Jugando con fuego

2583 Words
Sonrío a mi acompañante y él me devuelve una sonrisa. Ethan está contando alguna anécdota que le ha pasado mientras juega para que no sea incómoda la situación. Heidi ha estado la mayor parte del tiempo callada, y ahora, sigue igual mientras nos tomamos algo en un pub. Estoy sentada en un pequeño sofá al lado de Dave y nuestros amigos están justo al lado. Tengo la mano del quarterback en mi pierna a veces y Heidi nos fulmina con la mirada la mayor parte del tiempo. Estoy pasándomelo bien a pesar de que Heidi me haya amenazado mil veces. Sabe que tiene las de perder, no es bueno jugar conmigo, y ella, lo está haciendo, o bueno, intentándolo. —    Me alegro que habléis sin discutir —les digo a los dos chicos—. Sé lo importante que es el fútbol para vosotros. —    Bueno, ahora mismo no estamos en el terreno de juego —Ethan le da un sorbo a su copa y miro a Dave. —    Exacto —contesta el rubio—. No tenemos por qué matarnos fuera del terreno de juego, no hay nada con lo que competir fuera. —    Ah, ¿no? —Heidi tiene toda nuestra atención y la miro con una sonrisa en mi rostro, esperando que diga algo, pero no lo dice. —    ¿A qué te refieres? —Le pregunta su novio. —    A nada. Voy al baño, ¿me acompañas Paris? —Se levanta y me mira. —    No, gracias, estoy bien aquí. Su mirada de “ven al baño antes de que me arranque los pelos” hace que levantarme y seguirla por el pub hasta llegar al servicio. Va tan enfadada que me da un poco de miedo entrar con ella, pero lo hago. —    Tenemos que irnos —dice mirándose al espejo. —    ¿Tenemos? Veo a Dave, a gusto, no creo que quiera irse —saco el pintalabios de mi bolso y la echo a un lado para pintarme los labios. —    Dave es mío. —    Mientras Ethan esté delante, no, así que, deja de comportarte de manera infantil, tú infidelidad nos ha metido en este lío a los dos. Yo estaba muy tranquila perdiendo mi tiempo viendo Netflix. Heidi suspira pesadamente y mueve sus manos intentando relajarse. Guardo la barra de labios y la observo. Es una persona que necesita tenerlo todo bajo control, y ahora, no lo tiene. No era mi amiga, o por lo menos no desde que me chantajeó. Ahora solo es mi compañera de habitación, y supongo que para ella soy lo mismo. ¿Alguna vez me vio como una amiga? No lo sé, y tampoco voy a preguntárselo. —    Deberías pensar mejor lo que dices —digo poniendo mi mano en el pomo de la puerta—. Chantajearme en tu posición fue lo peor que pudiste hacer. —    ¡Ibas a dejarme tirada! ¿Y si Ethan nos pillaba? ¿Qué excusa le pondría? —    Es tu problema, no el mío —abro la puerta. —    Pensé que éramos amigas, las amigas se ayudan. —    Ya… —hago una mueca—, yo también pensé lo mismo. Vuelvo al asiento y Dave me mira de manera interrogante. Sabe que hemos estado hablando en el baño y está deseando saber el qué. Heidi no disimula su cara y Ethan la mira extrañado. —    ¿Todo bien? —Pregunta pasando una mano por la pierna de ella. —    Me gustaría irme, no me encuentro bien —dice. —    Claro, vámonos entonces —se levanta y pongo mi mano alrededor de la muñeca de Dave para que se quede dónde está. —    Nosotros nos quedamos un rato más —les sonrío—. Ni siquiera me he terminado la bebida. —    Claro —dice Ethan mirando nuestros vasos—. Ya nos veremos, chicos. —    Adiós —se despide Dave sin moverse del asiento. Heidi nos echa una última mirada fugaz y sigue a su novio hasta la salida. Me relajo en el asiento y miro al amante sexy que tengo al lado. Él carraspea y se cruza de brazos. —    ¿No se trata de fingir? —Le pregunto. —    ¿Qué