La primera vez.
Llegué temprano a la escuela, me senté en aquella banca y acomodé mi cabello, hoy especialmente me había arreglado más de la cuenta, cuidando cada detalle en mi aspecto. Y me sentí un poco entusiasmada al ver su auto llegar.
Lo miré bajar, se veía tan pulcro, el uniforme de la escuela le quedaba muy bien, caminó en mi dirección y me hizo suspirar cuando se alisó el cabello con sus dedos.
A veces creía que Jack tenía diferentes modos, si, (Modo guapo, modo serio, modo inteligente, modo sexy), y así, él solo encendía cualquiera de sus modos y bum.
Se detuvo frente a mí y me miró fijamente. —¿Estabas esperándome?—Preguntó con aquella mirada carismática y esa sonrisa coqueta.
Yo solo asentí tratando de no enloquecer.
—¿Y ahora qué?—Preguntó.
Yo me puse de pie y lo tomé de la mano, lo arrastré hasta detrás de los baños, donde no había nada más que la pared, un árbol qué se reusaba a secarse y algunos pupitres viejos que, por alguna razón, el camión de la basura no se los había llevado.
Era el escondite perfecto, en especial porque nadie podría vernos, lo había descubierto por casualidad, me pegué a la pared y respiré hondo, mientras que Jack examinaba el lugar rápidamente.
Me miró y acortó la distancia. —¿Qué hacemos aquí?— Preguntó a pesar de que ya lo sabía, no era tonto, pero supongo que solo quería rectificar qué estábamos pensando lo mismo.
Lo sujeté de la corbata y lo jalé para acercar su rostro al mío. —Tengo muchas ganas de besarte—Murmuré mientras sentía mis labios rosando los de él.
—¿Y qué esperas?.
Pegué mis labios a los suyos y me sentí en aquella nube que me llevaba al cielo y me hacía sentir emocionada.
Me sujetó de la cintura y yo me sujeté de su cuello, rebozando de alegría, apenas y podía creerlo, todos mis esfuerzos, todo lo que hice, me habían traído aquí, a este perfecto y glorioso momento, ¿Puedo decir que gané?, no, aún no, pensé mientras sentía su cálida lengua bailando junto con la mía, mientras que nuestros corazones latían el uno por el otro, esto, esto era solo una pequeña probada de la verdadera victoria.
Estuvimos ahí hasta que el timbre de la primera clase nos alertó de que era hora de separarnos.
Nos despedimos y nos miramos con complicidad, tengo que decir que durante las clases en todo lo que pude pensar fue en él, y en su modo de besar, en lo que sentí y en lo feliz que eso me ponía.
Esto tenía que ser amor de verdad, y fue aún mejor, porque Blanca no fue a la escuela.
Me topé a Jack dos veces por el pasillo, y nuestras miradas lo decían todo, cualquiera que fuera inteligente y atento, se daría cuenta de que, estábamos en el camino hacia el amor.
Y a la hora de la salida, me sentí aún mucho mejor, Jack me mandó un mensaje diciendo que me esperaba en el estacionamiento.
Cuando lo miré sentado en aquella banca, no sabía si acercarme o actuar como si no nos hubiéramos comido los labios esta mañana.
Y no tuve que buscar una respuesta, apenas Jack me vio, se puso de pie y tomó mi mochila.
—Vamos, se nos hace tarde— dijo y me tomó del la mano, delante de todos, sin importarle nada, cargando mis útiles y sujetándome de ese modo, dejó más que claro, que ya había algo entre nosotros.
Caminé a su lado, hasta su auto, metió mi mochila en el asiento trasero y me abrió la puerta, subí sumamente emocionada.
Lo miré subir y sonreí. —¿Qué fue eso?—Pregunté.
—¿Qué cosa?.
—Tomarme de la mano delante de todos.
Él sonrió y puso el auto en marcha. —Mejor que todos lo sepan ya, que tú y yo estamos saliendo.
—¿Lo hacemos?.
—¿No quieres?.
—No soy una chica fácil.
Él alzó una ceja y asintió. —Menos mal que ya está decidido que vamos a casarnos.
Yo sonreí.
