| Hazel Dagger |
Me quedo un largo momento en las nubes porque Arán toma el valor y se acerca a mi por primera vez desde que lo volví a ver hasta tenerme enfrente, mi mandíbula tiembla del coraje y enojo, el recuerdo está vivido en mi cabeza, su mano se acerca hasta tomarme del cuello y tirar de mi hasta estar cerca de él, mi mirada queda fija en su clavícula pero la alzo para verlo a los ojos, es un jodido monumento, mi corazón se acelera al tenerlo tan cerca admirando cada uno de sus rasgos, se inclina hasta estar a mi altura.
Tiemblo bajo su tacto como en los viejos tiempos y la impotencia me consume.
— Óyeme bien Hazel, te puedes negar pero — empuña mi cabello calentandome la sangre — no importa cuánto huyas o intentes alejarte de mi, está vez te encontraré así estés debajo de una piedra — su voz grave golpea cada una de mis hormonas — así que hazlo, huye tanto como puedas porque cuánto te atrapé, no volverás a engañarme o a dejarme porque seré yo quien te haga mierda está vez ¿Lo oyes muñeca? — tira de mi cabello acercándose más a mi, sus labios rozan mi oreja — extraño mi muñeca en la cama ¿Sabes cuánto ha esperado mi polla por ti? Abriendo la boca como una buena niña…
Mi pezones se tensan y mi coño se contrae, mi cuerpo y deseo súplica por un poco más pero mi corazón y cabeza son todo lo contrario.
— Solo una hora, eso era todo lo que quería — susurro casi de manera inaudible, no puedo contener el dolor de mi alma en esa frase.
Tomo entre mis manos su muñeca en un rápido movimiento dando un giro por debajo, lo empujó y pateó a su abdomen haciendo caiga, le hago una llave, gime del dolor y sus hermanos se acercan.
— No me vuelvas a tocar malparido ¿Entendido?
— ¡LARGO! Todos ¡Fuera de aquí! — ordeno entrando a mi departamento, camino hasta llegar a mi habitación donde me apoyo del escritorio y aviento todo lo que hace sobre el soltando un fuerte chillido de frustración y enojo.
Siento ver rojo mientras tiro cada una de las cosas que hacen en mi habitación y respiro mal, las lagrimas llenan mis ojos y empezam a caer si mi permiso golpeándome más duro el alma.
— ¡TE ODIO! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio Arán! — tomo cada cosa de mi tocador estrellandolo en el piso — !Maldito igual que Asier! — lloro hasta caer al suelo hecha trizas — LOS ODIO, a todos — paso mis manos por mi cabello despeinado.
Me han jodido. Apoyo mi cabeza sobre mis rodillas dejando mis manos en mi cuello tratando de no pensar pero es inevitable.
La mano de uno de ellos va a mi cabello tirando de el, pone una mano en una de las mías que aprieta la muñeca de Arán, me gira para que lo encare, me inmoviliza para que no lo ataque y me topo con la frívola mirada de Hans.
— No importa cuánto te niegues, debes saber que mi familia siempre conseguimos lo que queremos y tú no serás la excepción.
Sonrío sin gracia y completa incrédulidad.
— Eres igual a ellos ¿Eh? — pregunto sin sorpresa.
Hans se ríe logrando hacerme sentir pequeña por dentro.
— No Dagger, no soy igual a ellos, soy peor.
Levanto la cabeza mirando el desastre que he provocado. La puerta de mi habitación se abre y veo a Elim acercarse, se pone de cuclillas frente a mi, hace aún lado mi cabello analizandome.
— ¿Que sucede? — inquiero sin ganas o deseos de levantarme.
— Tiene que comer y descansar, la llevaré a la habitación de invitados mientras nos aseguramos de dejar limpia está…
— No quiero, me quiero quedar aquí — pido cerrando los ojos de nuevo.
— Tiene que asistir a la cena de Vaden, señorita Dagger, sabe que tiene que estar bien para esta noche.
Dejo caer mi cabeza hacia atrás.
— Dudo que le interese si estoy o no presente.
Elim suspira pasando su brazo por debajo de mis piernas y brazos, me alza sin problema y no refuto.
— Le daremos algo de comer, liviano y luego de eso podrá descansar.
Cierro los ojos dejándome llevar, me deja en la cama y sale de la habitación, abro los ojos mirando el techo, no debería dejarme influenciar así por las más situaciones que se cruzan en mi camino.
• • •
Vinisha me mira con esa maldita expresión de frivolidad.
