9.Paola y Adrián

2031 Words
Llevábamos buen tiempo mirándonos las caras, sentados en la sala, tiempo suficiente para exasperarme. — ¿Alguien quiere comenzar? — Pedí con poca paciencia. Jake vio a nuestro amigo pero como no obtuvo ninguna respuesta se animó: — Como ya sabes, Adrián es un alfa como Pool y tiene las mismas obligaciones... — Cerré los ojos, si volvía a mencionar a Pool se me acabaría la paciencia. — Si lo sabías, ¿verdad? Jake me había explicado la vida de Pool en detalles generales, evidentemente me tuvo que decir que era como una especie de Rey, cargo que los suyos llaman Alfa; esta introducción era necesaria para que me hiciera entender porque todo lo relacionado con él y conmigo involucraba al resto, y también el sentido real de que se mantuviera con vida. Pero, nadie me había dicho algo acerca de Adrián; aún quería creer en que él no tenía que ver con este mundo cuando mi amiga me contó del problema. — ¿Cómo esperas que sepa todo de la noche a la mañana? — Ni siquiera Thiago quería contarme más de lo necesario. — ¿Si recuerdan haberme dejado creer que estaba perdiendo la razón a decirme que existía un mundo lleno de seres mágicos? — Los miré mal, ambos bajaron la cabeza. Quería poder odiarlos, pero realmente no podía sentir eso; aun así, no quitaba este sentimiento de molestia. — Vaya amigos que me encontré. — Emma... — Adrián quiso hablar pero lo corté. — No voy a disculparte si eso esperas. — Dejé clara. — De hecho, eso es lo único que todo el grupo espera. — Confesó con franquesa. — No sabíamos exactamente tu pasado con aquel accidente, no sabíamos que habías sido parte del grupo de niños involucrados, — eso era cierto, solo Jake, Paola y Pool lo sabían— y cuando lo supimos ya te habíamos perdido. — Se explicó. — Y por otro lado, nuestra existencia tampoco es algo que se pueda contar libremente. Miré mal a Jake. — Eres bueno vendiendo. — Le respondí a Adrián. Se me había ido el fastidio, podía ver con mayor claridad tras su defensa. Le di un abrazo. — Dile a los chicos que no estoy enojada con nadie, y que tampoco los voy a evitar. — Aclaré. Ni bien dije eso, Adrián sacó su móvil e hizo una video-llamada. Vi a Sara del otro lado, estaba junto a su novio, una vez me vio no dejó de hablar a pesar de que Adrián le hubiese dado la noticia; nos quedamos hablando un poco más antes de colgar, en realidad no les tenía temor como imaginé al enterarme de todo esto, al final los seguía viendo como eran, mis amigos. — Bueno... — Llamó, Jake. — En lo que estábamos. — Yo continuaré. — Pidió, Adrián. — Como ya dijo Jake, soy un líder... Mi reino— hice una línea con los labios al escuchar la palabra, no podía acostumbrarme tan rápido— está al noroeste de aquí, muy cerca del límite con la ciudad vecina, pero dentro del mundo mágico. — Entonces, ¿no viven aquí? — Él negó. — Solo tu reino habita en el mundo humano. — Alcé una ceja. Adrián suspiro. — El que gobierna Lautner actualmente. — No respondí, no quería pensar en eso ahora. — Te diré lo mismo que a Paola y a todos los que me conocen, yo nunca he buscado a mi mate, no me interesa encontrarla. — Estaba tratando de recordar que significaba esa palabra, sabía que era de gran importancia... — Su alma gemela. — Me ayudó, Jakkie. — Pool y yo. — Pensé en voz alta. Borré el pensamiento. — ¿Por qué no quieres encontrarla? Entiendo si fueras un humano y no creerías en eso, pero... — ¿Por qué sigo pensando en mi situación? ¡Caray! — ¿Por qué? — Al principio, por temor. — No lo entendí. — Había visto situaciones horribles cuando un mate rechaza al otro y siendo