Se acerca y me da un beso. —Vámonos que me muero de hambre y tú solo te aprovechas de mi. —Si, puedo notar en tu cara todo el sufrimiento que acabas de pasar. Suelta una carcajada. —Así pasábamos los días ¿te acuerdas?—dice Liam melancólico. —Si como olvidarlo, tú siempre haciéndome reír con tus tonterías. Salimos del hotel y llegamos a un pequeño restaurante, ahí está Logan con su amiguito. —Madrina que bueno que bajaste a comer, mira él es mi amigo David. —Hola David. El niño me sonríe. —Hola ¿tú eres la madrina de Logan? —Si, David soy yo. —Eres muy bonita—dice sonriéndome. —Gracias. —Parece que la que anda de coqueta rompiendo corazones es otra—dice Liam sonriendo. —Ni porque acabamos de hacer el amor me respetas. Le doy un golpe en el brazo y sonríe. —No te pongas roj