• 3. CENA •

4196 Words
| Aran Daven | Hans golpe mi mejilla mandándome al piso, veo rojo sintiendo como el siguiente golpe es una patada a las costillas, escucho el relajo de mis hermanos venir corriendo, me pongo de pie dando el siguiente golpe, le regreso el puñetazo pero la diferencia es que él ahora mismo es imprable comparado conmigo, empuja a Adriel y Cassian tomándome por el cuello. — ¡¿Cómo mierda te a través hijo de puta?! — trato de frenarlo pero recibo otra golpe que casi me noquea en la mandíbula — ¡No tienes el derecho de rechazar ni una mierda cabron! — ¡Basta! — Asier interviene llevando a Hans contra la pared, Cassian también lo hace tomándolo por los brazos. Adriel viene corriendo a mi lado sosteniendome para que no me caiga. — ¡Agradece maldito! ¡Agradece que estuve ahí para evitarlo! — reclama furioso. No es el único, pero trato de contenerme. — ¿A quien? — inquiero sin alterarme — ¿Aún enfermo como tú? — la furia me ciega pero se me he pasado. En especial cuando deja de forcejear y mis hermanos se miran entre si, Hans mira sus manos manchadas de sangre y yo me río. — Oh por favor ¿Toque un nervio? Porque tú has tocado muchos y no te cansas… — Cállate — me amenaza Adriel poniéndose frente a mi — me vale una mierda lo que sientas ahora mismo, irás a tu jodida habitación, te pondras bonito — golpea mi cara sin mucha fuerza tomándome del mentón, hago un movimiento de mano empujandolo lejos de mi. — Yo ya no tengo nada que perder… — Te equivocas — se mete Asier mirándome molesto — sino quieres que hable, mejor harás lo que dice Hans… — ¿Me amenazas? — pregunto sin mucho interés. — Soy de hechos Aran, puedo joderte aún más con la perra que te calentó la cabeza, así sea un fantasma… Yo puedo… —me voy contra el pero Cassian me toma del cuello. — Deja de ser un niño y ponte los jodidos pantalones, el que estés mal no te da el derecho de destruirnos a todos… Miro a Asier, ahora el es el bueno… El me a jodido pero nadie los culpa, algo en mi cabeza súplica que haga lo que piden pero no estoy listo para ver o pensar en otra mujer como pensé en Aylete, ese lugar era para ella. Salgo de la habitación yendo a la mía sin saber que hacer pero termino viendo el traje. — Solo serán un par de horas… — ¿Acaso los quieres ver muertos? — pregunta Alik a mis espaldas — mejor dicho ¿Nos quieres ver muertos? — las puertas se cierran y solo quedamos el y yo, lo veo sin mucho interés. No quiero verlos muertos… No quiero que se sientan como me siento yo pero ¿Que hago si hay cosas que no puedo hacerlas? Normalmente lo haría pero está fecha… Aún es dolorosa para mí. — Largate de aquí — ordeno sin querer verlo. — Se que sufres… Se lo que hizo Asier y lo mucho que te cuesta verlo… — lo miro acercándome a él con duda ¿Es una amenaza? — averigüe quién es Aylete, Aran, y se que Asier incendio ese lugar sabiendo que ella estaba ahí como también se que te engaño para que la dejaras pero… Eras tú o ella, el siempre ha estado viendo por ti, no fue la mejor decisión pero el tenía sospechas de ella, solo te protegía, además… El me demostro evidencia que comprobaba estaba ahí para robarte información y acabar contigo… ¿Has intentado siquiera leerla? — pregunta dudoso. Ella sería incapaz de hacer algo… — Lárgate… — No los mates — pide dando un paso atras — somos tu familia, somos una familia. Las puertas se abren y sale de la habitación, observó mi traje y suspiro. — Siguen siendo mis hermanos, mi sangre. Me voy al baño, le pido a mi servicio que me traigan hielos, me baño y trato de no pensar en ella, su cabello castaño claro, sus ojos mieles y rostro de angel con cuerpo de Diosa… Solo quiero regresar el tiempo y adorarla en esos momentos donde sonreia felizmente contándome sobre