• 4. AUN ENAMORADO •

4842 Words
| Hans Daven| Golpeo con mi bolígrafo la imagen de la preciosa mujer de hebras rojas que hace en mi escritorio, sin ver a nada ni a nadie susurro mi elección. — La quiero a ella… Ella será nuestra futura esposa — señalo sin permiso a una posible objeción. Es preciosa… Tiene la mirada de una mujer indomable que estaré dispuesto a quebrantar. Su mirada indica una sola cosa y es fuego. — ¿Que? — puedo notar la confusión en la voz de Cassian — no sabemos que pasó entre ella y nuestros hermanos ¿Cómo puedes elegirla así? Sonrío de lado sin dejar de verla, tiene unos rasgos tan perfectos que no me creo que sea real, ella provocó algo que no me permite dejarlo pasar. Es hermosa tanto por dentro como por fuera y no hay de objeción el no conocerla porque se que es así. — Arán… Quiero que Adriel descubra que siente él por ella, puede que eso juegue a nuestro favor ¿Ha salido de su habitación? Cassian suspira pero eso no es capaz de quitar mi atención de ella, tiene unos ojos azules profundos e incomparables… puede que Vinisha Dagger tenga ojos azules pero no es igual, el de Hazel Dagger es un azul profundo como el azul del mar, similar al azul del cielo cuando pelea con las nubes grises… Las nubes grises son esas motas en sus ojos, hay una galaxia en ellos. — No, aún no sale de su habitación, me preocupa su estado mental, después de que salimos de esa casa, parecía que algo detonó dentro de él… — ¿Su estado mental? — pregunto con gracia observando la piel pálida de Hazel, tan pálida como la nieve — el tuyo y el mío no es mejor que el suyo ¿Aún no llegan resultados de lo que pasó entre ellos? — Sobre eso, Asier no está dejando que esto avance, se niega a hablar con nosotros sobre el tema, está fuera de si y el investigador se está llevando su tiempo. — ¿Que opinas sobre Hazel? — pregunto sin poder dejar de ver la piel de la nombrada. Parece hecha por los mismos Dioses, y tiene un cuerpo… Joder. — Es hermosa… — responde sin decir más. Me río alzando la vista por primera vez, observó a mi hermano con cierta indiferencia. — Se honesto conmigo Cassian, estamos eligiendo a nuestra futura esposa, no es cualquier cosa. Cassian ladea la cabeza mirándome de esa manera señalatoria que tanto me jode. — Es una belleza que nunca antes había presenciado, sabía que la belleza de las mujeres Dagger impresiona pero no creí que una de ellas me fuera a impresionar a mi, mi impresión por Hazel Dagger va más haya de su físico Hans, cuando la ví a los ojos podría jurar que algo ocultaba, que esa expresión neutral realmente solo oculta lo que realmente es sádico y siniestro, cuando vio a Aran… había algo que me llamo demasiado mi atención, no es fácil de descifrar pero queda en evidencia que es alguien que nos puede impresionar y eso me hace desearla lejos de nosotros — finaliza poniendose de pie. Lo miro con atención sabiendo lo que significa. — Quieres decir… ¿Lejos de mi? — interrogo rozando mis dedos en mi mentón. — Siento que ella te podría llevar al borde, por la situación de ella entre nuestros hermanos lo confirma y tú y nosotros sabemos que tan lejos puedes llegar, no quiero imaginar si ella llegara a desatar algo como tú obsesión o la… — Ahora dime lo que quieres tú — ordeno impidiendo termine. Cassian se encoge de hombres levemente. — Necesito más que una sola interacción para dejarme impresionar demasiado como lo has hecho tu pero si preguntas ¿Funcionaría como matrimonio? Es una mujer que me la podría tirar sin problema — su respuesta es tan fría y casta al final que me agrada. Asiento con la cabeza, el se da la vuelta hacia la puerta de mi oficina, sale sin una palabra más, regreso mi mirada a la imagen de la mujer. El toque de la