— Me vale un carajo si ellos son tus parejas, no te vas a morir por eso — advierte mirando mi plato de comida — se que sientes una enorme impotencia y si yo fuera tu la sentiría también pero ahora vas a comer ¿Queda claro? Si Vaden te ve así, nos va a matar a todos, así que sino quieres el se altere vas a comer todo lo que hay en ese plato ¿Queda claro?
— No soy una niña Vinisha, y se que es grave si el se entera así que terminaré esto, me daré un baño e iré a esa cena — acepto comenzando a comer mis verduras.
— Sabes que está difícil que no te puedas comprometer con ellos ¿Verdad? A papá y a Vaden les urge una alianza con ellos y si están seguros de no querer nada conmigo, a nuestra familia poco les va importar que no quieras por qué pensaran es un berrinche y… ¿Crees Vaden se altere? — pregunta dudosa.
— No lo sé pero yo no quiero nada con la familia Daven, odio a Aran y a Asier, no los puedo ver ni en pintura y a Aran más, el me duele pero… Cuando se acerco a mi, fue una completa maldición, sentí como mi cuerpo se paralizaba y mi corazón aceleraba como un loco y quería probar sus labios, sentirlo una vez pero luego lo imagino suplicando por mi y me contengo.
— No te culpo, ellos me gustan, son guapos y no hubiera Sido tan difícil corresponder para ellos como esposa pero me dan miedo — espeta.
— ¿A quien no? Ellos me recuerdan a…
— ¡No! — vinisha me interrumpe mirándome mal — no puedes pensar en eso ahora que me voy a preocupar.
— A veces me gusta pensar en lo bueno que viví con Aran, me trataba como si de verdad me amara, pero ese golpe supongo que me sirvió para saber que nada de eso es real y ahora tomar mejor decisiones.
Los ojos azules de Vinisha me miran triste.
— Si yo fuera tu, tampoco me gustaría estar en tus pantalones, mejor iré a ver lo que te pondrás ¿Está bien? Quiero que sea algo que si te ven se derriten, más.
Me río y dejo que entre a mi habitación, está vez no grita como cuando entro a sacarme de ahí. Silvina aparece frente a mi más sería de lo normal.
— Señorita — me llama a pesar de que ya tengo mi atención puesta en ella — me gustaría me deje salir hoy y entrar hasta dentro de dos días, ya que no podría venir a dormir mañana al departamento — expresa las palabras con duda e inseguridad.
— Está bien, hablaba con las demás para que una de ellas se encargue de tus labores a excepción del de mi ropa, cambiarme o bañarme, eso lo veré yo.
Regreso mi atención a mi plato para terminar de comer, paso a la carne.
— ¿No quiere saber a donde iré? — pregunta con duda.
— No, sabes que confío en ti, eres muy leal y sino lo fueras — alzo la mirada hacia ella — sabes cómo acabarias y no creo que eso te agrade.
Aprieta los labios y la veo algo más tensa de lo normal.
— Lo sé, pero mi lealtad siempre estará con usted…
— Shhh — pongo mi mano frente a ella — ya lo sé, no hace falta lo repitas, solo ve — hago un desto para que se retire.
Ella mira hacia mi habitación justo sale Vinisha con dos outfits.
— Creo que tengo lo perfecto para ti, estoy segura que te va a encantar — dice Vinisha.
Silvina se da la vuelta y se retira del comedor. A veces no entiendo a Vinisha, parece que me odia y a la vez me ama, nunca hemos sido muy unidas pero tenemos confianza, y ante los demás siempre despotrica en mi contra.
Pero confío en ella.
Termino de comer y como lo prometí me terminó dando una ducha, me cepillo, peino y maquillo a mi estilo, un delineado café y labios rojo vino, mis pestañas ya rizadas solo necesitan de rimel transparente, dejo mi cabello suelto en unas perfectas ondas. Salgo de mi baño en ropa interior observando el vestido que dejó Vinisha en mi cama, es un plateado. Suspiro quitándome la ropa interior para cambiarla por otra más cómoda y que no quede mal con el vestido.
Tiene un increíble gusto.
El vestido tiene un diseño elegante y seductor, con un corsé de estructura visible que define la cintura y realza la figura. Los tirantes caídos sobre los hombros le dan un toque romántico y delicado, mientras que la falda drapeada asimétrica crea un efecto fluido y sofisticado. El brillo dorado plateado porta modernidad y elegancia.
Uso unos tacones a juego, me arreglo lo siente elegante mirando mi reflejo, seré impecable.