su vida… Era una mujer fuerte. Salgo de la ducha, rasuro mi barba, seco mi cuerpo, el hielo ya está en mi habitación cuando salgo, me perfumo y visto, mi imagen es importante… No te puedes ver débil ante el enemigo, pongo los hielos en los golpes por momentos, seco mi cabello y lo peino, pongo el reloj y los anillos en mis manos, salgo de la habitación y me quedo en la sala esperando por los cuatro hombres restantes, solo pasan quince minutos cuando veo a Adriel y Cassian entrar juntos, hablan de mi… Me miran cerrando la boca, se fijan en mi aspecto. — Cierren la boca — les advierto y ellos obedecen para mí buena suerte. Se sientan sirviendose un poco de jugo. Las voces de Hans y Asier llaman mi atención. — Si no acepta asistir por las buenas, será por las malas, iremos a su habitación y lo arreglaremos nosotros mismos, así lo tenga que bañar yo… — Asier se calla al verme sentando en la sala junto a Cassian y Adriel. Adriel trata de no reír por su idea, por lo que oí tenían una similar los dos a la par mia. — Ya estás listo — dice Hans mirandome aún con enojo. — ¿Nos vamos? — pregunto a ambos. — El auto no espera — afirma Cassian. Asiento con la cabeza siguiendo a mis hermanos, salimos de la mansión tomando cada uno su auto, a excepción de Hans y yo, Hans se va con Asier y yo con Adriel. Cassian viene detrás de nosotros esperando no cometa algún delito contra mi hermano menor. Ruedo los ojos, me tienen más vigilado a mi que a Hans. Trato de aflojar la corbata, mi corazón late muy fuerte y rápido, casi emocionado… De la misma forma que latía cuando estaba por ver a… No, no, tengo que evitar pensar en ella, es un demonio en mi cabeza… Aunque el verdadero demonio soy yo… El monstruo que la lastimo. — Llegamos — me dice Adriel cuando el auto está estacionado. Asiento con la cabeza sin decir nada, ambos salimos del auto, observó la mansión, es de colores claros, es una de las mansiones que está valorada en más millones que cualquiera, la mayoría de los colores de Debacle son oscuros, en especial por la mierda que hay en la tierra. Eso nos incluye, nos volvimos una bacteria letal para el planeta. Sigo a mis hermanos, en la entrada de la mansión nos reciben los señores Aron, Darius y Cleer Dagger, son unos de los más poderosos Dagger. Fue más fácil hacer una Alianza con ellos que con los otros tres Dagger. — Buenas noches señores Dagger — saluda Hans poniéndose enfrente, extiende su mano que es bien recibida por Cleer. — Buenas noches señores Daven — nos saludan ellos. Me acerco a tenderles la mano después de mis hermanos. — Es un gusto tenerlos acá — comenta Darius. — Es para nosotros un gusto compartir nuestro tiempo con ustedes — responde Asier. Que no le crezca la nariz por mentiroso, no ahora porque se delata. — Lo se, nuestras hijas aún no están preparadas pero Vinisha está por bajar — comenta Darius al ver la duda en la expresión de mis hermanos. — Podemos beber una copa mientras esperamos a las damas — propone Cleer. — ¿Y Hazel? — pregunto yo sin pensarlo. Mis hermanos tanto los señores Dagger giran a verme. — Viene en camino, tuvo una misión complicada y paso por una desintoxicación — responde Aron. Asiento con la cabeza. — Si ella no se encuentra bien, podemos posponer esto… — No — responde una vos femenina apareciendo del lado opuesto de dónde nos encontramos — ella es así, impuntual y no queremos hacerlos esperar… — habla mientras se acerca hasta quedar frente a nosotros — buenas noches por cierto, Vinisha Dagger para servirles — me extiende la mano que soy el más cercano. La tomo por respeto, es una mujer bella pero no como Ayle… Tenso la mandíbula soltando su mano, ella mira sus nudillos. Frunzo las cejas. ¿Acaso ella esperaba que me inclinara a besar