punta de unos tacones de aguja con el piso perfecto de la mansión Dagger llama mi atención, es un taconeo sensual y seguro, Cassian logra robar la atención de los señores Dagger sobre mi y eso me permite girar a la persona que interrumpe nuestra comida, el sonar de los tacones me hace pensar que es la persona faltante de esta mesa. Mis ojos caen en un vestido rojo vino tallado aún cuerpo delgado con atributos generosos, sus brazos caen a cada uno de sus costados, tiene un porte recto y seguro, su vestido es impresionante, su perfección a la hora de andar es elegante lo que llama mi atención… No es una perfección que pueda asimilar, es más… El sentir un toque oscuro venir de parte de ella, mi mirada sube por el vestido rojo vino hasta llegar a su cuello. Piel palida, blanca como la nieve, su cabello es una melena roja llamativa que te invita a enfocarte en ella, lo tiene suelto en un perfecto y pulcro peinado, no mira a ninguno de los que estamos en la mesa, ella va directo al hombre que encabeza la mesa. No sé que dice, pero me pierdo en el movimiento de sus labios y cuerpo… Tiene una voz… Abrocho cada botón de mi camisa y me pongo el saco del traje, mirándome al espejo veo casi a través de mis ojos otra persona, alguien toca la puerta de mi habitación distrayendo mis pensamientos, salgo del closet y me acerco a la puerta de mi habitación dando pase a mi hermano Adriel. — Debemos irnos ya, la reunión es en menos de una hora. — El camino no será largo, te lo aseguro ¿Asier y Aran? — Están esperando en la sala, quieren hablar antes de que nos retiremos. Asiento con la cabeza. | Arán Daven | Solo puedo pensar en ella, me ha engañado, me ha jodido todos estos años y cree que haré como si lo nuestro nunca existió. Paso mi manos por mi cuello tratando de entenderla pero no puedo, casi rio mirando a través de la ventana, todo Debacle son pequeños desde este punto de vista. Es ingenuo de su parte creer que ahora que la volví a encontrar… La dejaré ir, joder. No pude sacarla de mis pensamientos, es mucho más hermosa de lo que era, sin duda no parece ser la misma pero ella fue Aylete. Y eso basta para que la quiera, no pasaré más años de mi vida sufriendo por su ausencia cuando está viva, ella ha regresado a mi. La sala comienza a llenarse, me giro oyendo las voces de Adriel y Cassian, entran justo con Hans, es con quién hago contacto visual y no sedo. — Saliste de tu nido… — No espero una bella formalidad de tu parte así que quiero ir al grano con ustedes ¿Quién de las mujeres Dagger planean tomar como esposa? — Adriel me mira de manera analítica, ninguno de los tres habla así que lo hago yo — estuve fuera de nuestras decisiones por mucho tiempo pero ahora quiero que sepan que sobre este tema, solo contarán conmigo si nuestra futura esposa es Hazel Dagger, es la mujer que me ha jodido todos este tiempo y ahora que tengo una segunda oportunidad no la dejaré ir muy lejos… — Me niego — Asier me interrumpe llamando la atención de mis hermanos — Hazel Dagger y Aylete no son la misma persona, Hazel Dagger es la mano Derecha de Vaden Dagger, eso sería tener al enemigo en casa. Sonrío de lado tomando mi vaso de vodka. — Nuestros padres siempre dicen que es bueno tener cerca a los amigos pero más cerca a los enemigos ¿No? Hans asiente con la cabeza de forma pensativa, Adriel y Cassian se sientan. — Quiero oír a ambos del porque si y del porqué no debería ser nuestra esposa la señorita Hazle Dagger. Asier entra a la sala y se acomoda en uno de los sillones individuales. — Es una agente de Debacle pero es la primogénita de los Dagger y la mano derecha de Vaden Dagger quien va un paso atrás de nosotros esperando el momento en que cometamos un error y llevarnos