Habían pasado tres años y, sin embargo, cuando Logan la agarró del brazo, Anisa sintió la misma corriente de antes, eso la irritó porque no quería tener nada que ver con él. —No me gusta que me toquen sin mi permiso, así que suéltame, señor Walker, ¿Y cómo me llamaste? —dijo con calma. Logan entrecerró los ojos al mirarla, había sentido cómo se tensaba cuando la llamó Anisa, pero ahora no estaba tan seguro al escuchar la indiferencia en su voz, él deseaba poder ver la expresión en su rostro, pero la maldita máscara que llevaba lo hacía imposible. A regañadientes, soltó su brazo. —No me gusta cómo le hablaste a mi madre. —¿Y cómo le hablé? —preguntó ella. —Fuiste grosera —señaló él. Anisa apretó los dientes, él sabía perfectamente el tipo de mujer que era su madre, y aun así la defen