Después de salir del súper Colton y yo nos dirigimos al auto, metimos todas las cosas y emprendimos viaje a comprar el desayuno. Pasamos nada más por un lugar de comida rápida en donde pasabas con tu auto sin tener que salirte de él.
Después de pedir la comida y retirarla nos dirigimos hacia la casa, nos estacionamos, sacamos las cosas y las llevamos hacia la cocina.
—¿Sabes cómo siento? —me preguntó mientras separaba las cosas.
—¿Cómo? —quise saber.
—Como si estuviéramos haciendo nuestras compras para nuestra casa... —escuchar a hablar a Colton así me daba ternura e ilusión. Ilusión de que él ahora veía un futuro conmigo.
—¿Desde cuando eres tan cursi?
—Disfrútalo mientras puedas porque esto no es diario. —bromeó. Pero tenía razón, el humor de Colton era muy cambiante. En eso r
