Maya entra muy contenta y se acerca para saludarme. —Terry nos tenía tan preocupados —dice dándome un abrazo. Le sonrió y le devuelvo el abrazo. —Bueno, vamos a dejarla descansar y mañana trataremos de ponerte de pie a ver cómo reaccionas. Morgan la voltea a ver con enojo. —A mí no me eches esos ojos de asesino en serie, que no te tengo miedo, te dejaré quedarte para que cuides a Terry, pero nada de hacerla que se esfuerce, porque te las verás conmigo. Su comentario nos hace sonreír a todos menos a Morgan, salen de la habitación y nos quedamos solos. —Tú cuñada es bastante peligrosa —advierte Morgan serio. —No es verdad, es un amor. —Pues contigo, porque a mi me odia, cuando me dijo que estabas embarazada, me puse histérico porque querían sacarme de la habitación. Ella me tomo del