Ariana Había pasado una las mejores noches de mi vida, Alek estaba siendo muy cariñoso y eso estaba volviéndome loca. Lo vi dormir a mi lado en la cama del hotel donde nos quedamos, y sonreí por automático acercándome a él para depositar unos pequeños besos por su cara, haciendo que sonría entre sueños. A mi mente vinieron los recuerdos de anoche y me apresuré a escribir unos mensajes a Sasha de que estaba bien, antes de que comenzara a bombardearme con llamadas. Volví a besar a Alek y esta vez deposité este beso de su boca, haciendo que despertara y me atrajera hacia su cuerpo, sintiendo su incipiente erección. —Mmm, me encantaría despertar así todas las mañanas, nena. —Parece que te alegras de verme —dije, mientras besaba su cuello. —Sí, nena, eso es más que evidente —soltó una r

