CAPÍTULO CINCO

1585 Words
ELINA   Aunque sabía que necesitaba las horas de sueño, no pude dormir más de media hora seguida, pues seguía despertándome cada tanto, atormentada por las horribles pesadillas que se acumulaban y se confundían unas con otras, pero que tenían algo en común: el terror que me provocaban en lo más profundo de mi ser, un terror que he intentado mantener enterrado por toda mi vida con la esperanza de que algún día iba a despertar y ya no iba a quedar rastro de ello; sin embargo, anoche se sintió más real que nunca, casi como si pudiera señalar el sitio exacto en donde el terror se estaba escondiendo, en medio de mi pecho, junto al corazón, o tal vez el estómago.   Me desperté bañada en sudor y aun más cansada que cuando me fui a la cama pasada la media noche después de un último entrenamiento intensivo con alfa Roger, en el cual él intentó en vano adivinar la razón detrás de mi feroz determinación por aprender tanto como pudiera en el menor tiempo posible, no obstante, sólo pudo acercarse lo suficiente a la verdad como para sugerir que mis ganas de superarme cada día se debían al propósito escondido de inscribirme en la prueba para subir de categoría, de ser omega a ser gamma, pero sé, que ni en sus más salvajes sueños él podría imaginarse que mi intención siempre fue la de participar en la competencia principal del festival y quedar entre los primeros diez puestos para lograr entrar al grupo de guerreros élite.   En la mañana, durante el desayuno me costó mucho trabajo lograr pasar la comida ya que mi estómago se sentía como si estuviese enredado en un centenar de nudos, y mi ansiedad era visible para todo el que tuviera un par de ojos funcionales, así que mi familia no tardó en darse cuenta de mi estado y pronto mi madre comenzó con el interrogatorio, en el cual era claro que ellos ya sospechaban que estaba haciendo algo a escondidas de todos, y aunque se abstuvieron de hacerme preguntas cuando llegué con la espalda y el pecho lastimados después del ataque del rogue, esta vez todos intentaron sacarme información, incluyendo Elijah y Marcus, mis hermanos mayores, quienes no suelen inmiscuirse en los asuntos de nadie, lo cual era un claro indicador de que ya mis intentos por guardar mi secreto se estaban yendo al traste, sin embargo, no podía contarles la verdad porque sabía que iban a intentar detenerme, después de todo, la competencia es tan peligrosa que es usual que al menos una persona muera en cada luna de sangre.   El sonido de los cuernos que indicaban el inicio de la jornada en el festival logró darme una oportunidad de huir a las preguntas de mi familia y refugiarme en la ya atiborrada carpa de la enfermería, en donde traté de ocuparme todo el tiempo para evitar las miradas suspicaces de mi madre, aunque ella también estuviera muy ocupada, ya que el día de las competencias era el peor para el personal médico, y desde primera hora el festival había iniciado con las competencias de omegas queriendo subir a la posición de gammas, en donde ninguno logró terminarla, luego vino la competencia de gammas para ascender a la posición de betas, con la sorpresa de que un chico alto y musculoso de la manada zafiro fue el único que logró completar la competencia y por lo tanto ascender, entre los llantos de su madre y los vitores de su manada.   La última competencia antes de la pausa para el almuerzo, era la de betas queriendo ascender a alfas, sin embargo, ninguno de los participantes logró avanzar pues esta es una competencia bastante difícil y llena de obstáculos peligrosos, los cuales causaron heridas de gravedad a dos betas participantes y otro terminó inconsciente por un par de horas; después de esta competencia vi a mi alfa dirigirme una mirada contrariada, como si se estuviese preguntando por qué no participé en la primera competencia, como seguramente él lo había previsto, y supongo que debió haberse convencido de que me arrepentí a último minuto, pues su expresión de decepción camuflada con alivio fue bastante clara.   ------------------   Cuando la hora del almuerzo finalizó y los cuernos empezaron a anunciar el pronto inicio de la competencia principal, mi corazón empezó a latir con fuerza y aprovechando el alboroto causado por las personas corriendo apresuradas hacia los terrenos frente al palacio, en donde daría inicio a la competencia, me escabullí por la parte trasera de la carpa de enfermería y poniéndome una chaqueta de cuero con capucha de lana la cual eché por encima de mi cabeza para tapar parcialmente mi rostro, me dirigí hacia la pequeña mesa de inscripciones en donde estaba sentado un adolescente flacucho con grandes ojos y dientes de conejo, claramente un omega, quien me ofreció su lapicero con una mano temblorosa y después de que puse mi nombre en la hoja, él no tuvo tiempo de mirar mi nombre, pues una chica rubia vino corriendo y se la arrebató de la mano con un movimiento rápido antes de volver al atrio principal en donde se encontraba el nuevo rey junto a su madre, el beta y su guardia real.   