su mano? Trato de no mostrar mi fastidió, es de cabello n***o, ojos azules y piel pálida, un cuerpo de bailarina de ballet sin duda, es elgante y delicada pero no mi tipo. Pasamos a la sala donde nos sirven una copa de vino a todos, se habla sobre las últimas misiones que hemos tenido, incluso hablan de los triunfos de Vinisha, se que es la elegida por lo que no me esfuerzo en prestar atención, solo veo el tiempo pasar, después de media hora o un poco más el mayordomo nos interrumpe. — La cena está lista. Vinisha mira a sus padres casi con ojos suplicantes, no entiendo la expresión pero creo que tiene que ver con el hecho de la señorita Hazel aún no se encuentra aquí. — Ya es tarde padre… — comenta ella de forma cautelosa. Trato de no reír. — Me dijo hace poco que viene en camino así que podemos pasar a comer — dice Cleer. Hans niega. — No es para nosotros un problema esperar un poco más — expresa de manera caballerosa. — No es bonito hacer esperar a los invitados — dice Vinisha poniéndose de pie — pacemos al comedor por favor. Me levanto dándole la razón, al final, conocerla no cambiará la elección de mis hermanos, todos pasamos a la mesa sin refutar más, pero veo la duda en las expresiones de mis hermanos, el señor Aron se sienta en la cabecera de la mesa, Cleer y Darius a cada uno de sus lados y Vinisha al lado de Darius, Hans toma el lado de la cabecera opuesta al de Aron, Asier y yo nos sentamos a su costado, Cassian y Adriel al de Asier y mío, solo queda el lado libre frente a Vinisha. — Sirvan la cena — ordena Aron. — Huele exquisito — comenta Adriel llamando la atención — lo siento, es que tengo un olfato muy agudo. — Me alegro que le guste el aroma, yo seleccione los platillos para esta noche — comenta Vinisha. — Con el aroma siento que ya tiene buen gusto — la haga Adriel. — Creo la cena será muy de nuestro agrado — concuerda Asier dandole una de sus sonrisa que hace que Vinisha se sonroje. — Por cierto he de decir que tienen una hija preciosa — comenta Hans a Aron. — Mis hijas parecen haber sido descendientes de unas Diosas — concuerda. Nada se compara con la belleza de Aylete que si era una belleza de Dios… Joder, trato de dejarla atrás pero cuesta. La conversación sigue hasta que el taconeo de una mujer llama nuestra atención, Vinisha deja de hablar, la comida comienza a ser servida justo en el momento que la presencia de la mujer que faltaba inunda el comedor, siento una sensación familiar pero a la vez tensa, son pasos seguros pero se sienten suaves… — Llegando tarde como siempre — recrimina Vinisha mirando detrás de mi. Siento su fuerte presencia que giro lentamente alzando la mirada, mis ojos se fijan en el llamativo vestido rojo oscuro, veo el dorado conforme alzo la vista, una cabellera roja como el fuego me llama la atención. — Buenas noches y compermiso — dice su familiar voz, haciéndose visible para todos. De la nada comienzo a sudar frío, los pulmones se me cierran y no encuentro mi respiración. Se acerca a su padre dándonos la espalda, puedo ver a Aron mirarla con adoración, pero mi mirada cae en Asier que tiene una expresión fría, casi atónita. — Mi preciosa hija, me alegra que estés aquí y con salud — el hombre habla y Asier niega con incrédulidad, veo a mis hermanos que parecen embobados con la belleza de Hazel, observó a Aron que nos mira a nosotros — Es un gusto para mí presentarles a mi hija mayor Hazel Dagger, nuestra primogénita. Cuando ella nos encara mi mandíbula casi cae, podría reconocer esos rasgos en caulquier lugar, son rasgos inolvidables para mí, esos ojos que antes eran mieles ahora son azules… Ella me mira con una sonrisa radiante. La forma en la que me mira parece que solo confirma lo que pienso, mi mente comienza