Raven.
Esta mañana vine al doctor con Cassie. Casi es nuestro turno, ha pasado una semana y siento muchas náuseas y mareos. También quiero comer de todo lo que veo. La doctora me realizo algunos exámenes y una ecografía. Espero para saber los resultados.
Veo a una niña pasar con un algodón de azúcar. Es rosa, parece una nube y suave.
—¡Raven, solo mírate! Espero que no sea lo que pienso, tus padres y los míos me castigaran hasta el año 2050. ¡Raven!
—Cassie, mira ese algodón de azúcar.
—Maldición, Raven.
—¡Señorita, Raven! Pase por favor.
Entramos al consultorio y nos sentamos.
—No se preocupe, en su estado es normal que haya subido un poco de peso y se sienta cansada.
—¿Estado? ¡Dígame que no es lo que pienso doctora!
—Señorita, felicidades, tiene doce semanas de embarazo
