Andrés Me pasé dos días vuelto mierda encerrado llorando en mi habitación, no quise comer, no quise salir, esto fue mucho peor que hace meses con Catalina y Carlos al haberle dado a Marla todo de mí, pues fue más de lo que quise y ni cuenta me di cuándo lo hice, pero aquí conocía las consecuencias en medio de tan terrible invierno y aun así, la vida es piadosa en ese punto, uno que me ha dejado al borde del abismo listo para saltar y tocar fondo, mas era algo o alguien que lo impedía al enviarme a Lucho quien ingresó a mi recámara detallando los pedazos de mi corazón esparcidos entre estas paredes. —Tuviste razón desde el comienzo, no debí confiar en Marla —fue lo único que salió de mí en cuanto se hincó. —Te equivocas, así como yo también me equivoqué con ella en su momento. —Lo dice