a revivir cada uno de sus restos memorizados. — No hace falta que me presentes a todos padre — dice con delicadeza — ya conozco a Asier y Aran Daven — mi corazón late como un loco y algo irrumpe en mis pulmones porque siento la falta de oxígeno — sin embargo no a los otros tres caballeros — mira a mis hermanos interesada — lamento mucho la demora — se disculpa culpable. — ¿Aylete? — pregunto sin entender los ue está pasando, evidentemente es la única pregunta que puedo hacer. Ella fija sus hermosos ojos en mi, si antes creí que era una diosa ahora no se lo que es, es tan celestial o más de lo que me mostró. Las llamas de ese día se exparsen frente a mis ojos, su cuerpo estaba ahí, yo lo ví. — Hazel Dagger — aclara — Aylete solo era una identidad de incubierto… Pero me siento orgullosa de poderme presentar a ustedes con mi identidad real, espero no estén molestos y comprendan la situación — lo último lo dice mirando a Asier también. Mis manos se hacen puños, quiero levantarme e ir tras ella pero algo no me deja, ella me mira esperando diga algo. — Creo que deberíamos cenar, nos hiciste esperar demasiado — habla Vinisha. — Me imagino, lamento mucho el haberlos hecho pasar por eso — ella se sienta entre Cleer y Cassian — me alegra verte padre — saluda con un beso, le da la mano a Darius y luego se gira a Cassian — Hazel Dagger. Por lo que la tengo justo aún asiento de distancia. — Un gusto conocerla señorita Hazel — habla Cassian tomando su mano besa sus nudillos justo como quería Vinisha. Hans y Adriel por otro lado solo nos miran a Asier y a mí, por momentos sus miradas se desvían a la Diosa, ninfa, reina, deidad, sirena, una maldición de la belleza que Cassian tiene al lado. Sirven la comida y Vinisha habla con Adriel que logra seguirle el rumbo, Cleer habla con Hans sobre Hazel quien solo sonríe como angel. No sé que hacer, mi celular vibra y veo el mensaje por encima. “No hagas nada” Asier — Señorita — habla el mayordomo entre Cassian y Hazel llamando mi atención — para usted hice algo diferente, se que eso no de su gusto — observó la comida la cual es langosta, y caracoles — sin dejar la temática de la señorita Vinisha de lado — abre el platillo de Hazel y observó son camarones. Ella sonríe como una niña emocionada. — Gracias… No está muerta, no está jodidamente muerta… Todos comen y Cassian mira a Hazel y a Vinisha, los analiza de forma sutil tratando de hablar con ambas. Ella respira. — No se si es mucho pedir pero ¿Les gustaría contarnos de que manera se conocieron? — pregunta Hans callando a todos en la mesa. Hazel toma un poco de vino mirando a mi hermano con atención, se ve tan delicada y preciosa. — Tu hermano tenía un departamento en uno de los edificios donde se escodian unos terroristas, yo entre con una identidad de incubierto dónde trabaja en los lugares que esos delicuentes frecuentaban y un día cruce con Arán y luego por Arán conocí a Asier, Arán era todo un caballero y fue inevitable tratar con el pero no podía comentar nada sobre mi misión, ustedes mejor comprenden la discreción que pide debacle — ella habla de manera tan natural y restandole la importancia que tiene esa historia. Asier la analiza en cada palabra que tira, Hans mira a Asier esperando diga algo. — Así es, lo sospeche incluso pero un día desaparecio y no pude confirmar nada, incluso creí que a quienes investigaba era a nosotros — la acusa deanera deliberada. Aylete o Hazel alza una de sus perfectas cejas con una sonrisa divertida. — ¿Por qué los tendría que investigar a ustedes? Y si, desaparecí debido aun incendio, sufrí graves secuelas que me impidieron seguir, esperaba toparmelos algún día cercano para hablarlo, ya que en su momento temi lo mal interpretaran pero eso no