Salgo de mi habitación y observo la nota de Vinisha.
Me adelantaré.
La arrugó y la tiró saliendo de mi departamento encuentro a Elim ya listo con las cosas.
— Señorita Dagger — abre la puerta del auto.
Ingreso cerrando los ojos, ya es algo tarde, no puedo creer todo lo que me ha pasado en tan corto tiempo, observo mi dedo dónde falta una sortija.
Que tendré pronto, analizo esto de manera fría y calculadora, si me caso con ellos me beneficia pero podría ser un gran riesgo por qué mi voto tendría que estar a favor de mis esposos y ya no de Vaden.
Llegamos a la mansión donde ya esperan varios conocidos, son pocos pero no entiendo por qué está reunión, a Vaden no le gusta lo molesten, salgo del auto con ayuda de Elim.
— Está vez te agradeceré te quedes acá, no sé si vaya a salir rápido, sabes que no me gusta los lugares con muchas personas, en caso de que no te necesite te mandaré un mensaje y si hay una emergencia tu me escribiras a mi — explico mientras subo las amplias gradas de la mansión.
Los padres de Vaden son tan ostentosos, conforme camino recibo algunas miradas pero no le dirijo ninguna a nadie, camino con la frente en alto buscando mi objetivo.
Mis padres o uno de los padres de Vaden, que aunque no soy de su agrado no les queda de otra que tolerarme como hija de sus hermanos.
Aunque par ellos también soy una simple bastarda, entro a la mansión observando a los meseros llevando copas de champagne a los invitados, pasan por mi lado y toma una sin tener peros, todo es elegante, una iluminación clara con personas hablando.
¿Por qué hacer una cena así? Cómo teniente coronel de Vaden debería estar avisada de cualquier elección con el por qué si el desaparece como lo hizo está vez la que queda a cargo soy yo, por lo cual no estoy segura si está cena es el tipo de cena importante para anunciar algo respecto a su trabajo, pero que todos los que están acá pinten algo importante en la organización ya me deja en mucho que pensar.
En el camino me topo a dos tenientes de mi escuadrón que se detienen al verme, visten muy elegantes, un vestido azul ceñido a su cuerpo y un traje n***o a la medida.
— Teniente coronel — saludan ambos.
— Caro y Elisias — saludos mirando a ambos de pies a cabeza — ¿Que hacen aquí?
— Nos encontramos aquí, por qué fuimos citados por el asistente de nuestro coronel, pensamos usted sabría por qué estamos acá — dice Caro.
Tenso mi mano haciéndola puño, Vaden no responde mis llamadas ni mensajes, es incapaz de avisarme viene de regreso, pero ellos son citados por su jodido asistente el cual no me atrevo ni cruzarle la palabra por qué siempre se siente con el poder de estar sobre mi.
No solo eso, estoy aca por qué mis padres, Elim y Vinisha me comunicaron de esto, no él.
— No tengo mucha información está vez, creo que la información es muy confidencial que no quería se regara — explico mirando a mi alrededor.
El no se encuentra por aquí aún.
— Está bien — responde Elisias.
— ¿Han visto a mis padres? — pregunto a ambos.
— Al señor Cleer, en el centro de todo esto — dice Caro.
— Gracias.
No digo más y paso por el lado de ambos y busco a mi padre, no soy la persona más sociable incluso mis amistades se puede resumir a solo Vinisha que me tira mierda cada que puede, mi vida social no existe, solo trabajo para ser la mejor, tengo contactos que es importante, y mi meta es llegar hasta la cabeza de esta pirámide.
Se que estoy en ella pero el centro, el que tiene el poder absoluto, eso es lo que busco yo, y entonces ser amiga de alguien no es lo mío, el problema soy yo.
Observo a mi padre hablar con unos hombres que reconozco como Generales del comando en el que trabaje por un tiempo, son del lado sur. Mi padre me observa y sonríe dejando de prestarles atención, se disculpa con ellos y viene hacia mi, ellos se giran observando como me busca.
— ¡Hija! — saluda muy feliz abrazándome, correspondo el abrazo dándole un beso en la mejilla.
— Papá — saludo y el paso su mano a mi espalda y me acerca a los Generales.
Son dos, no recuerdo bien su nombre.
— Hazel — saluda uno de ellos tomando mi mano besa el dorso de ella erizadnome la piel.
Es un hombre de aspecto frívolo, su cabello es completamente blanco, sus ojos demasiado celestes, su piel pálida, y aspecto duro.
— General — digo tomando mi mano.
