Emily Rosé. Abro mis ojos lentamente y observo confundida el techo blanco y la luz brillante que tengo justo frente a la cama donde estoy acostada. Con cuidado volteo a mi izquierda para así poder entender donde me encuentro cuando un dolor agudo me ataca en la columna, pero no me detiene, luego volteo a mi derecha y al frente observando detenidamente el lugar. > me pregunto a mí misma mientras intento levantar mi brazo y hacer memoria, pero el equipo de venoclisis me lo impide. Jarrones enormes con rosas y girasoles en las mesitas esquineras, medicamentos en la bandeja, el aparato monitor a mi costado con su leve pitido es lo que hay a la vista en esta enorme habitación y después…mucho silencio. Muevo mi mano libre poco a poco hasta tocar mi rostro, tengo la piel muy sensible y mi