abajo, Hazel se metió a tu cama para sacarnos información, estoy seguro, la vez que harán la conoció fue en uno de nuestros burdeles, llegó como una mesera, según su archivo — lo alza lanzandolo a la mesa central — era acabar con una banda de traficante de infantes que se reunían en nuestro burdel, eran clientes nuevos por lo que no teníamos esa información en el momento y el equipo de Vaden se aseguró de que no lo supiéramos para no interferir en la misión pero los datos en cuestión tiene incoherencias sobre un caso externo incógnito que viene agarrado de la mano de eso, y según mi investigación ella tenía el permiso de pasar contigo, y eso no está en el informe… Mi risa interrumpe a mi hermano llamando la atención de los demás. Niego completamente incredulo a su ingenuidad conmigo. — Creo que aún no lo entiendes Asier, si quería o no sacarme información no me importa, quiero que sea mía y no me importa bajo que costó sea, solo así podrán tener mi apoyo ¿Porque la detestas tanto? Al inicio fue por tu clasismo y ahora ¿Por qué solo buscaba información de nosotros? — Me jode que te ciegue, ella no es la mujer que crees amar Aran, está mujer no te ama, solo jugó contigo y se hará la víctima… — ¿Cómo puedes estar seguro de eso? No eras tú… — Perdón, es cierto, no era yo con quién intimaba, porque recuerdo que esa fue la razón por la que la conociste ¿No? ¿No te dice algo eso? — se exaspera. — Me deje llevar por ti una vez, no lo haré dos veces, y si trata de ustedes… — Acepto — me interrumpe Hans llamando la atención de Asier — también la quiero a ella, acepto con la única condición de que tú amor o obsesión con ella no afecte la relación entre nosotros. — ¿Te has vuelto loco? Bueno, fuera de lo que ya estás — espeta Asier poniéndose de pie. — No, creo que es mejor elección que Vinisha, en estos momentos, si Hazel se vuelve nuestra esposa, podemos quitarla de las filas de Vaden. — ¿Estás bien? ¿Ustedes lo apoyan? — pregunta Asier a nuestros otros dos hermanos. Adriel se pone de pie asintiendo con la cabeza. — Hazel tiene más poder que Vinisha en esa familia por si no lo has notado, tiene reconocimientos que la hacen destacar y ganarse un lugar en esa mesa sobre temas cruciales para nosotros, Vinisha es perfecta como esposa modelo e imagen para una familia perfecta pero creo que Hazle puede ser eso y más para nosotros, si hacemos de esto un trato justo, no creo poder tratar con alguien como Vinisha, si soy honesto es una mujer muy moralista… — ¿Que te hace pensar que Hazel Dagger no lo es? — pregunta Cassian. — El que se haya metido con Arán ya dice mucho sobre eso, está casi igual de jodido que Hans. — Que amables — me quejo. — Hemos aceptado, ahora no puedes negarte a nuestras peticiones — me recuerda Cassian. — No tan rápido, no me negare a nada en el momento que ella sea nuestra esposa y lleve un anillo en el dedo anular. — Será fácil — acepta Cassian. — Me niego — espera Asier. — No puedes — habla Hans — lo que he dicho para Arán hace unos días atrás, también es para ti, porque voy a profundizar sobre el tema de ella con ambos. | Hazel Dagger | Froto mi frente con mis dedos abriendo los ojos de nuevo, la luz entra por la ventana, aunque es tenue siento que he bebido mucho, la sabana cubre hasta mis pechos y de alguna forma se ha enrollada en mis piernas, ahora que lo noto es una sábana limpia, observó el otro lado de mi cama que está vacía, resaltando el desastre, me levanto dejando caer la sabana, la calefacción mantiene el clima perfecto en mi habitación, me estiro soltando un bostezo, tocan la puerta y me veo obligada a aceptar que Silvina entre. — Señorita… — Ya se, ya se — la miro sobre mi hombro molesta — debo prepararme para la reunión en la