Unos minutos más tarde, la madre del rey, la princesa Agatha, se levantó de su asiento con una mirada altiva y una sonrisa forzada, se aclaró la voz y habló fuerte y claro:   “Bienvenidos a la competencia de la Luna de sangre, esta es la competencia principal del festival y es muy importante porque no sólo de aquí saldrán los próximos guerreros que conformarán el grupo élite, sino que el ganador entrará automáticamente a ser parte de la guardia real de mi hijo, el rey Bastian Vark, un honor que sólo los siete mejores guerreros del reino pueden portar. La competencia consistirá de tres estaciones las cuales miden las distintas agilidades que necesitarán quienes deseen ser reconocidos como los mejores.   La primera es la agilidad, deberán sortear una serie de obstáculos que están diseñados especialmente para probar la forma en que reaccionan ante situaciones inesperadas y como actúan acorde a ello en el menor tiempo posible, pues sólo los primeros treinta que pasen esta sección podrán ir a la siguiente, en la cual encontrarán tres acertijos que medirán su inteligencia y su capacidad de resolver situaciones complejas bajo presión, así mismo, el tiempo será clave, pues sólo los primeros veinte podrán pasar a la tercera y última sección, para ello tendrán que transformarse por completo en su lobo y no sólo deberán correr para llegar a la estación final de la competencia en donde se medirá su fuerza, sino que, una vez allí vendrá el combate cuerpo a cuerpo en su forma humana hasta que sólo diez de ustedes queden en pie.   No hay reglas en esta competencia, así como no las hay en la vida real, si se descuidan es probable que su adversario tome ventaja de ello para hacerlos perder a como dé lugar, y aunque preferiríamos que todos ustedes vuelvan con sus manadas en la noche, sepan que una vez inicia la competencia, sus vidas están en juego y podrían no vivir para ver otro amanecer… así que sin más preámbulos, se leerán uno a uno los nombres de las personas inscritas, quienes deberán pasar al frente a medida que vayan siendo nombrados y esperar al sonido del cuerno que da inicio a la competencia.” La princesa Agatha finaliza su discurso y una ola de murmullos excitados se extiende por lo ancho de los terrenos, mientras las personas empiezan a replegarse hacia atrás para dejar lugar a los competidores quienes empiezan a abrirse paso hasta el frente de la multitud mientras esperan a que llamen su nombre para ponerse en posición en la línea de salida.   La lista es larga, al menos unas cincuenta personas de todas las diecisiete manadas del reino, incluyendo algunos alfas, empiezan a alinearse frente a la multitud, quienes están hablando animadamente e incluso vitoreando a sus familiares y amigos, no obstante, el ruido cesa por completo cuando la locutora, la misma chica rubia de antes, lee mi nombre y luego vuelve a mirar la hoja con una expresión de confusión surcando su rostro, la algarabía cesa y es reemplazada por murmullos de confusión, incluso en el atrio principal la sorpresa es generalizada y veo como el rey escanea la multitud hasta que sus ojos se posan en mí y él parece sorprendido.   La chica rubia parece estar completamente contrariada y aunque lee y relee la lista, sus ojos siguen llenos de incredulidad, así que la princesa Agatha se pone de pie y arrebatándole la hoja, así como la rubia le hizo al chico flacucho antes, ella toma el micrófono y dice con la mandíbula apretada mientras sus ojos escanean la multitud al igual que su hijo:   “Elina Bloodmoon,” con voz fuerte y clara.   Así que salgo del anonimato que me proveía la gran multitud, y quitándome la capucha, doy varios pasos hacia adelante hasta alinearme con el resto de competidores, lo primero que veo es la expresión de horror de mis padres y mis hermanos, luego la sonrisa de complicidad de mi alfa, quien me guiña un ojo para infundirme ánimos y yo siento todos los ojos sobre mí, pero pronto las expresiones de asombro se transforman en miradas de disgusto y siento mi corazón martillar en mis oídos, pues así es precisamente como empiezan todas mis pesadillas.
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