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2036 Words
Pienso en Bastian besando a la chica de ayer en el gimnasio. Pienso que se toman de las manos y sonríen. Espabilo esos pensamientos cuando veo que Bastian está acercándoseme en la cafetería. —¿Qué tal te fue ayer? —trato de sonar lo menos interesada en el asunto, para que no piense que en verdad si me interesa que sucede con ellos. Sonríe. Él está sonriendo. Por ella. —Es una amiga que no veía hace dos años, es Violeta. Estudió conmigo en la secundaria, y estuvimos muy cerca, ya sabes, compartimos cosas y secretos. —¿Era tu mejor amiga? —el solo pronunciar eso, me cala los huesos. Siento que me pica la garganta. —Se podría decir que si, pero muy diferente a lo que tengo con Ray. —¿Se besaron en la secundaria? —sus mejillas se sonrojan. Lo atrapo. Le gustaba. —Te gustaba —afirmo. Se rasca la nuca, estaba nervioso. Asiente con la cabeza, sin aun mirarme a los ojos. Es una gran punzada a mi pecho. —Eso pasó hace mucho tiempo. Solo que nunca pasó, porque ella se mudó a Utah. Me dijo que apenas regresó, está en la preparatoria Garfield. Era una niña de familia acomodada, iba a una de las mejores preparatorias privadas. —Oh. Es todo lo que digo. —Podrían tal vez retomar lo que dejaron a medias hace dos años —quise patearme mentalmente cuando dije eso. ¿Por qué estaba alentándolo? —No creo que ella siga teniendo esos sentimientos por mi. —¿Entonces si te gustaría? —No lo sé. —Habla con ella. —Ya veremos. Cambiamos de conversación cuando nuestros amigos, llegaron a la mesa.   ***   —Solo tu puedes dejar ir a Bastian con otra chica. Neta, que no sé por qué eres mi mejor amiga. Puse los ojos en blanco. Le había contado a Even sobre Violeta. —Es enserio, Lina. Te gusta Bastian, y vas y le aconsejas que se vaya con otra chica. —No sabia que decirle, al parecer le gustaba mucho en la secundaria. —Decirle que el pasado está en el pasado. Él no te recordaba, y ahora están comenzando de cero. En el presente. Es cierto. Bastian, y yo habíamos dejado el pasado en el pasado. Estábamos viviendo solo el presente. —Por cierto, hay una fiesta en casa de Sanderson esta noche ¿vienes? —sacudo la cabeza. —Lina. Irás con Bastian. —sacudo la cabeza. —No tengo ganas. Enserio, Even. No insistas. —¿Vas quedarte toda la noche en la cama miserablemente? —asiento. —Mira, la cagaste. No puedes hacer nada al respecto. Trata de sobrellevarlo y esperemos que Bastian no te haga caso, de retomar el viejo amorío con Violeta. —Eso espero.   Even se fue de mi casa a las cinco, porque dijo que iba arreglarse para la fiesta de esta noche. La verdad, era que no quería ver a Bastian todavía, después de lo que le dije. No soportaría saber que en realidad se hubiera visto con Violeta esa tarde. Bufé. —¿Sucede algo? —Mi madre estaba en la cocina cuando me vio dejar caer mi cabeza en el desayunador. —Nada. —Te conozco, mi Core. Dime. Levanto la cabeza. Y le confieso todo. —Y ahora Even quiere que vaya a esa dichosa fiesta para verlo. —Deberías ir. —¿Qué? —Ir a esa fiesta. Te hará bien. Ve a vestirte —me saca de la silla, y hace que suba las escaleras. —Mamá. Me mira. —¿Recogerás los pedazos si no puedo hacerlo? Ella sonríe. —Siempre, cariño. Eso me reconforta. Corro a mi habitación y busco algo que llevar puesto para impresionar a Bastian.   