en la habitación, cuando estoy por cerrar la puerta la golpean impidiendo lo haga me sobre salto, mi padre seguido de mi madre entran a la habitación, respiro profundo, mi madre me mira con molestia e incredulidad mirando mi vestido de novia.
― Me alegra te hayas tomado en serio el papel de novia feliz por este matrimonio ― felicita mi padre mirando mi mejilla.
Sonrio de lado sin ganas.
― No te preocupes padre, no quedó rastro de tu golpe, puedes estar tranquilo, seré una verdadera novia de regalo ― expreso con rencor.
Puede que ayer me altere y recibe un buen golpe que tuve que quitar con hielo, pomadas y lienzos que una de mis amigas conoce.
― Ten cuidado que tono usas conmigo Audrey ― expresa con seriedad.
Me trago el nudo amargo en la garganta.
― Lo siento padre.
― Ese no es el vestido que yo te escogí Audrey ― habla mi madre ― Tampoco es el maquillaje ¡Opacaras a tu hermana! ― me recrimina.
― Que se luzca en su boda entonces, no en la mía ― expreso sin poder analizar mis palabras.
Mi madre se altera alzando la mano dispuesta a golpearme mi padre la frena.
― Hoy no Barbara, hoy se casa y en este momento nuestra hija vale millones, algo que aún no entiendo...
Alguien toca la puerta interrumpiendo. Abro la puerta por la mirada de aprobación de mi padre, ni siquiera merece le llame padre, el guarida de mi abuela aparece en mi radar.
― Señorita Audrey ya a venido la limusina por usted y su padre.
Miro a papá esperado alguna respuesta.
― Ahora vamos para haya, Barabara adelantate, ya deberías estar en templo.
Mi madre me ve una última vez.
― No hagas algo de lo que te puedes arrepentir ― me advierte.
― Claro que no madre.
Se retira sin esperar respuesta alguna, quedamos papá y yo, se acerca a mi y como reflejo retrocedo, ignora mi defensiva.
― En el templo harán un ritual mientras se firma el acta ― frunzo el ceño.
― Creo ya me lo habías dicho.
― Te lo explicaré de nuevo, en el templo hacen un pequeño ritual donde debe estar el novio y la novia con solos dos testigos masculinos que el novio a elegido.
El "templo" es un lugar en la naturaleza, donde son partes de la estructura que queda lo que hace interesante y sagrado lugar, ahí estará el licenciado que nos va a casar.
― ¿Y luego?
― Deberías ir con tu esposo y nos harán compañía de una hora en el salón donde se brindará la fiesta.
Asiento con la cabeza notando está más serio de lo normal y un ligero toque de nerviosismo.
― Comprendido padre ¿Nos vamos?
― Camina.
Salimos del lugar, el viaje en la limusina es algo largo, los nervios me recorren, observo mi celular donde mis amigas preguntan si ya voy a llegar, repito varias veces que si, mi bisabuela también me escribe ansiosa.
Siento que el viaje es corto apesar de que a la vez es largo, no lo puedo comprender ni yo, al llegar puedo ver varios autos de lujo y a otras personas, me abren la puerta y me ayudan a bajar, bajo con cuidado por los tacones, papá me ayuda y se siente un poco bien tener su atención, nos toman fotos mientras caminamos al interior, hay varios conocidos pero no tantos como mamá quería ya que la boda no fue en New York, los que vinieron probablemente el 80% es para juzgar pero me siento bien, todo lo escogí como mi prometido dictaminó, mi boda deseada, no se porque lo hice pero si me voy a casar será con los lujos y deseos que tenía, papá y yo caminamos sonriendo falsamente. Me duele, se que trato de verme normal pero me duele, no quería una boda así, Dereck a mostrado ser un caballero pero esto me está haciendo incumplir mis promesa.
《 Flashback 》
Gateo hasta montarme en D el cual acaricia mi desnudez debajo de las sábanas, recostada sobre el lo observo al rostro tomando su masculinidad en mi mano. Sus hermanos nos observan y es lo que deseo, siempre me hacen ver las estrellas idolatrando mi cuerpo de forma única que podría considerar romántica de no ser tan carnal, erótica y sucia. No es una queja, me gusta cada vez más.
― ¿Porque aún No? ― pregunto algo decepcionada.
No sólo quiero ver las estrellas, quiero sentirme en el paraíso que ellos prometen.
