Capitulo 38

2212 Words

Padre Gael Moya. —Aqui estás —Felipe, mi compañero en el Orfanato, también sacerdote y mejor amigo desde el seminario se sienta a mí lado en la misma roca donde estoy hace más de dos horas. —Estuve buscándote durante toda la mañana. Los niños preguntaron una vez más por ti en el desayuno —cuenta. Un suspiro triste sale de mi pecho sin responder a lo que me dice. —No puedes seguir así, amigo —añade en un tono más resignado ahora. —No te hace bien, ni a los niños verte así. —Lo sé —digo de manera casi inaudible. —Esto no puede durar para siempre —recurre a la perorata de siempre nuevamente como lo hace todos los días intentando sacarme de la profunda depresión en la que estoy sumergido. —Estos pequeños te necesitan. Necesitan al Padre Gael que salió hace cinco años de aquí. —Ese homb

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD