10. Toma mi mano

2073 Words
Justo cuando los chicos aprovechaban en salir, pues ya se habían quedado mucho tiempo con Emma, vieron el auto de Pool estacionarse frente a su casa. Vieron a Pool caminar hasta entrada principal, tenía buen semblante lo que quería decir que lo que sea que había hecho Jack había funcionado. Aun así, él mismo Jack trató de detenerlo. — Solo quiero... — Miro a Emma por sobre el hombre de Jack que le impedía el paso. — Jack. — Le pidió. — No es el mejor momento, Lautner. — Pidió él. No estaba siendo egoísta, pero había visto lo aturdida que quedó Emma tras lo poco que encontró acerca del mundo mágico, Jack creía que Pool venía con nuevo drama, pero esta vez se había equivocado. Emma le pidió con la mirada que se apartara y Adrián ayudo a moverlo del camino, cosa que ahora podían verse directamente. No estaban cerca el uno del otro, Emma se había quedado justo junto a la puerta y Pool estaba al pie del ultimo peldaño de la pequeña escalera de la entrada. Se observaron por un buen tiempo, y los chicos se quedaron alrededor observándolos, esperando a que algo pasara porque creían que algo iba a suceder que los obligaría a llevarse a Pool lejos de Emma. Pool habló: — Yo... — Se paró decentemente. — Yo solo quería agradecerte. Emma solo lo miró por mucho tiempo, quería hablar tanto pero las palabras no salían de su boca y cuando lo quiso hacer solo pudo emitir un llanto. Pool se asustó, los chicos también; Emma solo lo miraba y no dejaba de llorar ahí parada donde estaba, hasta que tuvo el valor de decir algo. — ¡Lo siento mucho! — Dijo apenas con la voz quebrada, se puso de cuclillas y siguió llorando mientras se abrazaba las rodillas. Nadie entendió que estaba sucediendo, ¿de qué se estaba disculpando? Para comenzar ¿por qué? Si hace unas horas atrás había asegurado no sentir nada por el muchacho. Los amigos, testigos de la situación, miraban desde lejos, sin saber si debían o no interferir; fue Pool quien decidió acercarse a ella y ponerse de cuclillas para ponerse a su altura y verla mejor. Levantó suavemente su cabeza. Emma tenía todo el rostro mojado, ver eso no fue fácil para Pool. — ¿Qué sucede? — Quiso saber honestamente. — Siento mucho no quererte de la manera en la que tú lo haces, te hice pasar por tanto y todo el tiempo creí que dependía de ti cuando ¡no es así! — Seguía llorando. — Lamento que tengas a una humana de mate. — Pool la abrazó y lloró con ella. Ahora todos entendían la situación, y más que entender simpatizaban con Emma. — Perdón por causarte tanto dolor... Yo no sabía... — No digas eso. No necesito a nadie más que tú en vida, no me arrepiento de haberte conocido... No lo hagas tú, por favor. — Le pidió, Pool. — No me arrepiento de nada, eres de las mejores personas que pude tener en mi vida. — Respondió ella. — Entonces, ¿ya no me odias? — Porque eso había sentido Pool cuando Emma se enteró de su origen. Emma no respondió al momento, recordó ella misma todo los sentimientos encontrados de estos últimos días, más de una semana ya. — ¿Emma? — Pool se separó un poco de ella, lo suficiente para poder ver sus ojos. Ella había cambiado su manera de ver a los de su especie, a los del mundo mágico en general, teniendo en cuenta que su salvador era un vampiro y su mejor amigo un hechicero. Gracias a lo que había escuchado de Thiago y de sus amigos ahora no veía el mundo mágico como algo peligroso, como algo a lo que debía aborrecer. Contrario a eso, todo lo que había vivido la última semana le había dado una nueva perspectiva de la situación, el único monstruo ante sus ojos era Anna. — Jamás. — Confesó. — Estuve decepcionada y aterrorizada al creer que todos eran como ella, pero jamás podría odiarte. — Eso que sentiste es peor. — Pensó, Lautner. — No puedo disculparme por eso...