Acaricia la curva entre mi espalda baja y glúteos. Me monto en él teniendo su masculinidad despierta en mi mano, tensa su mandíbula cuando juego con el frotando su glande en mi entrada jadeo, mi humedad lo moja.
― Dulzura ― advierte A.
D es intimidante pero A es más duro, dominante e implemente, B solo nos observa.
― Porque eres una puta tortura que merece más que esto ― expresa tomándome de la nuca con firmeza me acerca a él ― Merece más que ser tomada en una cama de Hotel...
― ¿Así? ¿Entonces que merezco? ― interrogó contra sus labios apretando su m*****o eréctil y duro ― Yo los quiero a ustedes.
Sólo a ustedes.
― El cielo, las estrellas y probablemente también la luna, ser nuestra en todos y cada uno de los aspectos existentes con idolatración y belleza pura que merece tu alma.
― ¿Tomarme por completo en esta cama no lo sería? No es el lugar sino con quien lo haces ― pregunto ganandome una sonrisa divertida e irónica.
― En todos los aspectos incluye el legal, uno donde sabemos que cuando te reclamemos seremos tan tuyos como tu nuestra que no podrás poner distancia, porque en el momento que lo hagamos por primera vez lo querremos hacer una y otra vez Audrey y nadie nos quitará el derecho de reclamar lo que es nuestro y tu cada vez estas más cerca de ser solo nuestra.
Mi corazón late con fuerza como a la vez me estremezco por oir mi nombre como primera vez en sus labios, nunca se los dije y hasta el momento ninguno se a quitado el antifaz.
― ¿Quieres decir que soy suya? ― interrogó deseando una afirmación.
Ignoro a dicho mi nombre, no quiero ser una paranoica.
― Lo has sido desde el momento que cruzaste esa mirada desafiante con nosotros dulzura ― responde A.
― ¿Y ustedes míos?
― Tuyos, sólo tuyos ― responde B.
― Suya.
― ¿Lo prometes? ― pregunta D.
― Lo prometo.
《 Fin del Flashback 》
Una lágrima resbala por mi mejilla, no cumplí, no se que pasará, probablemente ellos ya tienen a otra y soy la única estúpida que le duele eso... seco esa lágrima con disimulo.
Todos se abren paso para nosotros, Decer espera afuera por nosotros comunicándose con una mirada con mi padre, mi brazo está alrededor del de mi padre, me obliga a regalar una sonrisa reluciente.
― Me parece el colmo haya tantos invitados para una boda por conveniencia tuya padre ― expreso sonríen hacia los demás.
Mi ansiedad y nervios de boda aumentan por cada paso que nos acercamos, todo está bello, los invitados puede sean unos cien a doscientos personas, me aprieta el brazo con firmeza.
― ¿Y dejar hablen de nosotros por eso? Debemos demostrar la feliz novia que eres y muchos conocen la familia Meyer, no perderíamos la oportunidad de que sepan nos estamos emparentado, tu rara manía de mantener tus relaciones en privado a ayudado... mejor dicho el hecho de que no has tenido ninguna y rumoreen las mantienes en privado, pobres imbéciles, si supieran que sino fuera por mi ahora y más adelante serías una solterona...
Tenso la mandíbula obligándome a fingir de nuevo una sonrisa realista. Para este momento ya estamos camino al altar, el templo hecho ruinas se elevan sobre nosotros siendo bello por la naturaleza que lo adorna, en realidad este es un lugar muy exclusivo, no se como hizo Dereck para conseguirlo.
― Por favor padre, prefiero mil veces estar soltera a tener un esposo como tú... eres con mi madre y ella te es a ti ― suelto repentinamente dejandolo helado, sigue caminando algo contraído.
Observo la imagen de Dereck a la distancia con otros dos hombres que supongo son los testigos que mi padre dijo, los otros dos no les puedo ver el rostro solo a Dereck el cual me repasa con la mirada, me estremezco sin razón, se siente emocionante, como una boda real y el que yo haya puesto mucho de mi para que sea la boda de mis sueños no ayuda, es como si de verdad me casara por amor.
― Tu madre no me es infiel ― escupe mi padre con una mirada furiosa.
Mantiene su falsa sonrisa. Alzó una ceja con fingida sorpresa, apartir de hoy es probable que nos los vuelva a ver después de un buen tiempo y mi abuela se irá aun viaje por el mundo como tanto ama, significa que no me iré sin molestar un poco su paz.
― ¿Seguro? El Griego es mucho más que tú económicamente papi... También está muy guapo o ¿Y recuerdas la cadena de oro blanco de 25 kilates con diamantes? Se lo regalo él, también la...