No le digo nada a Even de que iré a la fiesta. Así que decido llegar de sorpresa. Llevo unos jeans ajustados, con unas zapatillas de 10 cm, combinándolo con una blusa de tirantes tipo satén color rojo. El cabello está lacio y mis labios son color carmesí. Creo que me veo sexy, o eso espero. La casa está llena de estudiantes ebrios tan temprano o soy yo la que llega tarde. Intento buscar a Even, pero no la veo por ningún lado. Así que trato de aparentar seguridad y camino hacia la cocina. Y me preparo una bebida muy baja en alcohol. —¿Han? —una chica de la clase de Ciencias, me llama. —Hola, Corrigan. —Saludo. —Es raro verte aquí. ¿Dónde esta Even? —No lo sé ¿No lo haz visto? —Creo que había subido las escaleras —señala el dedo hacia el techo. Estaba en una de esas habitaciones. Trato de imaginar que Even no sea tan tonta para acostarse con Ray en una fiesta. —Debería ir a buscarla. Me alejo de Corrigan y voy en busca de mi amiga. En el camino me tropiezo con Adam. Es un idiota del equipo de Basquetbol. —Han ¿Qué haces aquí? —¿Por qué todos están preguntándome eso? Es una fiesta ¿no puedo venir? —Es raro verte aquí, —me examina de pies a cabeza. —Te ves sexy. —me encojo de hombros. Su mirada me hace sentir incomoda. Pero si él me ve sexy, entonces Bastian también lo hará. No lo he visto. —Da igual ¿has visto a Bastian? Asiente. —Está por allí con alguna chica caliente —señala hacia la sala de estar. Entonces mis ojos lo ven. Él ha venido acompañado con Violeta. Ella está sobre su regazo, riendo. Está rodeado de amigos. La imagen que antes veía de él, vuelve a mi mente. No pertenezco aquí con él. Es como si me hubiera sacado de su vida, otra vez. Subo escaleras arriba para poder encontrar un baño y poder tranquilizarme. Me doy cuenta que he traído el vaso conmigo. Así que lo tomo de un trago, se siente bien. Me miro en el espejo. Hay un rostro con ojos rasgados, y labios delgados, ¿quién soy? Me acomodo la blusa. —Soy Lina Han. La chica que no se deja derrotar tan fácilmente. Abro la puerta y me encuentro a Bastian yendo a una habitación tomado de la mano con Violeta. Empuño las manos, y finjo ser la chica linda. Sonrío. —¿Lina? —no pensaba encontrarse conmigo aquí. —Bastian, hola. —miro sus manos, y no hace nada por dejársela. —Qué bueno que os encuentro. —¿Qué haces aquí? —trato de no poner los ojos en blanco. Porque es la tercera persona que me pregunta lo mismo desde que llegue. —Vine a bailar un rato ¿Por qué? —Creí que esto no iba contigo, por eso no te invite. Suposiciones. Todos piensan que saben todo de mí, y no saben ninguna mierda. Entonces decidió irse por la Violeta. Que menudo cabrón. Trato de tranquilizarme, solo somos amigos, no puedo reclamarle nada. —Eso piensan todos. Pero no es así, Bastian —su nombre lo pronuncio tan seco que espero se haya dado cuenta. Miro a la chica, es bonita. Lleva un vestido lila corto, y el cabello n***o ondulado hasta la cintura. Es sexy.  —Violeta, un gusto en saludarte. Me retiro de allí y bajo las escaleras. Encuentro a Sanderson, el anfitrión de la fiesta. Y lo llevo conmigo a la pista. Hay una música de reggaetón sonando, algo de una chica cantando sobre las decepciones y un chico respondiendo sobre la noche que se besaron. Es movida. Mi cuerpo sigue la música y aunque nunca creí hacer esto, lo hago por dolor. El cuerpo de Sanderson y el mío están tan pegados y juntos que parecen que estuvieran haciéndolo. Él está mirándome con una lujuria que no sabría describir. Mi cuerpo empieza a sentir chispa, y calor. Nos hacen un círculo, para que solo nosotros podamos disfrutar de ese baile. Cuando casi está por llegar al final la canción. Lo beso. Fue espontáneo. Solo quería olvidar a Bastian, olvidar este sentimiento. Escuché los gritos y aplausos de todos, es como si el beso fuera tan especial, pero sabía que no lo era. Sanderson no significaba nada para mí, nunca habíamos cruzado palabra antes en los pasillos, pertenecía al equipo de Basquetbol, y se mantenía con su grupo de amigos del deporte. Su última novia fue hace un año y había sido transferida a otra escuela. Cuando terminé el beso, pude darme cuenta que todos nos miraban. Me sonrojé. Miré a todos alrededor, entonces lo vi. Bastian