No me gusta el contacto.
— Hija te presento a los Generales, Oliver, Guder y Kerel — dice mi padre.
Sonrió a los tres hombres.
— Un gusto conocerlos soy la teniente coronel del escuadrón del coronel Vaden Dagger, para servirles — respondo educada.
— Tienes una hija muy bella, creo que eso de hacerlo en familia se lo toman en serio ¿No? — dice Kerel.
— Si, mi hija es muy bella — responde Cleer.
— Nunca imaginé tu hija primogénita fuera tan bella y menos que fuera Hazel Dagger, pocas veces cruce palabras con ella — dice Guder.
Trato de no expresar nada de lo que siento con mis expresiones faciales y me mantengo neutral para no llamar su atención o darles una mala impresión, en serio que no entiendo nada, hay muchas personas, demasiado elegantes, pero puedo ver son personas de poder que no son muy cercanos a los Daven, eso es fácil saberlo por la pequeña obsesión que se han vuelto para mi, investigo quienes pueden llegar a ser sus más propensos enemigos.
— Si, es mi hija, un gran ejemplo a seguir — se enorgullece mi padre.
Sonrió amablemente y agradecida.
— Si, es bastante inteligente y toda una estratega, sin duda tu y Vaden nos darán más poder — asegura el señor Kerel.
Frunzo las cejas y mi padre sonríe encantado ¿Más poder?
— Si, ellos con nuestro apoyo, especialmente Vaden con su apoyo podremos tener una mayor libertad de decisiones por los tan injustos ataques que han dado — dice mi padre.
Se refiere a los Daven, son tres familias gobernadoras, Daven, Dagger y Shade.
Pero los Daven tienen más poder, son una familia más numerosa y suelen tener más poder al tomar una decisión por lo mismo, aunque a veces podríamos ganar en una decisión, los Shade siempre han estado de lado de Daven.
No quieren su poder caiga o baje, incluso se aseguran de que nadie logre estar por encima de ellos, es por eso que hay varias familias de poder que están poder debajo de ellos que no quieren los Daven sigan creciendo.
Los Shade son la misma mierda que son ellos. Ellos siguen hablando por un largo rato pero no logro prestar atención, me hundo en mis pensamientos.
Arán haré que pagues tan bien, a mi nadie me amenaza.
Luego de un largo rato ellos se van y el señor Guder me da una última mirada, es más joven que Kerel y Oliver, siento que ya lo he visto antes.
— ¿Me puedes explicar que ocurre padre? — pregunto a Cleer.
El pone su mano en mi hombro.
— Es una gran buena noticia, si todo sale bien, tu serás la próxima coronel de tu escuadrón — dice muy feliz.
Aprieto los labios no muy segura, me gusta trabajar con Vaden pero no sé que tipo de plan es este.
— ¿Y Vaden? — pregunto confundida.
— El también subirá hija, estarán arriba, ahora tu ¿Me dirás como te fue hoy? ¿Quien es o quienes son tus conciliables? — pregunta Cleer alzando las cejas.
Aprieto los labios Por qué no estoy segura que está repuesta le vaya a gustar.
— ¿Los Daven no han hablado con ustedes? — pregunto sería.
— ¿Por qué lo harían? Normalmente solo hablan con Aron, y está hombre ha estado muy ocupado para contarme algo pero tú me puedes decir a qué te refieres — dice sonriente caminando de nuevo por la gran sala llena de conocidos que saludan a mi padre y me miran a mi con intriga.
Diría que solo la cabeza de Debacle sabe que soy una bastarda pero no, lo sabe toda la organización, el país y el mundo entero por qué la madre de Vinisha se aseguro de decir que soy la hija de una de las tantas mujeres con las cuales mis padres le fueron infiel, algo que no es cierto, ellos no le fueron infiel a esa mujer nunca, pero no pudo soportar con mi presencia y se terminó separando de ellos. Ahora no se sabe nada de ella, no hay rastro de donde pueda estar o quien sea actualmente.
— Bueno, no se que decirte padre, mi conciliación no creo que vaya a ser de tu agrado — empiezo sintiéndome muy tensa.
— Dime a qué te refieres — pide amablemente como si lo que diré no puede ser tan grave — ¿Es pobre? — pregunta está vez más serio.
Frunzo mis cejas haciendo una mueca.
— No, no es pobre padre, ellos están podridos en dinero — respondo sería.
No me agrada el poder que ellos tienen, por qué si me niego a casarme con ellos me pueden obligar con su maldito poder, meterse con mi familia, dañar a mis padres y a Vaden, no tendrán misericordia, asi son ellos.