sucedió hasta ahora — Hazel es tan natural y tranquila para hablar. Es como sino fuera Aylete, ni siquiera duda de lo que dice. Todos miran a Asier y Hazel y en algún momento Hans solo desvía su mirada hacia mi y no puedo. — Si me disculpan necesito utilizar el baño — hablo llamando la atención. Hazel no le baja la mirada a Asier ni a ninguno de mis hermanos. — Adelante — dice Darius acalrandose la garganta. El mayordomo se me acerca. — Acompañeme. Apenas puedo estar sobre mis pies, ella está viva… está justo ahí, frente de mi, me cuesta alejarme pero lo hago, cuando estoy frente al baño, el mayordomo me deja solo, pego mi espalda a la pared y lentamente caigo, ahí están ella, con un cabello y vestido rojo de infarto, como una mujer de clase… Seductora y aunque tenía una sonrisa hermosa… Sentí que era frivola. Aylete era dulce y tierna… En cambio ella… pero ella lo dijo. Me quedo analizando cada uno de los rasgos que ví, es la misma, solo más hermosa de lo que una vez fue con unos ojos azules que me están volviendo loco, es el mar, la tormenta y el infierno, la veo y solo veo eso. Alguien toca la puerta del baño y me levanto lavando mis manos. — ¿Si? — salgo del sanitario y observó al mayordomo. — Señor, sus hermanos lo buscan, la cena ha terminado y todo se encuentran hablando en la sala. Asiento con la cabeza, el me acompaña y no sé si estoy preparada para verla de nuevo. Cuando entramos en la sala solo se encuentra Vinisha hablando con Cassian y Adriel. Especialmente con Adriel. — ¿Y Hazel? — pregunto al no ver a al pelirroja. Mi corazón aún late desenfrenado. — Acompaño a mis padres a su habitación, pero ya pronto regresa — responde Vinisha. — Ellos nos quisieron dar tiempo para conocernos mejor — responde Adriel. — De una manera más cómoda, incluso ya hemos mandado a preparar su habitación — responde Vinisha. Hans niega con la cabeza. — No hace falta, todos regresaremos, fue bueno pasar un tiempo con ambas — responde a Vinisha. — Entiendo — responde Vinisha amablemente. — ¿Entonces se piensan retirar? — pregunta Aylete… O Hazel justo a mis espalda haciendo que me gire para verla. La atención de Asier también cae en ella, en realidad la de todos, Vinisha se levanta acercandose a ella. — Correcto, te podrías quedar un poco aquí mientras voy al tocador — pide dulce agarrando el brazo de Hazel algo que evidentemente provoca se tense. — Ve — responde simple soltandose y girándose a nosotros — ¿Desean algo de tomar? — pregunta a nosotros. ¿Cómo puede hacer como sino paso nada? — Compermiso — dice Vinisha retirándose. Asier sonríe de lado, Cassian intenta responder pero Asier se le adelanta. — Veo que me equivoqué contigo — señala cuando solo quedamos mis hermanos, Hazel y yo. Hazel lo mira borrando esa sonrisa de amabilidad de su rostro tomando una expresión más neutral. — Me es un gusto tratarlos — ignora a Asier por completo girándose a Hans, Cassian y Adriel — mi padre me comentó que planean pedir en matrimonio a Vinisha… — Creí que eso lo sabrían después — comenta Cassian confundido — y no hemos elegido, esto era para conocer a ambas, no queremos ser unos completos arrogantes… — Oh pero si ya lo son — Hazel lo interrumpe sin ni un poco de vergüenza — por favor, desde un inicio se sabía quién sería su futura esposa — aclara — todo Debacle saben sus perturbadores gustos… Pero he de admitir que no me gusta nada este tipo de alianza. Hans se aclara la garganta llamando la atención de Hazel, Hans la mira de una manera mucho más intimidante y oscura a la que la puede haber visto alguna vez Asier. — ¿De dónde se conocen? — nos señala a los tres. Asier, Hazel y a mi. Hazel sonríe de lado. — Para ser hermanos, no hablan mucho ¿Verdad? Creí que sabían pero no menti