que yo no estaba interesado, quería evitarme el posible rechazo. — No tenía motivo pero quería llorar, todo lo que Pool había pasado por mis rechazos. — Emma, ¿estás bien? — ¿Qué cosas viste? — Jake negó con la cabeza pidiéndole que parara. — Dime, no creo que seas alguien fácil de atemorizar. — No estoy yendo contra ti, ¿vale? Todos sabemos que tu situación fue distinta. — Apreté los labios. — Vi cosas no tan graves hasta las mas grandes, al principio pensé que tomaban el vinculo como excusa para remediar el ridículo que hacían en las calles, los dramas irracionales y otras cosas, hasta que vi cosas fuertes... — Sigue hablando. — Pedí al ver que no quería continuar. — Vi casos de suicidios por la desvinculación, asesinatos políticos— no entendí esa parte— porque están vinculados si uno muere el otro lo hace. — Al instante miré a Jake, él no me había dicho. — Otra vez, tú caso es distinto. — ¿Recuerdas el tablero que les enseñé? — Traté de hacer memoria. — ¿De la vez que Pool te llevó a una clínica acusándote de no tener sangre en las venas? — Reí al recordarlo, pare al instante. — Ajá.— Confirmé, breve. — Te lo expliqué a grandes rasgos. — Comenzó. Y solo se digno a hablar de ella porque encontré la bendita tabla. — Ese tipo de magia que logró mantenerte alejada de tu mate, esa misma que no te deja sentir por completo, — arrugué la frente— hace también que la muerte del otro no los afecte, eso y que aun no han completado el vinculo. — Por supuesto que hay algún ritual creepy por completar. — Comenté con cansancio. — No es de ese estilo. — Aclaró, Jake. — Y volviendo a tu pregunta, es por eso que la muerte de Pool no podría afectarte. — Quería seguir preguntando. — Pero, una vez que se hace el ritual, regularmente son uno solo en todos los sentidos. — Volvió a explicar, Adrián. — Y por eso los asesinatos... — Resolví. — Es una buena razón para no querer encontrar a tu alma gemela. — Como dije, al principio fue eso, sabía que eventualmente llegaría. — Otra vez no había captado. — Si uno no busca la naturaleza se encarga de hacerlo. — Reí incrédula. — Todo el tiempo que estuve con Paola me hizo cambiar de perspectiva, al principio creí que si mi mate aparecía haría lo que corresponde de acuerdo a las tradiciones; sin embargo, ahora no pienso de esa manera, no quiero estar con nadie más que no sea Pao. — Pero... — Siempre hay ¨peros¨. — Mi mate apareció. — Confesó. — Y te enamoraste de ella también. — Ya estaba a nada de insultarlo, pero él negó. — Aún ni siquiera la he visto. — Eso era raro. — El problema no es su aparición, sino su posición. — Hoy estoy aprendiendo mucho. — Dije de mala gana. — Déjame adivinar, su posición social es crucial. — Sobretodo ahora que se esparció el falso rumor de que queremos iniciar una guerra con los europeos. — Miré a Jake, ¿de qué rayos me perdí? — Sospechamos que fue Anna quien tuvo la gran idea. — Lo volví a mirar con franca molestia. — Pasó mientras estabas en el bosque, Pool en el hospital, y tú... — No quería ser parte de ese mundo. Asentí con la mirada. — Mi gente está insegura, imagina miles de seres esparciendo rumores sin fundamentos, ya hemos sufrido algunos daños de la misma manera que en la manada de Pool — Explicó. Quería preguntar por los daños, pero Adrián siguió hablando. — El concejo...