Las manos de Anisa temblaban mientras aferraba su teléfono, con el corazón martilleándole en el pecho tras escuchar las palabras de Betty a través de la línea:
—Logan lo sabe.
El pánico recorrió sus venas como hielo, pero intentó mantener la voz firme al hablar.
—¿Qué le dijiste?
—No le dije nada —respondió Betty, con la voz tensa por la preocupación—. Pero por favor, Anisa, no me pidas que le mienta otra vez, no podré hacerlo, él está decidido, lo veo en sus ojos, nada va a hacerle cambiar de opinión.
Anisa se mordió el labio con fuerza, esto no estaba pasando, no podía estar pasando, solo le había enviado un mensaje de voz a Logan, diciéndole que necesitaban hablar, no había manera de que él supiera lo que iba a decirle, entonces, ¿cómo se había enterado?
—¿Anisa? —La voz de Betty