— ¿Podridos de dinero? — se pregunta a él mismo — conozco a unas familias ¿Son de la fuerza contraria? — pregunta mirándome curioso.
— Si, fuerza contraria a la nuestra — respondo sin dejar de caminar con el hasta la mesa de bocadillos donde tomo una fresa que lleno de chocolate en la fuente de chocolate.
— Mmm entonces puede que nos sirva — asegura emocionado.
— No, creo padre, por qué si yo no me uno a ellos Vinisha no podría casarse con los Daven.
— ¿Por qué? ¿Son enemigos? ¿Que tiene que ver una cosa con la otra? — pregunta confundido.
— No son enemigos, son los Daven, mis conciliables son los Daven, los cinco hombres — respondo sería haciendo su fresa con chocolate se caiga — papá...
— No, tu no puedes ser conciliable de esos hombres, no mi hermosa hija, eres como un ángel Hazel, como una princesa como tú podría ser conciliable de unos ogros como ellos, una cosa es casarlos por convenio, y otra muy diferente tu seas conciliable con ellos — dice severo.
— Lo sé, es todo un lío padre, no se que pensar, incluso me altere en ese momento y me advirtieron que no planean casarse con Vinisha sino conmigo ¿Sabes lo complicado que es eso? — pregunto estresada.
— Eso va a lastimar a tu hermana — dice preocupado — ¿Cómo le diremos que ellos te quieren a ti y no a ella? Sabes que es una princesa orgullosa, no será fácil.
— Ella ya lo sabe, no se lo tomo tan mal, está preocupada por mi — respondo apretando mis manos en puños.
— Siempre tan comprensible, ahora debemos hablar de nuevo en familia, pero a ti solo te puedo advertir que tengan cuidado con lo que digas o hagas, por qué si o si debe haber una unión con ellos, así sea contigo — me asegura.
Era de esperarse, pero siento que la probabilidad de conseguir información de ellos con un matrimonio es tan poco probable, ellos se esperan una traición así, incluso puede que planean hacer lo mismo, estoy por hablarle de nuevo a mi padre pero veo a Vaden entrar por la gran puerta principal con sus padres, cada uno de ellos vienen a su lado, su asistente está detrás de él apuntando cosas, mi mirada se centra en él, tiene un traje asustado a su medida.
Se ve imponente y mucho más guapo a la última vez que lo ví, tiene una barba perfilada que le da un aire más duro, sus ojos no miran a nadie, solo camina por enfrente de todos hablando con sus padres que no parecen dejarlo tranquilo, mi padre dice algo y me señala algo pero me es difícil prestarle atención, se fue hace seis meses sin decir absolutamente, comportandose como la basura que jodidamente si es.
Conforme avanza observo Vinisha está al lado de su asistente y uno de mis padres está al lado de Vinisha hablando con otro de los padres de Vaden, el parece notar mi mirada por qué en un momento giro pero me doy la vuelta antes de que sus ojos puedan quedar conmigo, lo que menos necesito es verlo aún más ahora.
Tengo un rencor en su contra se fue sin decir una sola palabra como si no importará nada, incluso no se que misión fue la que solicito de su absoluta discreción.
Me bebo otra copa de champagne de golpe, cierro los ojos, mi padre me toma del brazo obligado a que lo vea.
— Hazel te estoy hablando.
— Perdón, es que me es difícil prestar atención a tantas cosas.
— Está bien — dice mi padre analizando mi expresión.
Justo en ese momento veo a un grupo de invitado con ellos, hablan muy amenos, Vinisha, nuestro padre y el padre de Vaden se alejan hablando de algo más.
— ¿Para que es la reunión? — pregunto de nuevo.
Mi padre se acerca más y se aclara la garganta.
— ¿Observas a todas estas personas? — pregunta serio.
— Si.
— Todos ellos ayudarán a que Vaden se vuelva General de División, así podra tener más poder de opinión, ya que Hans planea haciendo lo mismo — explica mi padre — y con eso, podremos ir contra los mutantes, Vaden con nuestra ayuda le quitará el caso a los Shade y Daven.
Frunzo las cejas.
— Papá, entiendo que queramos estar sobre los Daven pero ir directo a los mutantes, es un elección muy arriesgada.
Justos las puertas del lado opuesto se abren y todos giran a ese lado observando a los Daven entrar impecables, doy un paso atrás incrédula.
¿Que hacen ellos aquí?