El corazón de Millie latía con fuerza en su pecho, y lo único que deseaba en ese momento era que la tierra se abriera y se la tragara por completo. —¿Por qué tienes esos moretones, Millie? —preguntó Luke, con la voz más seria que antes. —¿Moretones? —Millie soltó una risa nerviosa, girando su espalda lejos del espejo para que él no pudiera ver el reflejo—. Debes haberte confundido. ¿Por qué tendría moretones? —No soy estúpido, Millie, sé lo que vi —dijo Luke, dando un paso más hacia ella. Millie sintió que iba a desmayarse cuando él se acercó. —Luke, por favor, vete, no es apropiado que estés aquí mientras estoy apenas vestida, por favor, márchate. Si la situación era o no apropiada era lo último en lo que pensaba Luke mientras acortaba la distancia entre ellos. —Perdóname —se discu