—Tiene una hija muy talentosa —comentó Marcelo. —. Y hermosa —agregó. —Eso sí —Rafael rodeó los hombros de su hija. —. Sino me equivoco es su fiesta ¿no? —señaló hacia Marcelo. —Sí, hemos obtenido uno de los tratos más importantes de éste año para la empresa, nuevos proyectos y entre muchas cosas —habló Marcelo con orgullo. —Eso es grandioso, de hecho tu apellido me es familiar. Mientras Melany se desesperaba, ellos más a fondo entraban en la conversación. —La familia Almeida, producción de azúcar y recientemente de petroleo —dijo Marcelo entrando ambas manos en los bolsillos de su pantalón. El padre de Melany meneó la cabeza asintiendo al reconocer al hombre, y no podía estar más satisfecho de que su hija conociera a tal celebridad, y en su mejor momento. —Papá —Melany llamó