Al ver que no digo nada, se acerca a mí y me quita la pistola de las manos lentamente. —Yo...—Las palabras no salen de mi boca, tengo un nudo en la garganta —Me dio tanta rabia que no me pude controlar. Él se arrodilla frente a ella y toca al lado de su cuello. — ¿La maté?—pregunto asustada. Saca su celular y no tengo idea de a quien llama sólo sé que no es nada bueno ya que suspira. —Yo...lo siento no quise darte más problemas ¡pero porqué vino! y-y... Se acerca y toma mi rostro bruscamente entre sus manos obligándome a verlo a los ojos. —Tranquila, tú no hiciste nada ¿de acuerdo? pase lo que pase no hiciste nada. —Si tan sólo no hubiera amenazado con los niños te juro que no lo haría, sabes...—L miro a los ojos y tomo sus manos —. Tú..me conoces —Amor, tranquila, ya, estoy aq