― Cállate Audrey ― sentencia hacia mi demasiado furioso.
― No es mi culpa que no seas lo suficiente inteligente para mantener contigo a mi madre, padre ― soy afortunada al decir eso llegando a Dereck.
Finjo una perfecta sonrisa que estoy segura el siente porque frunce el ceño.
― Te vez preciosa ― comenta hacía mi.
― Tu te vez muy guapo ― confieso.
Se ve galante, atractivo e inalcanzable, no entiendo porque comprar una esposa si puede tener a cualquiera.
― Dereck Meyer, te entrego a mi hija, luz de mis ojos... ― empieza mi padre logrando lo vea contraída.
¿Lo estudio todo? Incluso Dereck lo ve con ironía y superioridad, mi padre de un momento a otro se queda callado mirando hacia algún lugar de los invitados, Dereck alza una ceja esperando siga con su mierda de discurso pero no lo hace, parece ido, como sino pudiera creer lo que ve, intento buscar que ve pero sólo veo es hacia mi bisabuela a la cual le sonrio y ella a mi.
― Gracias señor Letterman, le aseguró que cuidaré de la luz de sus ojos mejor de lo que lo hace usted o lo ha llegado hacer su familia ― responde Dereck tendiendome su mano la tomo.
Una corriente eléctrica me recorre de pies a cabeza, lo miro algo hipnotizada, una de sus manos se apodera haciéndo me una a él.
― Es lo mínimo que espero de usted ― responde mi padre mirándolo con seriedad pasa a los dos hombres a cada uno de nuestro lado.
Mi padre se aleja y ahora los nervios son más, la ceremonia empieza, piden silencio y yo quedó entre Dereck y uno de los hombres, este está algo más al frente por lo que no puedo verlo con exactitud al igual que el otro hombre al lado de Dereck, el velo cubre parte de mi vista de los lados siendo difícil ver pero lo dejo por la paz.
Un hombre traduce lo que dice el hombre que nos va a casar, es poco lo que entiendo pero nos hablan de lo que conlleva nuestro matrimonio.
― Audrey Letterman Svīkāra garna a Dereck, Adler y Blaz Meyer Pati/patnīkō rūpamā, tinīharūkō jīvanamā sadākō lāgi tinīharūsam̐ga jōḍinuhōs jabasam'ma mr̥tyulē unīharūlā'ī alaga gardainan, unīharūlā'ī samāna rūpamā māyā garnuhōs, unīharūlā'ī sam'māna garnuhōs ra unīharūkō bām̐kī jīvanabhara unīharūprati vaphādāra hunuhōs.
Audrey Letterman acepta a Dereck, Adler y Blaz Meyer como esposos, unir su vida a ellos para siempre hasta que la muerte los separe, amarlos por igual, respetarlos y serles fiel el resto de su vida
Me quedo en el limbo sin comprender nuestro traductor por alguna razón se queda callado y Dereck se inclina a mi oído
― Debes decir me sahamata chu, significa aceptó.
Abro los labios comprendiendo
― Me sahamata chu ― repito.
Aceptó
― Dereck, Adler y Blaz Meyer Svīkāra garna Audrey Letterman Ēka patnīkō rūpamā, āphnō jīvana uhām̐sam̐ga sadākō lāgi jōḍnuhōs jabasam'ma tapā'īṁ mr̥tyubāṭa alaga hunuhunna, uhām̐lā'ī āphnō bīcamā bām̐ḍnuhōs, uhām̐lā'ī māyā garnuhōs, uhām̐lā'ī sam'māna garnuhōs ra āphnō bām̐kī jīvana uhām̐prati vaphādāra hunuhōs.
Dereck, Adler y Blaz Meyer aceptan a Audrey Letterman como esposa, unir su vida a ella para siempre hasta que la muerte los separe, compartiendola entre ustedes, amarla, respetarla y serle fiel el resto de su vida
― Me sahamata Chu ― responde los tres al unísono y siento que la cabeza me va explotar.
No entiendo.
Aceptó
― Tinīharū ēka'arkāsam̐ga, kaṭhinā'iharūmā, mōṭō ra pātalō mārphata, ēka'arkālā'ī samarthana garnē ra ēklai nachōḍnē kasama khānchana.
Juran estar juntos, el uno a los otros, en la adversidad, en las buenas y en las malas, apoyarse mutuamente y no dejarse solos
Observo a Dereck esperando me diga que dice el hombre.
