Angeles y nuestro hijo, regresaron a la casa, estoy muy feliz, mi vida tiene sentido otra vez. — Hola nena – digo y le doy tierno beso en los labios, después beso su vientre, ella acaricia mis cabellos y yo la miro con cariño — ¿Cómo te fue? – pregunta con interés, acaricio sus mejillas y le doy otro beso en los labios — Bien, todo está bien – digo y sonrío, me acuesto a su lado y ella se acomoda en mis brazos. Había extrañado verla dormir en mi cama, podría mirarla así por siempre. Escucho en el fondo la hermosa voz de Angeles, sonrío y abro lentamente los ojos, veo su mirada ansiosa, me levanto rápidamente de la cama y me arrodillo frente a ella — ¿Te sientes mal? – pregunto con ansiedad — Creo que ya va a nacer – dice con dificultad, me levanto y tomo las cosas que tenemos prepa