— Pool vio sus ojos rojos, húmedos aun. Estaba siendo sincera, sin ánimos de iniciar una pelea.— Fue una verdad tras otra, todo revelado en una misma noche después de que por un momento creí que moriríamos. — En el accidente.— Entiendo que fui injusta contigo... — Ella quería seguir hablando pero Pool la ayudo a pararse, lo que la detuvo porque pudo verse así misma y darse cuenta de la situación en la que se habían puesto, felizmente sus padres no estaban en casa. Quiso preguntar, pero finalmente solo salió: — Gracias. — Quiero seguir con nuestra platica en un lugar más cómodo, si estas de acuerdo. — Ella asintió. — Yo sé el lugar perfecto. — Le sonrió amable. Para cuando se dieron cuenta los chicos ya se habían ido, viendo que todo iba bien entre ellos no había necesidad en quedarse. Emma llevó a Pool al pequeño jardín detrás de su casa, muy cerca del taller de su padre, pero otra vez, no había nadie en casa. Eso incluía al nuevo m*****o de su familia... Emma pensó en él momentáneamente, no lo había visto desde que ella regresó, nadie lo había confirmado por ella, pero recordar el día de su reciente secuestro, como él la salvo, él era como ellos y era otro tema que se tenía que aclarar, pero no en este momento. Movió la cabeza, quitándose esos pensamientos, este era el momento que tanto necesitaba con Pool, no quería pensar en nada más que eso. Aclarar las cosas. — Realmente te gustan las flores — Emma sonrió anchamente recordando su primer encuentro en su antigua casa, él recordaba el jardín de Emma. Y no es que tuviese un enorme espacio lleno de flores, realmente era muy pequeña, un sofá colgante rodeado por muchos tipos de rosas y flores muy bien cuidadas, se notaba la dedicación. — ¿no es así? — Es un poco obvio. — Rio con un poco de vergüenza. — Es un pedacito de mí... Supongo. — Las contempló mientras se sentaban. Miro a Pool una vez más, esos ojos preciosos color café, su olor particular... ¿Cómo el miedo pudo hacer que olvidara lo seguro que se sentía estar a su lado? Suspiro. — Sé que todo lo que dije en ese momento... — Tuvo que recordar aquella noche, así que por inercia giro el rostro. — No... — Pool sostuvo su mejilla. — Mírame, mira mis ojos, no tienes que recordar eso sola, estoy aquí. — Emma comenzaba a llorar, sin haberlo buscado de hecho, odia llorar como si todo le doliera y es que últimamente lo sentía de esa manera, sus emociones iban del extremo al otro y eso la asustaba a veces. — Estoy aquí. — La animó. Pool quería escucharla, quería saber todo lo que pasó por su mente, todo lo que recordaba, quería saber su punto de vista. — Cuando ella devolvió mis recuerdos, sentí que me ahogaba en la mentira que había sido toda mi vida. Las personas que más había confiado, tú a quien quería, todo había sido una mentira, no podía diferir entre la realidad y la fantasía; una cosa que tenía en claro es que ese ser quería mi muerte... — Tragó saliva. — Dejé mis sentimientos de lado, mi lógica tomó el mando y ya sabes el resto. — Pool asintió. — No me voy a excusar, lo que dije debió ser horrible a tus oídos, tú estabas herido y yo... — Se tapó la boca, quería llorar otra vez sus ojos la delataban, se había enterado entre tantas cosas que la razón por la que Pool no se curó rápidamente como debió ser, fue en esencia, por su rechazo. — No lo sabía. — Le dijo. — Lo sé, — Pool realmente no le echaba la culpa de nada— lo sé. — Sé que lo que hice no fue lo mejor, y por eso, por cómo te hice sentir te pido disculpas. — Pool asintió