OCC. Organización de Conciliación Científico. Me río en mi propia cara girandome completamente a Silvina. — ¿Está listo mi baño? — Si señorita ¿Desea comer algo en específico? — pregunta mirando lejos de mi. Me acerco hasta quedar cara a cara con ella, es algo más baja que yo, por pocos centímetros, mi mirada se pierde en las marcas rojas de su cuello. — Quiero una ensalada de frutas y ponme mi bata — ordeno mirando el techo. ¿Quien demonios podría ser mi conciliable o conciliables? ¿Que tan buena es la OCC para encontrar algo similar para mí? La conciliación se refiere al acto de lograr una armonización, acuerdo o reconciliación entre partes que pueden tener opiniones, intereses o puntos de vista divergentes. En el contexto de relaciones personales, la conciliación puede implicar la búsqueda de un entendimiento mutuo y la resolución de conflictos para llegar a un estado de paz o equilibrio. También se utiliza en ámbitos legales y laborales para referirse al proceso de resolver disputas de manera amigable o negociada. En este caso la conciliación llega a ser más elevada en el nivel de equilibrio, paz y negociación, sin dejar de lado que puedan ser buenas parejas para ellos mismo, llega a funcionar, ya que de alguna manera esto brinda más poder a algunas familiar y nuestros monarcas lo aceptaron, en este caso… Mis padres juntos las otras dos familias. Silvina ata mi bata y sale de mi habitación luego de esperar le de otra orden pero no pasa, observó su uniforme, es beigue, un vestido tallado de manga larga y formal para el trabajo, tiene el cabello recogido en un perfecto moño como me gusta y tacones a juego. Debería cambiarlo. Agito mi muñeca observando cómo varias notificaciones se hacen presentes pero solo una roba mi atención y es Vaden… Regresa hoy por la noche. Mi respiración se corta por breves segundos o eso creo yo porque Silvina regresa y me lleva a mi baño donde me quita la bata, entro en la tina cerrando los ojos, ella se retira y yo veo de nuevo veo la pantalla. Regreso antes de lo previsto ¿De que me estoy perdiendo? Mi mirada se desvia a mi dedos anular, la marca de que un anillo estuvo ahí es inexistente para mí bella suerte. Decido despejarme y hacer de este baño un ritual para mí tranquilidad, me gustaría no presentarme pero no puedo no hacerlo, si los Daven se casan con Vinisha, yo podría casarme con mi conciliable, dependiendo de la persona que sea y la elección de mis padres como la de mis tíos y Vaden. Cambio de agua para quitarme todo el jabón, tanto del cabello como del cuerpo, cuando salgo Silvina me espera en la habitación con mis posibles vestimentas para la ocasión. — Quiero algo sensual y elegante, si es sugerente no me afectaría. Silvina sonríe negando. — ¿No desea verse sería? — No, no quiero espantarlo a la primera ¿Sabes? A veces puedo ser alguien parcial… Ella ríe de forma suave llamando mi atención, la miro confundida y borra su sonrisa. Ella descifra mi expresión porque responde con poco deseo de hacerlo. — Para mí es usted una persona muy imparcial y dictadora señorita Hazel… La observó formando una imperceptible sonrisa, su mirada se desvia a mis labios, entre abre los labios regresando su mirada a mis ojos. Me acerco a ella observando las vestimentas elegidas para mí, acerco mi uña a la curva de su cuello acariciando las marcas rojas y violetas, me inclino hasta casi rozar sus labios, mirándola a los ojos sonrío de lado. — Porque tú ya me conoces… En cambio el no, no puedo asustarlo en una primera impresión… La primera impresión lo es todo para mí. — No es una verdadera impresión si no es usted misma… — incrustó mis uñas en su cuello hasta rodearlo con mi mano, en el proceso hago unos duros rasguños. — No