ha pasado con Heidi? No se veía muy contenta. —    Cosas de chicas —me encojo de hombros—. Necesita tenerlo todo controlado y ahora no lo tiene. —    No sé si te entiendo —pasa una mano por su barbilla y sonrío. Me pongo en el borde del asiento y cojo la bebida de la mesa, me bebo lo que queda de un trago y dejo el vaso de nuevo en la mesa. —    ¿Conoces el dicho: Si juegas con fuego, puedes quemarte? —    Sí. —    Pues eso le va a pasar a Heidi como siga así. No va a quemarse, va a arder en el infierno —me levanto y cojo mi bolso—. Y yo, voy a ver como se quema. Podemos irnos. Empiezo a caminar y me giro para ver que Dave me sigue. Salgo del pub y espero a mi acompañante para dirigirnos hacia el coche. Es una noche cerrada. No hay luna ni estrellas y hace viento, por lo que meto las manos en los bolsillos de mi chaqueta y camino rápido hacia donde se encuentra el coche. Ninguno dice ni una palabra. El destino es mi apartamento y no hace falta que se lo diga. —    Ethan no se merece esto —digo. —    Mucha gente no se merece muchas cosas, Paris, pero así es la vida. —    Pensé que dejarías esto, fingir una relación conmigo por mantenerte cerca de Heidi. —    No, es más, en cierto punto, también me divierte. Me gusta enfadarla. —    Bueno, enfadar a Heidi no es que sea muy divertido, a veces da un poco de miedo. ¿Cómo os conocisteis? —    ¿No te lo ha contado? —    No. Dave sonríe de lado y frena en el semáforo en rojo. Puedo ver su rostro iluminado por las farolas y sus ojos se encuentran con los míos mientras una mano está en el volante y otra en la palanca de cambios. —    Una noche en una fiesta en la playa. —    Aquí no hay playa. —    Sí que hay playa. —    Es un lago, venga, sé serio —me giro un poco en mi asiento para mirarlo y él suspira. —    La conocí en una fiesta este verano. Tenemos un amigo en común y… no lo sé, me llamó la atención. —    ¿Sabías quién era? —    Si te digo que no, te mentiría —arranca y lo veo sonreír un poco—. Empezamos a hablar y terminamos besándonos. La verdad es que pensé que lo había dejado con su novio, pero no fue así y la verdad es que me dio igual que estuviera con él porque solo fue una noche. —    No fue así, ¿por qué? —    Supongo que nos complementamos bien en la cama —se encoge de hombros y para frente a los edificios de apartamentos. —    De acuerdo, gracias por traerme, Dave. —    No tienes que darlas. Miro por la ventana cuando voy a abrir la puerta y veo una cabellera rubia acercándose con velocidad. —    Uh… suerte, amigo, no se la ve feliz —bajo del coche y paso por al lado de Heidi sin dirigirle la palabra.     **   Siento un golpe en mi brazo y parpadeo un par de veces para después mirar mal a Eric, que está a mi lado mirándome con desaprobación. Gruño en voz baja y miro hacia delante. Detrás de los cristales de mis gafas, se encuentra ese profesor que pensé que era un bombón. La verdad es que sus clases solían ser entretenidas, pero yo me había llevado toda la madrugada viendo Netflix y ahora me arrepentía. Tommy Shelby se lleva mis horas de sueño y por su culpa tenía que dormir después de clases. —    ¿Señorita Duch? Miro al profesor con mis cejas alzadas y él me imita. ¿Qué quiere? Miro a Eric y este niega con la cabeza. —    Veo que ni siquiera se ha enterado de mi pregunta. —    Lo siento. —    ¿Puede quedarse después de clase? Como poder, puedo. ¿Querer? Eso ya es otra cosa. Intento prestar atención y comportarme como una buena alumna en lo que queda de clase para que la charla que va a darme sobre quedarme dormida en sus clases no sea muy