Narra Sky Todo a mí alrededor era movimiento y adrenalina. Se podía oler el alcohol, las drogas y muchas cosas más que no se pueden definir como algo sano. — ¿Qué te parece? — Preguntó Nathan cuando bajó del auto. — No sabía que hicieran esto en Seattle. — Respondo y empiezo a caminar entre la gente. — Pues ya ves que sí. Te vez muy familiarizada con el ambiente. — Indagó él de forma indirecta. — Te sorprenderías si te cuento. — Respondí simple y nos quedamos cerca de un auto rojo muy llamativo. Una chica rubia y de más o menos mi estatura se acercó a nosotros y saludó a Nathan con mucha familiaridad. No vestía como las putas que se encontraban allí lo que me hizo reconocerla como algo más, su cabello estaba sujeto en una cola de caballo muy bien hecha dejando a la vista sus ojos col