La verdad era que, después de semanas tan agitadas, lo que menos quería Alessandro era tener que esforzarse en ocultar unos sentimientos que claramente estaban ahí a causa de ella y todo lo que le generaba. El hombre pasó demasiado tiempo meditando en lo que era correcto, en si debía dejarla marchar, en si ella estaba más o menos segura estando a su lado, Alessandro se cuestionó demasiado con respecto a su situación con Georgia, pero tal parecía que no había una respuesta correcta a su dilema, cada vez que intentaba alejarse una voz dentro de él lo obligaba a hacer lo contrario. La quería, sin importar que tan peligroso pudiera resultar aquello. Y es que, poniendo la situación en perspectiva, aquella excusa barata de querer proteger a Georgia alejándose de ella, no era más que un pretext

