CAPÍTULO 2 MUY CERCA DEL CIELO
1112 Words
ADAM
Me termino de abotonar mi uniforme de piloto, tengo un vuelo de Italia, haciendo escala en España y después a México.
Me gusta volar, me gusta mirar el cielo desde cerca, siempre fue mi sueño ser piloto, mi abuelo me ayudó y me apoyó siempre, por el pude estudiar y al graduarme comencé rápidamente a trabajar.
Me va bien, no me puedo quejar, conozco varios países, y si mis planes salen como lo planeo, pronto seré jefe de pilotos.
Lo único malo es que paso mucho tiempo fuera de México y extraño a mi familia, mi hermana Sofía es mi adoración, es mi única hermana, también extraño a mi madre y a mi abuelo, ellos siempre me esperan cuando vuelvo.
Y aunque debería extrañar a Amalia, la verdad es que, si no fuera porque me la paso viajando, creo que nuestra relación se hubiera ido al diablo hace mucho.
La conocí cuando ella aun iba a la universidad, es muy guapa, y la quiero, hemos vivido muchos años buenos, pero desde hace un tiempo, he notado que no le agrada mi familia, al principio trataba de no ponerles mala cara, pero hace un tiempo que ya no le importa, ella quiere tenerme solo para ella.
Me ha dicho que le choca compartirme con mi familia, y eso es lo peor que me pudo decir, yo amo a mi hermana a mi abuelo y a mi madre y trato de estar con ellos y con Amalia, pero ella no me hace las cosas fáciles.
Creo que se detiene y no me ha dado a elegir porque sabe que elegiré a mi familia, aun así, ella no los soporta y eso no me gusta.
Manejo hacia el aeropuerto, al llegar miro a mis compañeros uniformados, Ulises alza su mano saludándome, él y yo hemos volado juntos muchas veces, es además de mi compañero, mi amigo.
Me acerco a él y ambos nos damos un fuerte abrazo, es un buen muchacho, estudiamos juntos y él es muy disciplinado, es alto, cabellos negros y ojos rasgados.
– Hey Adam, ¿cómo estás? – pregunta Ulises después de terminar nuestro afectuoso abrazo
– Bien, ya listo, tenemos que hacer escala en España y después a México, ya quiero volver y ver a mi familia – contesto sonriente a mi amigo.
– ¿Y a Amalia también? -me pregunta con reserva
– Si… claro, también – contesto y Ulises sonríe
– Adam, Adam, ¿qué haces con ella?, deberían haber cortado desde hace mucho – dice Ulises, por algo es mi mejor amigo, me conoce muy bien
– Ella es una buena chica – contesto porque lo es, o lo era cuando la conocí
– Han estado juntos 7 largos años, de la chica que conociste en la universidad, no queda nada, Amalia cambió, tu cambias y sus intereses ya no son los mismo, ¿por qué no hablas con ella?, es mejor terminar ahora que dejar pasar el tiempo y hacerse daño – dice Ulises, suspiro, a veces parece un viejo de 40 años y no un joven de 24, y es que Ulises da muy buenos consejos, es verdad
– Anda mejor vamos a prepararnos, nos esperan 2 horas de vuelo – digo porque eso es lo que dura el trayecto de Italia a España
– No cambies el tema, solo es pero que te decidas pronto y termines con esa relación que ya no te hace feliz – dice Ulises, le sonrío y juntos nos vamos a preparar para abordar, sé que tiene razón, pero no quiero hacer sufrir a Amalia.
**********
Sentado en la cabina del piloto me coloco los auriculares, donde escucho las indicaciones de la torre de control.
Hace un rato revise el tráfico aéreo, todo está perfecto, llegaremos en 2 horas y 15 minutos a España sin problemas.
También cheque la lista de pasajeros, llevamos 550 personas a bordo, es una gran responsabilidad, pero sé muy bien lo que hago, soy muy responsable y cada que tengo la oportunidad, tomo los programas y cursos de pilotos.
Además de que estudié varios años en la escuela de aviación y me gradué en el cuadro de honor.
Ulises a mi lado, revisa que todo dentro de la cabina funcione correctamente, la puerta del compartimiento se abre y entra Olivia, una de las azafatas que nos acompaña, es una mujer muy guapa y muchas veces se me ha insinuado, pero yo jamás le he faltado a Amalia, aunque ya no la amo.
– Hola chicos – entra Olivia mirándome, tiene puesto el uniforme azul marino de aeromoza, su falda es un poco más corta de lo normal, entallada a sus caderas, es delgada y su cuerpo está muy bien proporcionado, su cabello es rubio, y lo tiene recogido en un moño alto.
Sus labios están pintados de rojo y sus pestañas muy alargadas, me guiña el ojo y me sonríe con coquetería, Ulises a mi lado, me mira y se ríe al darse cuenta de nuevo de los coqueteos de Olivia.
– Hola – contesta Ulises y después lo hago yo
– Estoy muy feliz, desde París no nos tocaba volar juntos y ya te extrañaba – dice Olivia y me abraza por detrás. Ulises está muy divertido con la escena y yo le amago los ojos con reprimenda
– Bueno, hay que comenzar, no nos demoremos más – contesto y me la quito discretamente, ella deja de abrazarme sin dejar de mirarme
– Espero que, en la escala de España, podamos comer juntos – me dice Olivia, no le contesto, solo le sonrío, ella sale y yo solo miro el volante del avión
– Si dejaras a Amalia, podrías hacerle caso a Olivia, la pobre lleva 2 años haciendo su luchita contigo y tu no le das ni una esperanza – comenta Ulises divertido y lo miro mal
– ¿Como crees que le voy a dar esperanzas?, yo estoy con Amalia – contesto un poco enojado
– Pero no la amas o ¿me equivoco? – me dice Ulises con firmeza, no digo nada, tiene razón
Me concentro en encender el motor para poder despegar, de reojo miro a Ulises, niega con la cabeza, sabe que no diré nada más a esta conversación.
Maniobro el avión y reviso los controles, todo está perfecto, escucho por los auriculares que la torre de control da el permiso para el despegue, reviso las rutas y patrones del vuelo y comienzo a elevarnos, amo volar, me siento libre, me siento pleno, y mientras el avión alcanza más altura siento la adrenalina, esto es lo que me gusta, estar entre las nubes, muy cerca del cielo.
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