Al día siguiente: 29 de septiembre Fue mentira todo aquello que me dijeron que podría verla, ayer la han tenido que sedar a causa de lo alterada que estaba, y aún estoy aquí esperando a que pueda verla y hablar acerca de lo que sea que haya pasado —Señor— Escucho de repente la voz de una mujer y al levantar mi mirada, veo a una doctora. —¿Sí?— Pregunto confundido y me pongo de pie —¿Aiyana está bien?— Averiguo ya un poco más preocupado. —Soy la doctora Fernández, la psicóloga que lleva el caso de su…— —Pareja, es mi pareja— Termino la frase. —De su pareja— Pronuncia y sonríe —¿Podemos hablar un momento?— Me pide y asiento. —Si, por supuesto— Respondo firme e inmediatamente ella me pide que la siga y así lo hago hasta que entramos a un consultorio. Ella cierra la puerta detrás de nos

