BASTIAN
Desde que mi abuelo falleció hace ocho meses, he estado esperando la llegada de este festival para finalmente tener la coronación tan esperada por todos mis allegados, pues si bien mi abuelo fue uno de los reyes más grandiosos de la historia de nuestro reino, para nadie es un secreto que desde que asesinaron a su esposa, mi abuela Mary, él no fue el mismo, pero no fue sino hasta después de la guerra en contra del reino de Bloodmoon, en donde él demostró ser tan cruel como el rey derrocado, que las cosas empezaron a empeorar, y el golpe final para acabar con la poca cordura que le quedaba, fue el asesinato de mi padre y su único hijo a manos de los leales al rey derrocado, fue una muerte vil y cruel, pues ellos se infiltraron en el palacio a medianoche y lograron escabullirse hasta la habitación de mis padres en donde asesinaron a mi padre mientras mi madre gritaba de horror.
Ellos sabían que era una misión s*****a, pues no había forma en que pudieran volver a salir de allí con vida, pero aún así lo hicieron, pues su odio por mi familia era más grande aún que su deseo de vivir, y aunque muchos lo vieron como una venganza justificada, ya que los guardas de mi abuelo asesinaron no solo al rey Bloodmoon y a sus dos hijos, sino que también liquidaron a todos los miembros de su familia, a la reina, a la pequeña princesa, a las esposas de los príncipes, e incluso al único nieto que tenía en ese momento, a todos excepto a ella, a la bebé que nació con los últimos alientos de su madre agonizante, y quien sobrevivió gracias a mis suplicas, o eso es lo que me contó mi madre, pues afortunadamente no tengo recuerdos de ese día infame.
Mi madre me contó que mi abuelo me llevó al final de la batalla para que observara el triunfo de sus guerreros y allí fue donde presencié el nacimiento de la única Bloodmoon que aún vive, y que está entre nosotros sólo por el amor que mi abuelo me tenía a mí, su único nieto, y sé que la mantuvo con vida sólo porque me lo había prometido, pues fui testigo a través de los años de lo mucho que le molestaba que se mencionara siquiera su nombre, y el día en que asesinaron a mi padre él dio la orden de buscarla y traerla al palacio para asesinarla frente a los hombres capturados, pero mi madre secretamente arregló para que los guardas no pudieran encontrarla en muchos días, y ya para ese momento mi abuelo se había calmado lo suficiente como para olvidarse de su sentencia de muerte.
Yo sólo recuerdo haberla visto un par de veces antes, una de ellas en el hospital mientras trabajaba en el hospital junto a la mujer que fue encargada para criarla, y aunque ella fingía ser fría y distante con la chica, pude notar en su mirada que sus verdaderos sentimientos hacia ella eran completamente opuestos, la mujer la miraba con atención y le explicaba las cosas con una paciencia maternal, e incluso su rostro se iluminaba con orgullo por unos breves momentos cuando la chica hacía algo bien y después trataba de disimularlo, pero yo lo noté en las pocas veces que pude verlas en el hospital; y luego está ese encuentro en el bosque cuando el rogue estaba a punto de terminar lo que mi abuelo empezó hace veintiún años.
Sé que su cumpleaños se acerca, lo sé porque su cumpleaños coincide con la fecha de la caída de su reino, y sé exactamente su edad porque cada año se celebra con un gran banquete pero no precisamente por su vida, sino por la muerte de su familia y la mayoría de su gente; y mientras la veo de pie junto a los guerreros más fuertes del reino, me pregunto qué pensaría mi abuelo si la viera en este momento, y sé que debe estarse retorciendo de ira en donde sea que él esté ahora, pues aunque casi nunca la volvió a ver después de la conquista, él estaba bastante consciente de su existencia y eso le molestaba en exceso, así que es probable que no la hubiese dejado competir hoy si él estuviera vivo; pero no lo está, por lo que la decisión ahora recae en mí.
Ella está de pie entre los guerreros, quienes se han apartado de ella como si fuera la plaga, y tiene su barbilla en alto mientras soporta las miradas y los comentarios del público, quienes están demasiado azorados por su presencia, pues aunque todos sabían de su existencia en nuestro reino, su nombre se convirtió casi que en un mito, pues aparte de los miembros de su pequeña manada, nadie en el reino había podido verla realmente o si la veían no sabían de quién se trataba, y ahora ella está para frente a todos, dándole un rostro al nombre mítico que ha sido objeto de toda clase de leyendas entre la gente del reino, pues he escuchado a lo largo de los años toda clase de rumores, desde aquellos en que se afirmaba que se la habían llevado los Rogues el día de la muerte de mi padre, hasta esos rumores en donde se decía que la niña había nacido deforme y los más precisos que afirmaban que la chica había nacido sin lobo.
Pero nada de eso es cierto, no sólo está viva y sana, sino que contrario a ser deforme, ella es probablemente la mujer más bella del reino, su altura destaca entre otras guerreras que participan en la competencia, su cuerpo es delgado y fuerte, pero con curvas en los lugares indicados, su cabellos castaño rojizo es largo y ondulado aunque lo tenga recogido en una cola alta, sus ojos color avellana son grandes y almendrados, enmarcados por largas pestañas y cejas pobladas, su nariz parece de duendecillo, pequeña y respingada, y su labio superior es ligeramente más lleno que el inferior, pero eso sólo destaca lo bonito de su boca; y puedo ver en la cara del público, que no soy el único que ha notado esto, pues aparte de las miradas de desagrado provenientes principalmente de las personas mayores, también están las miradas de interés de los hombres jóvenes y algunas miradas de envidia de las mujeres.
Cuando mi mirada se posa nuevamente en ella, me sorprendo al ver que ella me está mirando con una expresión de expectación en su rostro y al escuchar a mi madre aclararse la garganta, sé que están esperando mi decisión sobre si ella puede participar en la competencia o no, así que me giro hacia mi madre y le digo “Tú misma lo dijiste, no hay reglas en la competencia, todos los súbditos del reino pueden participar y si no dejamos que ella compita sería como decirle a todos que ella no es mi súbdita, y eso sería contraproducente,”
“Se van a molestar si ella compite,” mi madre señala, un poco inquieta por la situación.
“También se van a molestar si no la dejamos competir, ellos están esperando que ella haga el ridículo para poderse burlar, y si los rumores son ciertos, ella ni siquiera es capaz de una transformación completa, así que no podrá terminar la competencia, además, si muere durante alguna de las pruebas estoy seguro de que todos estarán más que felices, así que déjala que compita, sería peor no hacerlo, pensarán que le tenemos miedo,” yo le explico a mi madre y ella asiente antes de ponerse de pie y dar la señal para que la competencia empiece, lo que significa que hemos aceptado que ella participe.
Tan pronto como la chica Bloodmoon ve la señal, una sonrisa se expande por su rostro y un par de hoyuelos se forman en sus mejillas, siento mi corazón acelerarse ante la visión, pero descarto mis pensamientos rápidamente, pues la competencia ha empezado y mis ojos siguen cada uno de sus movimientos, una parte de mí esperando que falle estrepitosamente y la otra muriéndose de curiosidad por ver qué tan lejos puede llegar la única persona con sangre real que está participando en la competencia.