larga. Recojo mis cosas y miro suplicante a Eric para que se invente algo y me salve de hablar con el Señor Williams. —    Te estaba viendo quedarte dormida. —    Es que la serie estaba muy interesante. —    Dile eso, seguro que te comprende —pasa una mano por su pelo y se cuelga la mochila—. Te espero fuera, aunque yo daría lo que fuera para quedarme un par de minutos con él —me guiña el ojo y empieza a alejarse de mí. Muevo mi cabeza de un lado a otro y me cuelgo el bolso para bajar las escaleras y ponerme frente a su mesa. Su cabellera morena va perfectamente peinada hacia atrás y su ropa es arreglada pero informal. Siempre le da ese toque para no parecer un profesor estirado y que los alumnos le tengan confianza. —    ¿Quería hablar conmigo? —Pregunto, ya que ni siquiera me ha mirado. —    Sí, un momento, señorita Duch. Espero pacientemente y me coloco bien las gafas mientras él termina de anotar algo en su agenda. Sus ojos oscuros se fijan en los míos y sonríe. —    He visto que se ha quedado un poco… dormida en mi clase. —    Sí, lo siento. —    No lo sientas, no siempre tenemos una buena noche. Pero ya que se ha quedado dormida, podría hacer un trabajo sobre lo que hemos dado hoy y exponerlo a sus compañeros. Te odio, Tommy Shelby. —    Claro. ¿Cuándo tengo que presentarlo? —    ¿Qué le parece en la siguiente clase? —    Eso es dentro de dos días. —    Exacto, intenta que la clase no se duerma con la exposición, hazla amena. —    Lo intentaré. Me giro y suspiro para salir de la clase donde Eric está esperándome metiéndose un chicle en su boca. Me ofrece uno y lo meto en mi boca. —    ¿Qué te ha dicho? —    Tengo que hacer un trabajo sobre lo que ha dado hoy para su próxima clase y tengo que intentar que la gente no se quede dormida mientras lo expongo. —    Siempre puedes ir en minifalda y escote, tendrás a los chicos más que despiertos. —    ¿Y qué hago con las chicas? —    Maquíllate mal, estarán criticándote durante la hora. —    Y durante todo el día —me río—. Pensaré en algo, ¿quieres que vayamos por un café? Podríamos sentarnos en el merendero. —    ¿Y saltarnos la siguiente clase de la Señora Lee? —Alza una de sus cejas— Me gusta el plan, vayamos a por ese café —pone su mano rodeando mi brazo y tira de mi para que camine más rápido. Salimos de los pasillos llenos de estudiantes y hago una mueca al no ver el sol. Las nubes grises cubren el cielo azul y Eric sigue tirando de mí y abro los ojos con asombro cuando veo a Dave apoyado en su coche. Mi amigo no lo ha visto, y sigue hablando de cómo puedo quedarme dormida con el profesor guapo. ¿Qué hace aquí? ¡Está metido en la boca del lobo! La mayoría de los chicos que pasan por delante lo miran extrañado porque saben quién es, las chicas lo miran con deseo porque el chico es tremendamente sexy. El rubio tiene los brazos cruzados y el ceño un poco fruncido, está escaneando el lugar, de izquierda a derecha, muy lentamente, hasta que me ve y la comisura de sus labios se estiran en una sonrisa. —    Dave está aquí —digo. Eric para en seco y dejamos de caminar. Hace un escaneo rápido al lugar hasta que lo ve avanzando hacia nosotros. —    Me va a dar un infarto —dice el moreno—. ¿Qué hace aquí? Y lo más importante, ¿por qué viene hacia nosotros? ¿Ethan está por aquí? —Lo veo mirar a nuestro alrededor pero no puedo concentrarme en nada porque no quiero que se acerque, no aquí. Su gran cuerpo se acerca a mí y su brazo rodea mi cintura para pegarme a su fuerte torso. Mi corazón bombea con fuerza y mis neuronas —las que me quedaban— estaban desmayándose. —    