― Debemos decir Ma kasama khānchu ― me aclara.
― Ma kasama khānchu ― respondemos los 4 al unísono.
¿También lo deben decir los testigos?
Piden los anillos, hay cuatro uno más femenino que los otros tres, antes que pueda decir algo Dereck toma mi mano poniendo el anillo siento una fuerte energía.
― Deseo poder decir muchas cosas... Nuestros votos, pero no podrá ser hoy ― sus palabras me confunden y hunden el corazón.
― Deseo podamos vivir bien... Llevarnos bien ― susurro.
deseo poder olvidarlos a ellos, observó a uno de los testigos que se me hace conocido, me mira tan profundo y no es el único en verme así, otros testigos se acercan a nosotros para firmar, mi único testigo es mi Abu ya que nadie más es digno.
El hombre sigue diciendo más cosas que está vez el traductor si traduce, nos piden firmar a los cuatro, aprieto la pluma pensando en mis opciones.
No tengo muchas opciones. El movimiento de mi mano ni siquiera es consiente. Ya no hay vuelta atrás.
― Tinīharū dulahīlā'ī cumbana garna sakchan ― expresa el señor sonriente.
Pueden besar a la novia
― ¿Qué dijo? ― pregunto hacia Dereck.
― Que puedo besar la novia ― responde tomándome de la cintura con firmeza y la otra del rostro.
Sus labios impactan con los míos tomándome por sorpresa entre abro los labios, es feroz, me aprieta por completo a su cuerpo como si me deseara más que a nada, llevo mis manos a sus hombros esperando no caer, nuestra labios son un compás feroz y salvaje tan...
Olvidalos Audrey, estas casada ahora mismo.
Cierro los ojos llevando una de mis manos a su mejilla siendo incapaz de alejarlo disfruto del beso cerrando los ojos, el olor del incienso llega a nosotros, me estremezco sintiendo atrás manos que no son las de Dereck en mi cuerpo.
― Tranquila Audrey, es parte del ritual, Mantén los ojos cerrados.
Frunzo el ceño desobedeciendo abro los ojos encontrandome con los ojos celestes del hombre del avión... Son tan celestes como el cielo, apenas puedo procesar lo que pasa cuando sus labios se unen con los míos mientras Dereck me sostiene, alguien me respira en el cuello, intento alejarme pero quien me besa que recuerdo como Adler me toma de la mandíbula con firmeza devorando mis labios es rudo, jadeo contra ellos sintiendo su lengua entre mis labios, apenas puedo asimilarlo cuando siento unos labios en mi cuello estremeciendome, Adler abandona mis labios.
Antes de que pueda abrir la boca mi padre se acerca a mi demasiado molesto. Veo de reojo al chico de la cafetería que sonríe con superioridad y perversión.
― ¿Qué mierda creen que... ― comienzo a preguntar mientras me dan mi espacio Adler y Dereck no sueltan mi cintura.
― Hija ― dice mi padre con una sonrisa abriendo sus brazos se acerca a mi y me siento de ellos.
― Padre que es lo que... Ah ― me quejo sintiendo un pinchazo en mi cuello cuando el me abraza con uno de sus brazos.
Siento mi mirada se distorsiona y mi cuerpo comienza a dormirse.
― Se buena esposa para ellos Audrey.
| Adler Meyer |
Tenso la mandíbula mirando la mierda que mi bella mujer tiene como padre, Dereck me da una mirada para que me controle mientras las personas comienza a querer a felicitarnos, maldita sea la madre de Audrey por los tantos invitados, de no ser porque del 100% de los invitados un 15% de los hombres estaban y algunos siguen estado interesados por mi Audrey me abría negado, ahora sabrán que es sólo mía y de mis hermanos, puedo ver la sorpresa de unos, el lugar donde escogimos casarnos ya hacia raro esto ahora ya tienen una idea del porque.
Frunzo el ceño al ver el cuerpo de Audrey caer lentamente contra su padre, me acerco inmediato observando guarda una aguja tomando a Audrey de la cintura que cae incosiente, cuando estoy los suficiente cerca lo empujó con fuerza tomando a mi esposa en mi brazos, Dereck y Blaz se acerca con la misma velocidad que yo encarando al maldito de Montgomery Letterma, la sorpresa y falsa preocupación de los invitados no tardan en llegar al ver a Audrey incosiente, llevo mi mano a su rostro dando pequeñas palmadas entre la mejilla y la mandíbula.