—Qué nuestra boda sea a los veintiséis, después de graduarnos de la universidad, y tengamos nuestro primer hijo a los veintinueve o treinta, después de haber disfrutado de nuestro matrimonio, ¿Tendremos un perro o un gato?.
—Un perro está bien.
—Entonces tendremos una mascota y algunos hijos, viviremos bien, seré buena esposa.
—¿En serio?.
—Lo intentaré.
—Por ahora solo enfoquémonos en que pases algebra o tu padre no va a confiar en mi nunca mas.
Al llegar a la casa de Jack, me sentí en un sueño, su casa era muy bonita, demasiado limpia y algo solitaria.
—¿Y tu mamá?.
—Esta en el hospital con mi hermana.
—¿Puedo saber que tiene?—Pregunté mientras lo seguía por unas escaleras.
—Es su corazón, la operaron hace poco, pero aquí tiene un medicamento experimental para ayudar a su condición, está mejorando, así que vendrá a casa.
—¿Es grave?.
—Lo es, pero mi hermana es fuerte.
Yo asentí, llegamos a su habitación, era más grande que la mía, muy limpia y cómoda.
—Eres muy ordenado— dije algo sorprendida.
—La señora de la limpieza se encarga de mantener todo así, ahora que mi hermana viene, todo debe estar limpio y esterilizado.
—Entiendo, igual, se ve que eres muy limpio. —Miré una sonrisa discreta en su rostro. — ¿Tus padres tienen mucho dinero?.
—Si, mi papá es dueño de un estudio de arquitectura, le dan proyectos grandes, y gana millones, mientras que mi madre proviene de una familia adinerada, y es dueña de una cadena de hoteles, así que…bueno.
—¡Vaya!.
—Pero no hablemos mas de eso, ven, ponte cómoda.
Me senté en la cama y él se sentó en una silla de escritorio, creí que ahora que estábamos solos, íbamos a besarnos, hablar y reír, pero Jack era demasiado correcto, se dedicó a enseñarme, a pesar de que yo trataba de provocarle, él se mantenía concentrado, así que desistí de que algo pasara, estudiamos hasta que dieron las cinco, Jack me llevó a casa como prometió y fue muy caballeroso y respetuoso.
Y así, empezó nuestro hermoso romance.
Seguí esperando a Jack todas las mañanas, solo que esta vez él me sonreía al verme, y me saludaba, seguía persiguiéndolo y dándole sus bebidas favoritas, y esta vez, él las recibía, y como agradecimiento empezó a llevarme a mi salón de clases mi jugo favorito.
Sofía apenas y podía creer que resultó bien ser una acosadora loca, no creo que acosar a alguien funcione así, más bien creo que, el interés fue mutuo desde el primer día, solo que Jack desconfío de mí.
Me esperaba a la hora de la salida para ir a su casa, estudiábamos, comíamos algo. Resultaba que Jack sabía hacer prácticamente de todo, vivía solo, así que tenía que arreglárselas él mismo, tenían personal de limpieza, pero de cocina no, así que el cocinaba.
Era fabuloso verlo cocinar.
Necesitaba aprender rápido. Después de comer él me llevaba a casa, y ocasionalmente nos besábamos, él decía que antes de cualquier cosa, quería pedirle permiso a mis padres para poder salir oficialmente, pero que primero necesitaba pasar mi examen.
Eso solo me dejaba ver lo confiable que era, creo que mi amor por él solo aumentaba con cada día que lo conocía mucho más.
Así que no veía la hora para poder pasar ese examen y por fin ser su novia.
……….
Extra:
Jack;
—Basta Blanca, estas volviendo esto demasiado incómodo.
—No puedes dejarme solo así, y menos por ella, mis amigas se burlan de mí, y esa zorra, hoy se atrevió a golpearme con el balón.
—Pues entonces deja de meterte con ella.
—No vas a dejarme Jack.
Cuando Iris me acosaba se sentía… extrañamente bien, y ahora con Blanca, solo me sentía fastidiado, realmente fastidiado.
—No tengo que poner una orden de restricción, ¿O sí?, sería absurdo, estoy siendo amable, pero incluso mi amabilidad tiene un límite, deja en paz a Iris y déjame en paz a mí.