MIGUEL
¡Hija de puta!
Pienso al observar a la hermosa e imponente mujer frente a mí, la escaneo con la mirada de pies a cabeza lentamente sintiendo como la saliva se me aliviana. Esta enfundada en un hermoso vestido verde esmeralda en un tono oscuro el cual deja al descubierto sus hombros, la parte delantera de la falda es corta y la trasera larga hasta el suelo dejando ver sus hermosas y tonificadas piernas. El color hace resaltar el hermoso color de su cabello que luce brillante y no hay que tocarlo para saber lo suave que es. Sus ojos me observan con superioridad y arrogancia a lo que rápidamente llevo mi mano a mi arma, pero ella se acerca a mi cuerpo dándome una sonrisa que me hace estremecer.
- ¿vas a matarme, "querido"? – pregunta ella llevando su mano hasta la mía que sujeta el arma – que mal esposo eres querido, - habla acercando su rostro al mío – ni siquiera un besito de bienvenida – dice dejando un casto beso en mis labios.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto sujetando el arma mirándola a los ojos.
- Quería ver a mi esposo – responde ella tomando el trago que bebía hace un instante, la veo beber un poco y cuando estoy por hablar una voz nos interrumpe.
- Cariño... - la voz de Anelka hace que la mirada de Biserka se nuble mientras frunce el ceño, rápidamente y sin que me lo espere mi esposa toma el arma disparándole en la cabeza a la castaña dejándome perplejo viendo como su cuerpo cae a nuestros pies mientras el caos se desencadena.
- No pienso ser la esposa a quien engañan – dice mientras los hombres de seguridad del evento la rodean haciendo que ella levante las manos mientras me observa sonriente – dile a la familia que he vuelto por mi lugar – habla cuando se escucha que algo cae revotando en el suelo, su sonrisa se ensancha al tiempo que todo el lugar se llena de humo – nos vemos pronto, "cariño" – dice antes de que el humo blanco la cubra no sin antes dispararme en un hombro al tiempo que las luces se apagan dejando el lugar a oscuras un instante.
- ¡MARTIN! – grito cuando la luz vuelve dejándome ver como las personas huyen. Llevo mi mano a la herida y al ver la sangre sonrio justo cuando mis hombres llegan – hija de puta – murmuro sintiendo como la herida arde.
Rápidamente me sacan del lugar dejando el cuerpo de Anelka allí, Davor y Martin me suben a una camioneta llevándome a la empresa donde me espera un médico que atiende mi herida. Mientras me sacan la bala viene a mi mente sus ojos dándome cuenta lo jodido que estoy, veo que sacan la bala de mi hombro haciéndome negar con la cabeza mientras bebo un poco de ginebra que Martin me trajo antes.
- Señor – Davor llama mi atención notando que trae un iPad en sus manos – sus hermanos quieren hablar con usted – ruedo los ojos mientras él pone la Tablet frente a mí.
- ¡por qué demonios no te pusiste un puto traje!! – grita mi hermana furiosa observándome a través de la pantalla.
- No creerás que fui desnudo al evento – comento bebiendo un poco de mi trago mientras me suturan la herida – me veía increíble en un traje Givenchy...
- No juegos con eso cuando resultaste herido – habla serio mi hermano mayor.
- Solo fue un rasguño – le restó importancia viéndolos lanzarme una mirada furiosa.
- ¿Qué sucedió? – pregunta Antonio muy serio bebiendo un trago de la copa que tiene junto a él.
- Ella no solo escapo, también sobrevivió y vino hacérmelo saber – respondo viéndolos perplejos.
- Imposible – habla Inna sorprendida.
- En unas horas estaré en Moscú – respondo cortando la llamada para no escucharlos ya que en unas horas me harán saber su molestia por resultar herido cuando tenemos trajes que evitan que cosas como estas sucedan.
Cuando el medico se marcha me doy una ducha rápida poniéndome un traje de kevlar antes de salir de la empresa rumbo al hangar donde el avión ya está listo para mí. Una vez en el aire junto con mis asistentes trato de encontrar la forma en la que Biserka entro al país y más importante aún como obtuvo los medios para aparecer de la forma en la que lo hizo. ""Se alió con uno de los prisioneros y juntos mataron a todos los guardias..." – recuerdo las palabras de Nikolay hace unas horas. ¿Quién es el hombre que la ayudo a salir de allí? ¿Quién es el hombre que se encuentra apoyándola? Inclino la cabeza en mi asiento cuando su imagen de hace unas horas, es la es la mujer de mis fantasías, todo en ella me fascina, desde sus hermosos ojos hasta su aura imponente.
Unas horas después aterrizo en Moscú y en el hangar ya se encuentran mis hermanos esperándome, ruedo los ojos al verlos mientras bajo las escaleras llegando hasta ellos.
- ¿a qué se debe este recibimiento? – pregunto acercándome a mi hermana a quien beso en la frente.
- Estábamos preocupados – habla ella golpeándome el pecho
- Solo me disparo – me encojo de hombros viéndola fruncir el ceño – nada que no le hayas hecho a Gabriel.
- Idiota – vuelve a golpearme mientras sonríe – vamos a casa
Me subo a una camioneta con ella mientras los demás van en otra, el chofer se pone en marcha rápidamente saliendo de allí rápidamente, durante el camino hablamos de trivialidades hasta que llegamos a la mansión que compramos entre todos para cuando estuviéramos en Rusia no molestar a los demonios. Bajamos de la camioneta viendo la imponente estructura frente a mí. El lugar es enorme, lo suficiente para que los cinco tengamos privacidad.
Una vez mis hermanos bajan del auto por lo que los cinco nos adentramos a la mansión, vamos al salón principal donde se encuentran mi cuñado, cuñadas, los demonios, Jing, Baek, Alek y Pavel. Me acerco saludando a cuatro de las mujeres más impresionantes que he visto en mi vida, las cuatro bellas e imponentes, con un aura de peligro que es una especie de advertencia para todo aquel que se acerque a ellas.
Desvió la mirada al enorme cuadro ocupa toda una pared en el que se ve a las cinco mujeres más importantes de nuestras vidas. Katrina, Inna, Seri, Maria Paula y Akemy. Todas vestidas de n***o posando como diosas recordándonos que son los pilares de nuestras vidas.
- Me siento halagado – hablo sentándome en uno de los sofás vacíos observándolos - ¿y bien?
- Se hizo un recuento de los presos – habla Alek extendiéndome un iPad – aparte de Biserka, falta Bogdan Serban – me enseña una fotografía de un hombre de aspecto intimidante, cabello cobrizo y ojos avellanas.
- ¿y es...? – pregunto levantando la mirada.
- Mercenario y traficante de armas rumano, líder de uno de los ejércitos de mercenarios más peligrosos del mundo – habla Pavel a lo que todos asentimos – fue encerrado allí por Nikolay, Alek e Inna debilitando así su ejército haciendo que los Sokolov tuvieran más poder.
- ¿me están diciendo que mi esposa tiene como aliado a un líder mercenario que tiene el poder suficiente para hacernos frente? – pregunto viendo como todos fruncen el ceño.
- Biserka querrá recuperar lo que le quitamos – habla Sebastián observando a Antonio a lo que este habla.
- Esta vez... - su esposa le besa la cabeza –debemos matarla...