Me ayuda a montar y él monta a Ghost. Llegamos al río, Liam se baja de un salto de su caballo y se acerca a mi desesperado, me toma de la cintura y me baja. —No me ignores Liv, no puedo soportarlo, han sido unos días horribles. Se quita la camisa y la pone en el suelo, trato de pensar con claridad pero no puedo. —Sabes lo desesperado que estaba por verte. Empieza a besar mi cuello y yo de inmediato paso mis manos por su espalda, sus músculos se contraen por mis caricias, me quita la ropa y me acomoda con cuidado sobre su camisa. —No me puedes decir que no me extrañabas tanto como yo a ti, tú cuerpo responde a mis caricias de una manera especial. —Liam esto no debe estar pasando. Mientras se mueve lentamente yo lo beso desesperada, siento como el calor de mi cuerpo aumenta con cada