estoy pidiendo tu opinión y mucho menos tus concejos, así que mejor cierra la boca ¿Puedes? Ella jadea soltando un si en silencio, solo moviendo la cabeza y jadeando por aire, la dejo ir y observó la ropa, puedo soportar muchas cosas pero odio, malditamente odio que crucen la línea de lo que una persona puede ser para mí. Tomo el traje n***o con rojo, una blusa de manga larga con escote en V que insinúa de forma ligera mis pechos y pantalón formal de cintura alta n***o, lo elijo junto unos botines rojos de punta y abrigo beigue, Silvina termina de secar mi cabello, me hace un makeup muy natural, recoge mi cabello en una coleta alta con unos mechones de cabello enfrente de mi rostro por de fuera, me terminó de vestir yo, tomo mi cartera. Observó la ahora y no me permito comer ya que voy contra el tiempo, en la sala ya me espera Elim. — Señorita, el auto nos espera. Asiento con la cabeza tomando el recipiente con mi bebida cotidiana. — Podemos irnos — digo acercándome a la sólida. Elim asiente con la cabeza dirigiendo me al auto, el sube del lado del piloto y yo en la parte de atrás, saco mi dispositivo agitandolo presiono la imagen de una laptop en la barra, la pantalla aparece frente a mis ojos igual que el teclado, comienzo a escribir. — Me puedes explicar ¿Porque Vaden regresa hoy? — le pregunto a Elim — ¿Y como es que no sabía de eso? Elim se tensa mirandome de reojo. — Fui notificado de la situación en la mañana señorita, créame que me tomo de sopresa como usted, venía a comentárselo pero dormía y Silvina no me dejó hablar con usted a primera hora. Me tenso inclinando la cabeza hacia atrás. — Me encargaré del asunto. En menos de nada llegamos a la OCC. Elim se estaciona y me abre las puertas, el baja conmigo viniendo detrás de mi, caminamos por el estacionamiento, mi mirada se desvia a tres autos conocidos, ver lo similar que son me hace pensar en la cena, me tenso pensando en si puede ser ellos. Niego, es imposible, sigo mi camino subiendo al elevador, en el camino encuentro gran cantidad de guardias, algunos no son de la organización lo cual llama más mi atención. Mi corazón comienza acelerarse en cada uno de los pasos que doy, me siento contraída pero me mantengo firme, llego a la sala principal y me acerco a la recepcionista. — Tengo una cita a las 3:30 Hazel Dagger — digo mirando a los soldados que hacen fila hacia la sala que presiento me debo de presentar. Es un lugar de paredes plateadas y blancas, con pocos adornos pero los suficientes para hacerlo sofisticado, la mujer viste de manera formal, es inexpresiva. — Llega media hora tarde — espeta tocando el comunicador. Veo de reojo a Elim tensarse, sonrío de lado apoyando mi mano sobre su libre, inclinandome un poco la veo a los ojos. — Intente cancelar y no aceptaron — le recuerdo con serenidad — evidentemente por mucha ineptitud… Tensa la mandíbula pero es incapaz de defenderse, sus ojos castaños claros son suaves y su expresión es de impotencia, su postura esta sumida en la confusión de que debe y no debe hacer. Me gusta, lastima que no es mi tipo. — La esperan en el salón — expresa señalando al lugar que imaginé. Sonrío arrugando su hoja llena de apuntes, me doy la vuelta y comienzo a caminar a mi sala de espera, tenso la mandíbula demasiado molesta para mí gusto, este no es un lugar de muchas formalidades, a menos que sea manipulable, ahí usan su carisma para hacerte caer en su juego, el control de seguridad me escanea y abre las puertas antes de que llegue, el oxígeno parece dejar de llegar a mis pulmones de forma repentina, doy uno, dos… tres pasos hacia el frente y los veo, la espalda de cinco hombres imponentes mirando hacia donde un hombre y una mujer mayor esperan, esos seres