Capítulo 3

1472 Words
Lindos ojos marrones... —Claro – dice Laura, la miro por el retrovisor y sonrío, después miro a Angeles — ¿Y qué tipo de música te gusta Angeles? – digo y ella me mira avergonzada —Ehh, de todo un poco, la que pongas está bien – dice y quita su mirada de mí nerviosamente —Ok – digo y oprimo el botón del estéreo, suena la última pista de mi reproductor, es electrónica, miro a Angeles y sonríe, creo que le gusta, yo sonrío también — ¿Y cómo te fue? – digo sin pensar pero no puedo ser tan obvio, vuelvo a decir — ¿Cómo les fue en el trabajo? – termino y Laura habla —Bien, hay mucho trabajo, pero todo bajo control, y a Angeles le fue excelente ¿verdad? – dice Laura mirando a Angeles — ¿De verdad? me da mucho gusto oír eso Angeles, nuestra empresa es una de las más importantes a nivel mundial, creo que te va a ir muy bien con nosotros – digo con orgullo, Angeles me mira con sus destellantes y hermosos ojos marrones —Sí, lo sé, por eso estoy muy feliz de trabajar en las empresas Cantú – dice ella y sonrío complacido, seguimos hablando de la empresa, casi siempre es Laura la que contesta, Angeles es demasiado tímida, pero aun así es muy hermosa. —Yo aquí me quedo – dice Laura, y sonrío por dentro, por fin me quedare a solas con Angeles —Me parece muy bien, fue un placer. – digo y le sonrío, Angeles mira a Laura con nerviosismo —Hasta mañana Angeles – dice Laura mientras se acerca y le da un beso en la mejilla, Angeles le corresponde y nos despedimos —Alex  yo también debería bajarme, la verdad no quiero molestarte y desviarte de tu camino, puedo tomar un taxi – dice Angeles impacientemente, pero ni loco voy a dejar que se baje —Ya te dije que no me molestas yo me ofrecí a traerte, los taxis no me dan confianza, una mujer  tan linda como tú no debería de andar sola por las noches. – digo firmemente para que no insista, ella me mira con incredulidad —Mejor cuéntame de ti – digo con delicadeza, quiero saber todo de ella —Uhmm no hay mucho que contar, soy muy aburrida en realidad – dice con timidez —Eso no puedo creerlo, eres muy interesante, al menos para mí, ¿vives con tus papás? – pregunto con curiosidad, me mira fijamente, daría lo que fuera por saber que piensa —Entonces ¿si vives con ellos? – digo y ella me mira con timidez —Eh si, si vivo con mis papás, y mis dos hermanas – dice por fin —Mm Muy bien y ¿tienes novio? – digo repentinamente, la verdad no quería ser tan directo pero tengo que saber —No, no tengo – dice y sonrío por inercia — ¿De verdad?, no puedo creer que una mujer tan bella como tú no tenga novio, al menos debes tener una enorme lista de pretendientes – No tiene novio, eso significa que… ¿qué estoy pensando? —No, no lo creo – dice y la miro, no puedo dejar de hacerlo, nunca me había sentido tan atraído por una mujer, no lo digo solamente por el físico, Angeles es hermosa, aunque no se vista elegantemente y no use maquillaje, su suave y delicada piel, y sus delgados labios, hacen juego con sus brillantes y tímidos ojos marrones, pero no es solo eso, hay algo más en ella que hace que quiera estar cerca. —Entonces, acabas de salir de la universidad – digo, ella me mira haciendo que me pierda en su hermosa e inocente mirada Todo el camino le pregunto sobre todo, ella me cuenta de su escuela, de su familia, es una niña de casa, se nota a leguas que no tiene experiencia, tal vez es esa sencillez  lo que me atrae de ella, aun no lo sé. — ¿Es aquí? – pregunto con interés —No, es una calle más, pero aquí está bien – dice con timidez, la miro confundido, ¿Por qué no quiere que la lleve hasta su casa? Pero puedo llevarte hasta tu casa – digo con agobio, quiero seguir cerca de ella y verla sonreír con inocencia —No, de verdad aquí está bien, muchas gracias Alex