sin decir más. — Aun así, yo no puedo pedir perdón por como decidí resolver lo que ustedes me ocultaron, lo que tuve que enfrentar creyendo que todos querían mi muerte. Yo sé que tal vez eso no pasaría por la mente de cualquier persona, pero después de ver tantos sucesos extremos en mi vida, no puedo evitar actuar a la defensiva. — Lo sé. — Ella negó. — No me estoy excusando, Pool. Quisiera que todo sea perfecto entre nosotros ahora que sé quien eres, pero no es así. — Pool no entendió, ¿lo estaba volviendo a dejar? ¿sin siquiera comenzar? — Yo puedo controlar tal vez que mis palabras no te afecten, pero al final del día si estoy en una situación como la que estuve, mi lógica va ir por delante, y mi lógica me dice que debo mantenerme con vida a toda costa. Eso sonaba horrible para los oídos de cualquiera, pero Pool la conocía, ella más que nadie quería que no fuese de esa manera. Pero, lo mejor que podía ofrecerle era su honestidad. — ¿Eso quiere decir que me quieres de vuelta? — Le preguntó simpático. Emma no supo que responder. — Aún me quieres, ¿no es cierto? — Ella asintió. — Y si estás disculpándote por tus palabras, eso quiere decir que quieres retractarte ¿no es cierto? — Quiero querer retractarme, Pool. Pero, ¿es eso lo mejor para nosotros? — Pool quiso responder inmediatamente. — Yo sé que fui muy dura, pero ahora solo quiero que estemos en la misma página, sin mentiras, sin verdades a medias, ¿crees que es lo mejor? — Pool asintió. — Jake dijo que el vinculo aun no se dio, es por eso que no te siento de la misma manera en la que tú lo haces. — Aunque eso pasara, nunca podríamos sentir exactamente lo mismo. — Ella entendió su punto. — Y esta bien. — Me refiero a... — ¿Desvincularnos? — Ella asintió. — No moriría, o al menos eso parece. — Quiso animarse. Pool no le hizo gracia. — Mi punto es... Tal vez estarías mejor sin mí, ¿no lo crees? — Si tan solo tú creyeras tus palabras no estarías aguantando esas lagrimas. — Emma se mordió el labio, él tenía razón. — Ella no me va a dejar en paz hasta que muera, o ella muera. Y eso solo va a terminar en tragedia, no quiero imaginar que algo pudiera... — Soy un alfa, no tan fácil de hacer daño. — Explicó. — Y aún así logró hechizarte la primera vez que lo dejamos, ¿recuerdas? — Él bajo la cabeza, ¿qué podía decir? — Sé que ella va en serio, su odio la ha llevado a todo esto, una posible guerra... — Pool cerró los ojos, estaba esperando que ella no se hubiera enterado de eso último. — Esperaba que no oyeras eso. — Confesó. — Aún es un rumor. — Eso no ayudaba a calmar el estrés de toda esta situación que Emma estaba sintiendo. Pool lo entendió. — ¿Quieres que sea honesto? — Por favor. — Si quieres basarte en quién pierde y gana, podríamos ir ahora mismo con una bruja vidente. — Emma sonrió aliviada, pero al segundo se dio cuenta que ese no era el punto. — ¿Pero... ? — A mi no me importa si el final es trágico, todo lo que hemos vivido y lo que podríamos vivir juntos, lo vale. — Le aclaró. — No digas eso. — Emma esta desolada. — Incluso si me dejarán elegir quién seria mi mate, te elegiría a ti. ¿Entiendes? — Emma negó sin poder entender los sentimientos de Pool. — Tú vales todos los posibles finales de mi vida. — Emma lo abrazó conmocionada, no lo entendía pero agradecía esas palabras. — Ahora todo queda en ti, Emma. ¿Qué quieres? Sí quieres desvincularnos, te ayudaré, sea lo que sea, estaré de tu lado. — Emma se separó del abrazo para mirarlo unos segundos. — ¿Qué quieres? — Le volvió a preguntar, con una tono apaciguador. Emma lo besó. — A ti. — Respondió sobre sus labios.
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