estaba mirándome, giré mi rostro y miré a Sanderson. —Han, esto fue genial. —su rostro estaba anonado por el momento y yo solo quería huir. Así que lo hice. Caminé lo más rápido que pude, hasta encontrar aire puro afuera. —¿Qué fue eso? —Bastian estaba detrás de mí. Se notaba cabreado. —Un beso. —Lo sé. Pero nunca te he visto hablar con Sanderson ninguna vez ¿por qué lo besaste? —Tú no sabes nada de mí. —Eso lo sé, pero no entiendo lo que acabas de hacer. No eres así. —No me conoces. —Lina. ¿Qué sucede contigo? —No sucede nada, Bastian. Déjame besar a los chicos que quiera, eso no debe de importarte. —Me importa y mucho. Eres mi mejor amiga. —¿Lo soy? ¿por qué no me invitaste hoy? ¿por qué trajiste a Violeta? —se encuentra desconcertado. —Porque sé que no te gusta casi venir a fiestas. Además, me dijiste que saliera con Violeta, es una vieja amiga y solo quería platicar con ella. —Oh sí. Platicar un cuerno. Hace rato ibas a una habitación a follartela. Abrió la boca. —¿Eso pensaste cuando nos viste? —sacude la cabeza. —No has cambiado mi perspectiva de mi en ti. Sigo siendo el mismo chico idiota que solo se enrolla con chicas en las fiestas. —Eso parecía. —¿Enserio? Lina, al menos ¿confías en mí? —mis ojos se cristalizaron. ¿lo hacía? ¿confiaba en él? —Excelente. Volvió a la casa. Quería retenerlo y decirle que no lo sabía. Que la confianza se ganaba, pero ninguna de las palabras que quería decirle salieron de mi boca. Me fui a casa llorando. Que gran fiesta la que tuve esta noche. Por primera vez, me animaba a ir a una por mi cuenta y resultaba ser un desastre. Menuda suerte la mía. Había jodido todo con Bastian.        Cuando fui a clases el lunes, Bastian se había cambiado de asiento. No había asistido a algunas clases, y en la cafetería estaba de nuevo con su grupo de amigos. —¿Qué sucedió entre ustedes? —al parecer Even no estaba al tanto de nada. Me dijo que esa noche, en la fiesta. Ella se había ido temprano a cenar con Ray. —¿No te lo ha contado Ray? —¿Contar qué? —Fui a la fiesta de Sanderson, y me encontré a Bastian con Violeta tomados de la mano yendo a una habitación a follar. Eso me enojó, así que bailé con Sanderson y lo besé. —¿Qué hiciste qué? —Even estaba con la boca abierta. —Después, Bastian me preguntó afuera, cuando estaba yéndome por qué lo había hecho. A lo cual yo le dije que no le importaba a qué chicos besaba, que era mi asunto. Eso le molesto. Y le dije que él, no estaba para darme consejos porque iba acostarse con Violeta hace un momento. Él dijo que no iban hacerlo, que solo iban hablar. Ósea, iban tomados de la mano, Even. —Bueno, el hecho de que fueran tomados de la mano no significaba nada Lina. Son amigos desde hace tiempo. Tal vez, sólo querían espacio para hablar. —E iban a ir a una habitación. Si como no. No tengo cinco años, Even. No soy tonta. Es obvio que se atraen. —Bueno, conocí a la chica en la fiesta. Bastian me la presentó como una amiga, y eso a ella no le importó. Parecía una buena chica. —¿Ahora estas de su lado? —No. Solo que, en realidad, deberías escuchar lo que tiene que decirte Bastian. —El caso aquí, es que solo somos amigos, y él no tenía por qué reclamarme sobre el beso con Sanderson. —Así es. Sabes, creo que él podría tener sentimientos por ti. Ósea, ¿qué amigo te reclama por un beso con otro chico? —alzó las cejas sugestivamente. Sacudí la cabeza. —No lo creo, ahora lo confirmo. Él está con ella. Y yo acabo de j***r nuestra amistad, porque me preguntó sobre si confiaba en él. —¿Y? —No respondí. —Dios mío, llévatela o te la mando, por favor. —alzó las manos hacia el cielo. —¿Eres o te haces? —Creo que soy, —dejé caer mi cabeza en la mesa. Trágame tierra y escupeme en el antártico.
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