—¡Logan! —gritó Luisa cuando abrió los ojos y vio la sangre saliendo del hombro de Logan. Luisa se levantó de un salto y corrió hacia él—. ¿Estás bien? —Sí… estoy bien —murmuró él, restándole importancia a la herida—. Pero necesitas ponerte a cubierto detrás del coche, ahora. Antes de que Luisa pudiera responder, el hombre que había disparado volvió a apuntarla con el arma, pero antes de que pudiera jalar del gatillo, Alden apareció de repente y se abalanzó sobre él, derribándolo al suelo con toda su fuerza. Alden le sujetó la muñeca, forcejeando con él mientras luchaban por el arma, finalmente, Alden logró arrebatársela y la arrojó lejos. —¡¿Cómo te atreves?! ¡¿Cómo te atreves a intentar dispararle?! —rugió, descargando un puñetazo brutal en el rostro del hombre y luego otro y otro má