Eric Camino por las frías calles de Tacoma encogiéndome en mí mismo debajo de mi chamarra por el frío que hacía. Los pocos transeúntes que hay me pasan de largo sin darle importancia al hombre que camina sin rumbo alguno y con una expresión triste en el rostro además de mis ojos vacíos y sin brillo. Debería estar en mi auto, pero allí sentía que me asfixiaba y decidí caminar un poco a pesar del frío que hace. Después de varios minutos dando pasos sin rumbo alcancé a ver el bar que frecuentaba y por inercia me dirigí allí. La música clásica me llenó los oídos apenas entré y el olor a madera y alcohol inundó mis fosas nasales, recorrí con la mirada el lugar que a pesar del mal tiempo estaba lleno o al menos casi lleno. Camino hasta la barra donde me sonríe el bartender que siempre está ca