Whoa, whoa —río—. ¿Qué coño estás haciendo? —    Visitar a mi novia, ¿no puedo hacerlo? —Sonríe y alzo una ceja. —    No deberías cuando Connor Duch está mirando, chico —dice Eric—. Y viene hacia aquí. Empujo a Dave para que se separe de mí y busco con la mirada a Connor hasta que lo encuentro caminando hacia nosotros a paso rápido. Miro al chico rubio y está tranquilo, con las manos metidas en sus bolsillos. La chica pelirroja, Lucy, se pone en su camino y mi hermano casi la arrolla. —    Vámonos antes de que venga —cojo el brazo de Dave y tiro de él para que camine— ¡Vamos Eric! Dave nos llevará a la cafetería. —    ¿Y debería porque…? —    Porque eres mi novio, mueve el culo Evans. ¡Vamos, Eric! No tardamos en estar dentro del coche y Dave arranca. Miro hacia atrás para ver a Connor y a Lucy mirándonos. —    ¡Por poco! —Me río. —    ¿Dónde se supone que voy? —Pregunta. —    Al Starbucks más cercano. —    No sabía que llevas gafas. —    Sí, ¿Estoy guapa? Dave no dice nada, solo sonríe. ¡Solo sonríe! Frunzo el ceño levemente y Eric suelta una carcajada desde la parte de atrás. —    Oh, Dave, este es Eric, mi mejor amigo, mi media mitad. —    Encantado Eric, mejor amigo de Paris, su media mitad. —    Igualmente, falso novio de Paris. —    Y ahora, la pregunta más importante: ¡¿Qué demonios haces aquí?! —    Desafiar a Heidi, aunque no me ha visto, pero seguro que se entera. —    ¿Desafiarla? —Pregunta Eric por mí. —    Sí —Dave mira por el espejo retrovisor a mi amigo. Alzo una de mis cejas y miro hacia atrás para encontrarme con la mirada de Eric. Quiero decirle a Dave que desafiar a Heidi no es la solución, pero me quedo callada y dejo que conduzca hasta el Starbucks más cercano. Cuando para, me bajo del coche y me agacho para que pueda verme. —    Gracias, por acercarnos.  Piensa bien qué estás haciendo, Dave, esto no es muy maduro. —    ¿Y por qué lo haces entonces? No le contesto y cierro la puerta para unirme a Eric en su camino a la cafetería. Sé que puedo dejar todo esto cuando quiera, y quizás si lo dejo, ni siquiera Heidi diría nada porque yo también podría hablar. —    Te encanta el salseo —dice Eric poniéndose frente al mostrador—. Dos frappuccinos de Moca, tamaño venti —le pide a la chica—. Nombres Paris y Eric. —    ¿El salseo? —Río— Puede que sí. —    Y te gusta Dave. —    Es sexy, ¿a quién no le gusta Dave? —    Tienes razón —Eric saca su cartera y paga esta vez—. Aunque te digo que puedes dejar esto cuando quieras y una parte de mí cree que debes dejarlo —coge el ticket y se dirige a la derecha para esperar nuestras bebidas. —    ¿Y la otra parte te dice que no? —Pregunto colgándome mejor el bolso. —    La otra parte me dice que disfrutes del momento de tener encuentros con Dave Evans y puedes hacerte su amiga. Ir a los entrenamientos y contarle a los chicos del equipo cómo entrenan creo que es una buena idea. —    ¿Hacer de espías? —    Exacto —me da mi frappuccino y el coge el suyo—. No lo sé, creo que debes molestar a Heidi un poco más por ser una perra. —    ¿Y no sería más lógico decirle a Ethan que Heidi lo engaña? —    ¿Al chico que está ciegamente enamorado de su novia? No —se sienta en un sillón y deja su mochila en otro—. No es buena idea que te metas en una relación. Me acomodo en el asiento y pongo la pajita en mis labios. Estaba decidida a jugar un poco con Heidi por chantajearme, solo me había divertido una noche, podría hacerlo más, podría… podría hacer muchas cosas, pero la situación se acabaría descontrolando.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD