✪ 1. Nivis Zareth ✪

2199 Words
Fadyx Mayken Miro una novela sin soltar a mi leoncito, oigo como siguen tratando de contener la furia de Mael, oigo pasos y siento la presencia de Yael, Einar y Ezra me han dejado para ver lo que necesitaremos para el león, ellos dos parecían haber comprendido bien mi ultimátum con el león. — Quiero hablar contigo Fadyx — me llama Yael. Trago grueso y pauso la novela, me siento y me león se pone a la defensiva. — Tranquilo precioso, no es una amenaza — aseguro observando a Yael. Si parece ser una amenaza. — Deja que el león se vaya con Isis. — No — respondo rápido — el león no se va a despegar de mi, se quedara en mi habitación hasta que yo tenga la seguridad de que aqui esta seguro. Yael se acerca Pero se queda a una distancia prudente por el león. — No sabemos si está domesticado puede ser un peligro — responde mirando al león con desconfianza. — En la nota decía que no — respondo viendo al pequeño — se ve que no lleva muchos meses, siento que apenas va por el segundo mes, se puede domesticar. — Fadyx no creo lo podamos criar — responde firme. Sus ojos azules grisaseos chispan en furia. — ¿Por qué no? — pregunto dejando al león del lado opuesto a Yael y cualquiera que quiera tocarlo — No te muevas — le pido. El se sienta obediente haciendo me emocioné por mil, nunca habita tenido un animal... Y ahora tengo miedo y emoción. Me giro dandole la cara a Yael, me acerco dándole frente aunque ni parada estoy a su altura, alzo el menton. — Por qué ninguno sabe de animales y traer a alguien que si es hacer que la organización sepan hay un animal que se está extinguiendo con nosotros, un bebé, sabes cómo las pocas hembras que hay no pueden tener hijos por que se vieron muy afectadas por la honda de hace diez años. Trato de no alterarme, al contrario, me quito el abrigo, lo desató y me giro tirándolo a un sofá, veo de reojo como la furia baja por la confusión de lo que ve, le doy la espalda y me inclino lanzando el abrigo, me pongo recta y le doy la cara, llevo mis manos a mi cintura. — Perdón, me dió calor — digo restándole importancia, su mandíbula se tensa y sus ojos parecen comerme — Pero respecto tus palabras ¿Que no son los Lennox? ¿Acaso no pueden resolver algo por su mujer? ¿O todo lo debo hacer yo? — pregunto acercándome más a él. Su mirada es más intensa y le cuesta concentrarme en mis ojos Pero lo logra. — No cuando es para resguardar algo que te dió otro, un maldito acosador el cual quiere tu atención — su voz es mas gruesa y severa que tengo que contener morderme el labio. Hago hacia atrás mi cabello, dando unos pasos más, estoy a menos de un metro de distancia de él. — ¿Entonces que piensan hacer con mi león? — pregunto cruzando me de brazos. Eso alza mis pechos y sus ojos ven ese acto, empuña sus manos mirándome con odio por un segundo, esto será divertido por qué así digan si o no, el león se queda conmigo. — Será llevando aún lugar seguro para el... — Yael, ese lugar seguro es donde están los demás leones y así te quejes, seamos honestos, se van a extinguir por qué se pasan haciendo pruebas tras pruebas con ellos, son unos malditos con los animales, esos pobres seres inocentes solo sufren, obvio se van a extinguir, trata de hacer tu furia y celos aún lado y mira esto con seriedad — me acerco a él tomándolo de la camisa, me pongo de puntitas para que me vea y pueda hablar más cerca de sus labios, sus manos van a mi culo y cintura automáticamente haciéndome sonreír por dentro — mírame a mi — le pido cerca de sus labios mirándolo a los ojos, me aprieta y trato de no gemir — a mi no me importa todo lo que me ha dado mi acosador Pero mi león es una vida — llevo mis manos a su cuello enredando mis dedos a su cabello — mi amor — digo como una suplica — si dejan se quede conmigo, es mas un regalo de ustedes que de ese loco que me acosa — acaricio su rostro besando sus labios, no corresponde, esta tenso pero sus manos aprietan mi cuerpo con tanta fuerza que siento me dejara marcada — por favor Yael, es un bebé, te lo pido, convence a Mael... — Fadyx — me aleja y me mira serio — ¿Tu conoces a quien te está dando tantos obsequios? — pregunta dejándome fría. Técnicamente no, solo se quién es... Niego con la cabeza alejándome de él, me suelta sin problema empujando sus manos de nuevo. — No ¿Cómo puedes pensar eso? Ya se los hubiera dicho — aseguro — solo me importa la vida del león, el no merece sufrir. — No quiero un animal aquí, no será bueno por ti — asegura. — No veo por qué no, yo me esforzaré por educarlo, Isis me puede ayudar y si ustedes no pueden conseguir a alguien que sepa de animales yo lo haré... — Yael tiene razón Fadyx — habla Nil. Me giro hacia el que se queda fijo viéndome de pies a cabeza. Empieza a darme una ansiedad. — Bien, sino quieren al león, yo me haré cargo de él para que no esté en esta casa pero ustedes no pueden dejar que se lleven mi león, si se lo llevan es por qué ustedes dieron la orden ¡Me están dando pretextos para hacerlo! Por qué aquí nadie está por encima de ustedes — me doy la vuelta y cargo a mi león que se deja — hablaré con mis padres y no quiero ver a nadie sino me ayudarán con esto, he dicho que no me importa nada Pero es una vida y a ustedes no les interesa. Estoy por salir pero Einer, Einar, Ezra e Ilan está en la puerta. — ¿A dónde vas? — pregunta Ilan terminando de desnudarme en su mente con la mirada. — A proteger a mi león. — ¿Por qué? — pregunta Ezra acercándose. — Como sino hubieran oído. Los seis están distraídos con mi lencería, si tuviera el abrigo esto sería más difícil y ya estaríamos peleando. — ¿Por qué no resolvemos esto de manera democratica? — pregunta Einer pasando por mi lado. Bueno... Cinco, por qué el no parece distraerse con mi lencería, me giro observando que hará. — ¿De que hablas? — pregunta Yael. — Votemos, somos doce y Fadyx trece, entonces podemos votar por ver si el león se queda o no. — ¿Acaso estás a favor de que se quede? — pregunta Nil. — ¿Por qué no? — pregunta mirándome — Si Fadyx lo quiere, no nos hará daño ceder a veces, no creo sea bueno hacerla enojar y menos por algo así. — Se lo dió otro hombre... — Que a ella no le importa — dice Kenai. Parece que la mayoría a venido. — ¿Están locos? — pregunta Lavi. — Parece que ustedes que crecieron con ella no la conocen tanto, parece que ya quiere llorar si siguen así — dice Kenai acercandose a mi. Si me siento estresada pero no imaginé me viera como si quisiera llorar. — Solo es un berrinche — responde Yael. Me giro viendolo furiosa. — ¡Tu podrás ser un monstruo Pero yo no! Es un animalito, no un animal como tú — aclaro molesta. — Está bien — dice Mael abriéndose paso — haremos esto así, por votos como proponen — asegura pasando por mi lado. Mi león le gruñe y la mirada que me dan los que se niegan es casi fulminadora. Ilan pone su mano en mi espalda. — Vamos, sientate — ordena llevándome al sofá. Mi león lo mira sin saber si gruñir o no, obedezco y me siento, quedó entre Einer, Ilan, Ezra, Kenai y Einar se sientan a nuestros lados. Mael, Lavi, Yael, Nil, Karim que entra empujando la silla de Kendall como si fuera un carrito, Gael maneja el suyo con un control. Los tres se ponen de lado de Mael. Ya perdimos, es evidente que solo Ilan, Einer, Einar, Ezra y Kenai me apoyan. Somos seis contra siete. — Hardy nos dará una hoja y un lápiz, si están de acuerdo el león se quede ponen si y sino, ponen no... — No — dice Gael — solo alcemos la