― Audrey, dulzura soy yo ― hablo esperando responda pero no lo hace.
Su respiración es lenta, llevo mis dedos a su cuello buscando su pulso lo siento, mejoro cuando lo siento, Blaz se acerca tomando la mano de Audrey.
― ¿Qué tiene? ― pregunta preocupado.
Puedo oír el revuelo a nuestro alrededor, busco a Dereck con la mirada encontrandome con el encima de Montgomery Letterman, La señora Natalie Tours se acerca a nosotros preocupada seguida de su guardaespaldas y nieto Keller Voger, no los conozco pero se de ellos tanto como deseo en mi vida a la mujer en mis brazos.
― Llama aun doctor ― le ordenó a Blaz alzando a mi esposa en mis brazos ― Lo veremos en el jet.
― ¿Cómo está mi... sobrina? ― pregunta el señor Voger.
No reparó en el.
― Tiene pulso... ¡Dereck deja la maldita escoria! Que nuestros abogados se encargue de él ― bramo dandole una mirada.
Blaz no tarda en ayudar a separar a los hombres.
― ¿Mi niña está bien? ― pregunta la señora en la silla de ruedas.
La mandaría a la mierda de no ser porque es la única que se interesa en el bienestar de mi esposa.
― Le haré saber de su salud señora, pero de momento irá con nosotros y nos encargaremos de su salud.
El señor Voger de un momento a otro a desaparecido y solo pudo ver como esta junto a mi hermano y Montgomery Letterman, la mujer que conozco como madre de Audrey intenta ayudar a su esposo y eso sólo me hierve la sangre porque la mayoría de esa familia se preocupa por esa escoria que por mi mujer, incluso los invitados se preocupan más por Audrey.
La sorpresa llega cuando Voger separa a Dereck con mayor facilidad que todos los demás, quita a la señora Barbara sin cuidado, esta se gira hacia el molesta palidiciendo, la multitud respira tranquilos pero todo se va a la mierda cuando él señor Voger golpea al señor Montgomery. El hermano mayor de Audrey se acerca a mi ignorando el caos. Personas también me rodeando molestandome más. Doy una mirada a los míos para que los alejen.
― No hace falta el doctor, sólo la durmió con somnifero ― me hace saber mirando a su hermana en mis brazos ― Espero no le hagan daño...
― Tu opinión me interesa tanto como tu intentando hacerte el hermano protector y tu padre próximamente en prisión por agredir a mi esposa ― bramo alejandome de él quien me ve tenso.
Doy la orden a mis hombres que traigan a mis hermanos, yo abría golpeado a ese maldito pero necesitaba saber Audrey este bien, le dejó a la bisabuela de Audrey.
Salgo con mi esposa en brazos siendo un verdadero espectáculo, esa no era nuestra idea para nuestra boda, queríamos que la boda fuera tan perfecta como siempre nos la contó pero claramente esto no se pudo, subo a mi camioneta furioso pero con cuidado de no lastimar a Audrey, en mi camioneta la recuesto contra mi dando la orden que arranquen.
Se supone que Dereck es el mayor... pero la admito, si el no golpeaba al imbécil lo haría yo, observo a mi hora esposa, sus mejillas sonrojadas por el maquillaje, sus labios rosados carnosos, sus pestañas descansando en sus pómulos.
Se mira como toda una princesa entrando el templo, su vestido ocupa gran parte de auto, observo se puede quitar, prefiero no hacerlo y esperar, lo puedo arruinar y se ven tan bella en el, la ira me golpea profundo al darme cuenta que ella no podrá disfrutar de este día como lo deseaba, sus ojos risueños cuando habla del día que se casará con el amor de su vida, la abrazo contra mi besando su frente.
― Me encargaré nuestra luna de miel si sea como siempre los has descrito dulzura.
Su rostro cae en mi hombro, observo sus adictivos labios, cada día soy más adicto a ella, no puedo entender como tuve tanto auto control los últimos cuatro años, el tocarla y no poseerla.
― Señor hemos llegado, el doctor nos espera ― la voz de mi guardaespaldas me trae a la realidad.
Observo a Audrey.
― Abre la puerta ― ordenó tomando con cuidado la cabeza de Audrey, Me ayudan a salir con ella sin lastimarla, observo como Blaz y Dereck bajan de su camioneta con un portazo.
― ¿Cómo se encuentra?
― No a reaccionado mal pero ya un doctor nos espera para revisarla, la subiremos al jet y que ahí la revise.