Deva Smith.
Miro por la ventana y Dominic me espera abajo con mi hija en brazos, corro al espejo y me veo por última vez, me gusta cómo me veo, hace mucho tiempo no me sentía tan hermosa como hoy.
Salgo de mi habitación y bajo por las escaleras, en el camino me encuentro a Alina.
—¡Señora, Deva! Ese vestido rojo es precioso, me encanta.
Alina es muy joven, me mira como una niña ilusionada.
—¿Qué edad tienes, Alina?
—18, pero llevo algunos años trabajando aquí para pagar la deuda de mi padre. Cuando mi padre murió yo cumplí mi deuda y quedé huérfana, pero el señor Gray me dijo que podía irme o quedarme, creo que en el fondo me considera su pequeña hermana.
—Debo irme, pero prometo que cuando vuelva, podemos ver mi closet y puedes usar este o más vestidos.
—¡De verdad! Me gustarí