mayores miran en mi dirección, lo siento pero yo estoy concentrada en los grandes hombres intimidantes que hacen sentados. No los he visto a la cara y están sentados y ya me han intimidado, casi tiemblo dando un paso atrás sin razón, siento mu corazón ir muy rápido, ninguno se gira y quién reconozco como Alendra Doy habla. — Señorita Dagger, es un gusto halagarnos con su presencia, puede acercarse por favor. Miro a la mujer retomando mi postura pero por dentro soy un desastre, no se que le pasa a mi cuerpo, siento un escalofrío que encapsula mi estado en el miedo. Paso por el lado de ellos y ellos están inmóviles ¿Sin curiosidad? Hay un lugar disponible frente a ellos que me obliga verlos cara a cara y mis manos tiemblan, mi mirada choca con su mirada verdad musgo. Temo tragar imaginando que puedo ahogarme en este momento, su mirada profunda me recorre incrédulo. Es Arán y los hombres a los lados son Hans, Asier, Cassian y Adriel Daven. Me siento enfrente de Hans exactamente, lo miro a los ojos formando una sonrisa incrédula y a la vez burlona. — ¿Lamento la demora? — pregunto sin sentirlo un poco. Hans sonríe fríamente calando en cada uno de mis huesos, su mirada oscura es tan frívola que promete hacerte desear nunca haber nacido. — La puntualidad no es lo suyo señorita Dagger — señala. Hago mi cabello hacia atrás con movimientos fríamente calculados, me acomodo eni asiento, postura recta y segura. — Suelo llegar tarde a los lugares sin importancia — señalo sonriendo de lado. Cassian alza una ceja prestando atención a mis palabras. — Nos hubiera gustado un poco más de puntualidad — señala el hombre que desconozco. — Me hubiera gustado un poco más de consideración pero bueno, no se puede tener todo en la vida — respondo. Alendra Doy se aclara la garganta llamando la atención. — Buenas tardes señorita Dagger, Soy Alendra Doy, el es Emett Kell, somos sus asistentes de apoyo y negociación, los presentes son los hermanos Daven, Hans, Asier, Cassian, Arán y Adriel, señores Daven, les presento a Hazel Dagger, la primogénita de los Dagger. Sonrío asintiendo con la cabeza, debí revisar ese maldito correo. — Ya tuve el disgusto de conocerlos — respondo — así que quiero que hagamos esto de la manera más breve posible, mi respues es no, no deseo una unión con la familia Daven, no estoy interesada en un matrimonio que para mí es absurdo, ellos ya planean comprometerse con mi hermana Vinisha Dagger y no quiero ser un empidimiento para su futura relación — me paro y camino a la puerta de salida — eso es todo lo que tenía que decir… — Nosotros no — la voz de Hans me congela en mi lugar — nuestra respuesta es si, queremos una unión con la familia Dagger y nuestra futura esposa no será Vinisha, sino Hazel Dagger y si sabes lo que nos conviene vendrás aquí y oirás a la señora Doy y el señor Kell. — No se puede retirar — le sigue Alendra — no sin oír la base de esta unión, nuestra estadística demuestra nuestro gran acierto de conciliación, ninguna de las parejas que hemos formado se ha arrepentido hasta el momento… — Y aunque lo quiera, sabe que es una orden estar presente en esta reunión, no se puede ir — habla Emett Kell. Veo la puerta que no cede a abrirse, miro al hombre. — Está cerrada. — Siéntese por favor… Llevo mi mano a mi cabeza pero hago lo que piden, regreso a mi lugar, está vez me fijo en Asier que intenta matarme con solo verme. Si tan solo pudiera. — Sus resultados son muy complejos porque son unas de esas pocas situaciones que más tiempo nos ha llevado concluir, en los últimos seis años hemos encontrado una gran compatibilidad en sus características y comportamiento, a la vez en su vida social, genéticamente comparten una compatibilidad de 98% en