de verdad no te hubieras molestado – dice torpemente —Ya te dije que no es molestia eres un poco testadura – digo y sonrío, ella sonríe también, Dios, es tan bella, me bajo del coche y le abro la puerta, sale y me acerco para quedar a centímetros de su cuerpo, se ruboriza y después se aleja disimuladamente —Me gustó mucho traerte y platicar contigo – digo y la miro fijamente. —Gracias, a mí también me gustó mucho platicar contigo – dice y sale de mi alcance —Hasta mañana –dice con su dulce y hermosa voz —Hasta mañana Angeles, que descanses – digo mientras miro como se aleja, no sé qué demonios me pasa, no es como las mujeres a las que estoy acostumbrado, siempre he salido con modelos o mujeres muy elegantes y glamurosas, Angeles es sencilla, sin aires de superficialidad, su inocente mirada y su dulce sonrisa no las tiene ninguna otra mujer con las que he estado. Subo a mi auto y conduzco a toda velocidad pensando en ella, en su voz, en lo hermosa que se ve sonrojada o como tropieza con sus palabras cuando se pone nerviosa Llego a mi departamento y abro la puerta, aún tengo una sonrisa en los labios al recordar lo dulce que es, llego a mi cuarto y enciendo la luz, miro a Rebeca acostada en mi cama, esta desnuda solo la cubre una sábana, me mira y sonríe sensualmente — ¿Qué haces aquí ¿– digo cortantemente, se acerca y deja caer la sabana — ¿Tú que crees? – dice y acerca su desnudo cuerpo a mí, me acaricia el pecho y me besa, no le correspondo, pero a ella parece no importarle, me alejo y me mira confusa — ¿Qué te pasa? – dice mirándome fijamente, la ignoro y me quito el saco y la corbata, después desabotono  mi camisa, mientras ella sigue parada —Nada, solo estoy cansado – digo secamente, y se vuelve acercar a mí —Eso nunca ha sido un impedimento para que me hagas el amor salvajemente – dice y trata de besarme pero me alejo nuevamente de ella —Ya te dije que estoy cansado, me voy a bañar – digo y entro al baño dejándola desnuda en medio de mi cuarto, no sé qué me pasa, solo pienso en Angeles, ¿que estará haciendo?, ¿pensara en mi como yo pienso en ella?, maldita sea ¿qué me pasa?. Salgo del baño con una camiseta blanca y mi pantalón de dormir, Rebeca esta acostada en la cama, con una revista en la mano, sigue desnuda, a veces me harta su superficialidad, me mira y deja la revista — ¿Entonces me vas hacer el amor o qué? – dice con frialdad —Rebeca déjame en paz – digo con fastidio, se levanta y se cubre con la sabana — ¿Vienes de estar con otra verdad? – dice con furia, si supiera que sí, que vengo de ver a la mujer más dulce que he conocido en mi vida, Rebeca sigue mirándome con furia —Contéstame Alex, ¿vienes de revolcarte con alguna de tus amantes? – dice con odio —No Rebeca, no vengo de acostarme con nadie, ¿puedes dejarme en paz? – digo para que me deje tranquilo, me mira y se pone tensa sabe que está empezando a irritarme —Lo siento cariño, solo que ya no quiero compartirte con nadie – dice acercándose nuevamente a mí, pero me alejo y me meto a la cama, ella solo se acuesta a mi lado, estoy harto de los celos de Rebeca, la verdad es que tiene un poco de razón, yo he estado con otras mujeres, ella lo sabe, pero nosotros no tenemos nada oficial, solo es sexo, así que no tiene derecho a reclamarme nada y nunca se lo he permitido. Trato de dormir, después de la pelea con Rebeca, ella está dormida abrazándome, estoy de espaldas, no puedo dormir, solo pienso en esos los lindo ojos marrones llenos de ilusiones, ¿qué me hiciste Angeles?, ¿cómo te metiste en mi cabeza? hace solo unas horas que te vi, ahí parada en medio del elevador sin poder hablar y ahora solo pienso en ti, y así me duermo soñado con esos lindos ojos marrones.  
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