—Am, ¿quién?—pregunto tratando de sonar confundida. —. Tal vez sólo nos parecemos. —No —ella niega con la cabeza. —. Ojos cafés, y cuerpo envidiable, tuvo una controversia en una conferencia de su esposo. —Definitivamente no soy yo, vivo sola, y tengo un hijo —le sonrío. —. Adiós. Empujo la puerta, y tomo un taxi inmediatamente al salir. Dentro del auto, suspiro aliviada, toco mi pecho tratando de calmar mis nervios, y veo mi anillo de casada. Me lo quito con un poco de dificultad pero lo logro, quiero botarlo pero no me atrevo. Y termino llorando de impotencia, ¿tan difícil le es a Jhon elegirnos? Ya veo que su negocio le importa muchísimo. El tiempo pasa, y el pastor me consigue un trabajo más decente, no digo que ser modelo sea algo malo, sólo que no es lo mío, aunque aún no me dec