carácter de personalidad arrazo con un 90% y vida social del 95% — no me sorprende ese 95% — sin embargo lo que más nos sorprendió e incluso nos hizo llevar a hacer más análisis fue el 99.9% de compatibilidad emocional que ustedes y usted señorita comparten en común, cada uno de los 6 ni uno más ni uno menos, es una de las pocas veces que sucede esto, son casi la primera vez… Mi cabeza palpita con esa información, debe ser una chiste, una broma de mal gusto, yo no podría tener tantas cosas en común con personas como estás. — Sus personalidades tienes un 50% de rasgos en común, lo que llevo una compatibilidad de 99.9%… — ella pekza a explicar cada uno de los puntos pero a penas y puedo oírla. Me niego a estar con ellos, Hans me mira todo el tiempo y eso me pone mal, mantengo mi neutralidad mientras hablan y hablan hasta que finalmente llega la parte deseada. — Si tienen algún argumento válido con pruebas que lo respalde para negarse, pueden hablarlo ahora o en lanprixma reunión para… — Yo — interrumpo a Emett llamando la atención de todos en la mesa — yo tengo un gran argumento para negarme — espeto. — Sorprendame — pide Emett. — Desacuerdos con Arán y Asier Daven quienes pocos años atrás se llevaron el poder de humillarme y ponerme en riesgo, puedo respaldar esto… — Estabas en una misión de encubierto, fue un incidente, no cuenta como prueba — Arán me contradice tomándome por sorpresa. Quedo tan callado cuando lo volví a ver qué no esperaba se atreviera a hablar. Ladeó la cabeza incrédula por su respuesta. — Solo me dieron la oportunidad de conocer su gran personalidad con la cual me niego a tratar por el resto de mi vida. Hans, Cassian y Adriel miran entre Arán y yo. — No me interesan tus problemas con Asier o Aran, tenemos un trato fuera de esto también y no hemos decidido por Vinisha, sabes que en el momento que hablemos con tus padres, no te podrás negar — habla Cassian. Hans se aclara la garganta. — ¿Podrían dejarnos solos? — pregunta hacía los señores. Emett asiente sin dejar que Alendra diga algo, se levantan y salen por la otra puerta, no me inmutó por la situación, al contrario, también me pongo de pie miro a Hans. — Me imagino que por ser el mayor, tomas las decisiones, así que te lo diré una sola vez, no pienso y no planeo tener ninguna relación cercana con ustedes, así nuestros padres hagan un tratado, eso no va a suceder, menos con la mierda de familia que ya se que son, el día que me case — sonrío haciendo mi cabello hacia atrás — será porque encontré un caballero y no el remedo de hombre que tus hermanos intentan ser — miro a Aran y Asier — cuando tú — digo refiriéndome a Aran — aprendas a dejar tu pañalera tal vez hablemos… — Asier golpea la mesa interumpiendome. — ¿Crees que eres mucho por ser como nosotros? Por favor, el que vengas de cuna de oro no cambia que eres una bastarda y trepadora mentirosa, a mi nadie me saca de la cabeza que te acercaste a Arán para obtener información, así que no te hagas la digna porque también tienes cola que te pisen. La palabra «Bastarda» me zumba en los oídos. — ¿Crees que esto podría funcionar? — pregunto hacía a Hans señalando a Asier y a mi — solo verlo a él y Aran, toda tu familia me causa repudio— suelto con frialdad. — Auch — oigo a Adriel — ¿Tanto daño te hicieron para que te exprese así de toda mi familia? — pregunta Adriel. La vista se me numbla ante la pregunta. La primera bofeta me voltea la cara, esto viene seguido de una patada que aunque soy sostenida por atrás logra botarnos. — ¡Maldición! Agárrala bien ¡Carajo! Cierro los ojos con fuerza ignorando la punzada de la bala y ahora de ambos golpes pero mi cara y abdomen me arde…
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