cuando dije dónde en la mesa… — Eres una perra — insulta Asier tirándole lo que hay en la copa en un arranque impulsiva que hace nos pongamos todos de pie, Hazel lo esquiva pero mancha su vestido. — Dime que con esa boca no peinsas besar a mi hermana — se queja Hazel mirando su vestido. Su tono de voz expresa indignación pero a la vez su expresión es divertida, lo está provocando de manera deliberada, como si tratar con Asier fuera tratar con cualquier sabalterno. — ¿Que pasa contigo? — se queja Adriel poniéndose frente Asier. — Esa puta es la que jodió a Aran — la señala primero y luego a mi. Hazel tensa la mandíbula mirándome a mi con gracia, como sino pudiera creer lo que Asier habla. — Que bonito hacerse la víctima — me mira — tu me trataste como mierda mientras Asier intentaba matarme ¿Y ahora yo te destruí? — me pregunta mirando a todos en la sala ofendida pero su mirada regresa a mi — yo no fui quien hecho de patadas a alguien de su departamento a media madrugada porque no tengo pantalones para tomar mis propias decisiones, yo no fui quien estuvo revolcándose con otra mientras la persona que amaba estaba en el hospital ¿En serio eres la víctima? — los ojos azules de Hazel me miran interrogativamente — yo no incendie un lugar con intenciones de matarte. — ¡No te dejes manipular por esa zorra! — Asier casi se va contra Hazel. Cassian tira de Hazel y Hans toma a Asier por la espalda. — ¿De que está hablando? — inquiere Adriel confuso. — ¿Que tienes que ver con mis hermanos? ¿Por qué tú presencia los pertruba demasiado? — Hans interroga con firmeza. Está vez la mirada de Hazel no es amistosa, ni la de Cassian, han dejado su fachada de buenos prospectos para las hijas Dagger. — ¿Porque no les preguntas a ellos? ¿Que te hace creer que te daré la versión correcta? — pregunta Hazel sin interés en esto. — Cassian suéltala — ordeno poniendo mi mano en su hombro. — ¿Ahora me defiendes? — pregunta Hazel confundida — no me siento en riesgo en brazos de Cassian si soy sincera… Los celos burbujean como emoción inesperada. — He dicho que la sueltes — espeto contra Cassian. — No entiendo como estás viva — interrumpe Asier. — Ni siquiera me conoces y me odias ¿Ahora por qué Asier? — pregunta Hazel con frialdad — No soy pobre ¿Cuál es tu razon ahora? — Nos jodiste, a mi hermano y a mi nos jodiste — se queja Asier tratando de soltarse. Hazel se lleva los mechones rebeldes que se salen de su perfecto peinado hacia atrás. — ¿Los jodi? — pregunta Hazel hacía Asier molesta — no estoy interviniendo en su alianza con mi familia cuando perfectamente debería hacerlo, no he dicho nada de lo que tú y Arán me hicieron y tampoco he dado una queja en nuestra asociación por intervenir en una misión incubierta, tampoco he revelado los daños que sufrí despues de ese día y el día del incendio ¿Y te haces la víctima? Aprende un poco más de Arán que se queda callado… — Se queda callado porque a él lo pudiste manipular a mi no… — Basta — interviene Hans — Cassian suelta a Hazel, Asier y Aran, nos vamos ahora mismo de esta casa… Cassian lo duda pero suelta a Hazel. La expresión de Hazel es frívola tanto la de mis hermanos todos hemos perdido la postura, Vinisha regresa justo a tiempo mirando como nos retiramos. — ¿Ya se van? — pregunta confundida y ligera decepción que intenta ocultar. — Así es — responde Hazel haciéndose aún lado — asegúrate de acompañarlos — pide dándose la vuelta solo dejando visible su espalda desnuda, aunque su largo cabello la cubre. — ¿Siempre ha Sido pelirroja? — le pregunto a Vinisha quien intenta hablar. Me mira confundida. — Si, desde niña, es pelirroja natural ¿Por qué? Nunca había visto una melena como la suya
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