— Miré a Jake. — Imagina a un congreso o un senado. — Me sonrió. Apuntemos que hay un concejo dentro de un reino, tal cual como los gobiernos de este lado. — El concejo de ancianos ha propuesto aliarse con el reino vecino, según su propuesta mi mate se encuentra ahí. — Y debe ser alguien importante. — Es la princesa de un clan importante. — ¡¿Una princesa?! — Me emocioné por un segundo, pero luego reparé en la otra palabra. — ¿Por qué dices ¨clan¨y no ¨manada¨? — Jake se metió. — Manada de lobos, Aquelarre de brujas / hechiceros, Clan de vampiros. — Me volvió a sonreír. — Les daré una clase a ustedes. — Lo miré mal. — Entonces, — volví mi mirada a Adrián— ¿te planean casar con un vampiro? — Él asintió. — ¿Cómo es eso posible? — Siempre que sea mi mate, no hay problema con la especie. — Reí de lado. — Eso no comparten los padres de Pool. — Volví a pensar en voz alta. — Quise decir, una especie distinta dentro del mundo mágico. — Ah. — Que un humano sea tu mate es mucho más complejo, por eso la mejor posibilidad es la desvinculación, sobretodo si se trata de un alfa. — Lo miré mal. — ¿Ah, si? — Alcé una ceja. — Emma, es por protección a ustedes. Nada más para comenzar hay probabilidad que uno enloquezca al conocer nuestro mundo, — eso si lo entendía— y el ritual tampoco es algo que un ser humano pueda soportar fácilmente, lo más probable es que muera en el intento. — Eso no sabía. — Ahora todo va teniendo sentido. — Volviendo a lo que decía, — Adrián tenía paciencia, estaba haciendo muchas preguntas— teniendo en cuenta a quién sugieren como mi posible mate es mucho más complicado rechazarla, sin embargo mi plan es convencerla de cancelar la propuesta matrimonial juntos. — ¿Por qué ella te apoyaría? — Pregunté con mucha curiosidad. — Conocí a su novio, — abrí los ojos a modo de sorpresa— según el informe está muerto, debe ser esa la razón real por la que quieren casarnos. — Divago. — Es realmente una pena, sin embargo, creo que ella podría ayudarme. Tengo la esperanza que la princesa tenga la misma valentía que su fallecido novio. — No estoy segura que alguien en luto pueda ayudar, pero ¿cómo va tu plan? — quise saber — ¿Cuál es la promesa que le diste a Paola? — La idea es básicamente esa, rechazar la propuesta al mismo tiempo. — Cerró los ojos. — Pero, aun no he logrado contactarme con ella. — Rodé los ojos.— He estado enviándole cartas durante estos días, pero no obtengo una respuesta... Tal vez y tengas razón, pero no pienso rendirme tan fácilmente, me presentaré al castillo si es necesario. — ¿Y si eso no es suficiente? — Adrián se quedó mirándome. — Voy a rechazarla sin importar su posición. — Tomó un respiro. — Se que habrá una solución, algún otro aliado... De todas maneras, tengo el apoyo de Lautner y si hubiese una guerra...— No continuo. Nadie habló por muchos minutos, entendía la situación ahora. Anna siempre arruinaba las cosas y ahora estaba arruinando la vida amorosa de mi mejor amiga, no quería pero me sentía parcialmente responsable. Ya todos teníamos en claro que todo lo que hiciera Anna lo hacía solo por mi causa. — ¿Cuánto tiempo queda para ese matrimonio? — Pregunté. — Ha pasado poco más de un mes desde que recibí la noticia, el matrimonio debería celebrarse dentro de dos o tres semanas alrededor. — Pensó, parece que él tampoco lo había contemplado al detalle. — Es muy poco tiempo. — Es muy poco tiempo. — Confirmé. — Escucha, si ya planeaste hacer todo eso por Paola, y Jake te esta apoyando no soy quien para ir en contra de tus planes, pero si te voy a pedir que no le andes dando esperanzas hasta que la boda realmente se cancele, ¿puedes hacer eso? — Adrián asintió. — No diré nada si no hay buenas noticias, pero cuídenla por mí. Díganle lo de hoy, que no se preocupe demasiado. Le sonreí. Adrián la quería.
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