mano si es si o no, no hay necesidad de eso, a menos que temas sean más votos si y luego Fadyx ese molesta solo con quienes digan no — le dice a Gael. — No le temo... — asegura y Gael se ríe tocándose el abdomen hace una mueca de dolor. — Entonces mejor como digo, no hace falta tanto. — Tiene razón — dice Einer. — Bien — dice Mael — que se haga así, quienes estén de... — Espera, yo no quiero votar, quiero que el voto sea justo y son ustedes que se niegan así que... — Fadyx — me dice Ilan serio. — Me parece — dice Nil. — Está bien — dice Mael y Einer. Miro molesta a Nil. Mael se aclara la garganta y todos se ven entre si. — Quien esté de acuerdo que el león se quede digan yo y levanten la mano para poder contar los votos... — dice Mael. Ilan y Einer son los primeros en levantar la mano, Mael, Yael y Nil tensan la mandíbula viéndolos con puro odio. Einar, Ezra y Kenai la alzan luego. Miro a Mael que solo nos mira a nosotros. — ¿Solo? — pregunta sonriendo de lado. Nil y Yael se relajan y yo abrazo a mi león, perdimos. Alguien se aclara la garganta llamando nuestra atención. — Es cierto que estamos inválidos pero nuestro voto cuenta — se queja Kendall. Todos giramos hacia el y Gael que están juntos con la mano arriba. Mael, Yael, Nil, Lavi y Kenai se levantan hacia ellos molestos. Kendall sonríe. — ¿Están locos? — Por favor, solo es un león — dice Gael — y yo sé de animales, no entiendo por qué se niegan a darle soluciones a Fadyx — dice serio — no estaré por mucho haciendo reposo bonita — dice hacia mi — Pero mañana podemos empezar con lo que vas a necesitar para el león. — Además habitaciones y espacio sobran — dice Kendall — yo puedo ayudar para establecer una área para el león — me dice — así que de momento si puede dormir en tu habitación, mientras hablaré con mis contactos. — Y nosotros nos podemos encargar de su salud — dice Einer — no somos veterinarios Pero podemos ver eso y podemos suministrar perfectamente lo que viene con el león. — No creo que — empieza Karim. — ¿Que? — dice Ezra — ganamos y sin el voto de Fadyx. Mael, Yael, Nil, Lavi y Karim salen molestos de la sala. Miro feliz a Gael y Kendall. No puedo creer que votaron a favor, miro a todos feliz. — ¡AHHH! Gracias — digo hacia los siete y brinco con mi león. Los siete me sonríen feliz. — ¿Y que nombre le pondrás? — pregunta Einar. Sonrió feliz. — Nivis Zareth, ambos nombres me encantan... — digo poniendo a mi león en el piso. — Me gusta Zareth — dice Gael, Kendall, Ilan y Einer — Nivis — dice Einar, Ezra y Kenai. Me río negando. — Seguro obedecera a ambos nombres ¿Verdad precioso Nivis? — digo sonriente. No me puedo sentir mal así cinco hombres estén que se los lleva el diablo, yo estoy con siete que me están sonriendo felices por mi. — Bien, ahora una pregunta Fadyx — dice Einer — ¿Por qué vistes así? — pregunta tenso. Alzo las cejas mirándome a mi. — ¿No les gusta? — digo dando una vuelta. — Si no quieres que te follen de nuevo, no — dice Kendall. — Oh... Me sentía cómoda, además cuando vivía sola en mi cubículo del sistema, me mantenía desnuda, es raro estar con ropa casi siempre. — Fadyx lo que tienes apenas y te cubre, te inclinas y por medio de esa lencería casi transparente se ve tu coño, es tan delgada que me sorprende no se rompa... — mientras Ezra habla esa cosa dentro de mi empieza a vibrar y me inclino gimiendo. — Nil... — digo sin poder creerlo. Caigo de rodillas sintiendo eso sube de voltaje. Ilan se ríe. — No te la dejarán fácil por lo visto, Hardy lleva al león a la habitación de Fadyx con Isis — ordena Ilan. Aprieto mi falda sintiendo mucho placer. — Que lo detenga por favor — gimo. — No creo que lo haga bonita...
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