HADES - QUINTA PARTE SAGA HERMANOS RIVERA

NOTICIA

MIGUEL



Camino por las calles de la ciudad de Zagrep ya que es algo que me gusta hacer debido a la belleza del lugar y más a primera hora de la mañana. Ha pasado ya un mes desde que estuve en Sicilia por el aniversario de la muerte de mi hermano, con la construcción de la fábrica y las nuevas rutas entre muchas otras cosas he pasado mucho tiempo ocupado por lo que decidí salir a caminar para despejarme un poco ya que por momentos me agobio y hacer esto es lo único que relaja.

Cuando salgo a caminar dejo el celular y lo hago solo ya que por unos instantes quiero olvidarme de quien soy y lo que hago. No sé cuánto tiempo pasa hasta que decido sentarme a tomar café, por lo que voy a mi cafetería preferida antes de ir a la empresa. al llegar me enfrasco de lleno en los asuntos que requieren mi atención hasta que unas horas después aparece una hermosa castaña que al verla me hace sonreír.

- Hola cariño – corro la silla cuando camina hacia mi sentándose en mi regazo.

- No te esperaba tan pronto – digo besándola poniendo una mano en su muslo cuando se cruza de piernas.

Anelka Petrova, una hermosa modelo rusa que conocí hace seis meses en el oasis. Desde el primer instante en el que la vi me fascino, no tanto como cierta pelirroja, pero justo lo que necesitaba en ese entonces y ahora. La observo a los ojos notando lo bella que es, castaña, ojos cafés claros, piel blanca como de porcelana y cuerpo de infarto. Su aura es común y delicada, nada comparada al aura imponente de la pelirroja y las mujeres de mi familia, pero tampoco es que piense casarme con ella solo es una distracción a mi monótona y vacía vida.

- ¿no lo recuerdas? – pregunta mirándome a los ojos a lo que niego con la cabeza – me invitaste a un evento al que debes asistir. – entonces lo recuerdo, le pedí que me acompañara a un evento oficial al que fui invitado – me iré a primera hora. – sin más la tomo de la cintura haciendo que se ponga de rodillas mientras me abro el pantalón y ella me observa lamiéndose los labios.

- Abre la boca – ordeno a lo que ella lo hace mientras meto la mano en su cabello guiando su cabeza mi m*****o introduciéndolo de golpe sintiendo como la punta de este encuentra el fondo de su garganta. Comienzo a follarle la boca viendo sus lindos ojos llenos de lágrimas, pero estas no logran a opacar lo mucho que lo disfruta.

De un rápido movimiento la tomo de los hombros girándola para que se recueste sobre el escritorio, tomo un preservativo que me pongo rápidamente antes de levantar su falda dándome cuenta que no trae ropa interior lo que me facilita más el penetrarla, pero antes de que pueda emitir cualquier sonido le cubro la boca con una de mis manos. no quiero escucharla, nunca me ha gustado ya que este momento rememoro los gemidos de cierta pelirroja, los fueron música para mis oídos y por ello no escucho a las demás después de ella. la imagen de ella en la misma posición viene a mi mente cuando cierro los ojos haciendo que el ritmo de mis embestidas aumente volviéndose bestial, como a ella le gusta e ignorando las quejas de la castaña continuo hasta que siento que se corre, continúo embistiendo hasta que me corro dándome cuenta de lo jodido que estoy.

Salgo de ella lentamente acomodándome la ropa mientras ella hace lo mismo, busco entre mi abrigo mi cartera tomando una de mis tarjetas extendiéndosela.

- Compra lo que necesites – ella me observa molesta, pero luego la toma dándome una fingida sonrisa como siempre que la toma – te espero aquí a las ocho.

Sin mas vuelvo a concentrarme en el trabajo luego de que ella se marcha, hablo con mis hermanos y los demonios sobre nuestros negocios hasta que llega el momento el momento en el que aparece mi asistente llega sosteniendo una bolsa de tela en color n***o con la palabra Givenchy en letras blancas estampadas en ella, noto que también trae una bolsa dorada y otra más pequeña.

- Señor – habla viniendo hacia mí – la señorita Petrova llegara en treinta minutos. – asiento con la cabeza poniéndome de pie dirigiéndome al cuarto escondido que hay en la oficina.

Al entrar mi asistente deja todo sobre la cama antes de salir cerrando la puerta tras él. me desnudo rápidamente caminando al cuarto de baño donde me doy una ducha rápida antes de volver a enfundarme en el traje completamente n***o que mi asistente preparo para mí, saco de la caja dorada zapatos negros de vestir de suela roja, luego de la caja más pequeña tomo unos gemelos y un reloj a juego. una vez listo rocío un poco de perfume antes de salir de nuevo a la oficina a la espera de Anelka.

- Señor – habla Davor Zec, mi asistente – sus hermanos lo necesitan con urgencia. – me extiende un Ipad en el que muestra una video llamada en la que parecen mis hermanos y los demonios.

- ¿Qué pasa? – pregunto al verlos

- Escapo – habla mi hermana – Biserka Horvat, escapo de la prisión donde los demonios la tenían.

- ¿Cómo? – pregunto sintiendo un ligero cosquilleo en la piel.

- Se alió con uno de los prisioneros y juntos mataron a todos los guardias...

- ¿Hace cuánto? – pregunto de nuevo

- Dos o tres días a lo mucho – responde Akemy caminando de un lado a otro – Alek y Pavel ya se encuentran el lugar poniéndose al frente de lo sucedido...

- Mientras que Baek – habla Seri mirándome – junto con Jing se están encargando de rastrearla.

- Es poco probable que este viva – habla Nikolay observándonos

- ¿Dónde estaba? – vuelvo a preguntar

- Es imposible que sobreviva – habla Inna – el pueblo más cercano al foso es Oymyakon, uno de los lugares más inhóspitos de la tierra y el lugar más frio de Rusia y está a treinta kilómetros de distancia.

- El clima y el terreno son crudos, alguien sin los medios suficientes sobrevivirá – habla Akemy a lo que lo demás asentimos notando a Antonio devastado, su esposa solo le masajea los hombros.

- Solo hay que confirmar su muerte y estaremos tranquilos – hablo a lo que ellos asienten – a primera hora viajare a Moscú, en este momento no puedo por que debo asistir a un evento de estado.

- Nos vemos en Moscú – hablan mis hermanos al unísono antes de cortar la llamada.

- Refuerza la seguridad en todo nuestro territorio – ordeno volviéndome a ver la ciudad por la ventana – no creo que esa maldita este muerta – susurro más para mí que para Davor.

Mientras observo las luces de la ciudad pienso en lo estúpido que es el hecho que nos preocupemos porque Biserka en este momento no representa ninguna amenaza. Ha pasado tres años en un foso, el mismo tiempo en que nosotros nos hemos fortalecido, así que podría darnos problemas, mas no representara una amenaza como tal.

- Hola – escucho la voz de Anelka lo que me hace levantar la mirada al vidrio viendo su reflejo en este.

Se ve hermosa, enfundada en un vestido rosa que deja sus hombros al descubierto y tiene una gran apertura en una de sus piernas. El cabello lo trae suelto en delicadas hondas, por lo que me vuelvo a verla dándole una pequeña sonrisa. La castaña viene hasta mi besándome castamente tomándome de la mano saliendo de la oficina.

Durante el trayecto lo hacemos en completo silencio algo que agradezco porque en este momento solo pienso Biserka y todo lo que está sucediendo. Entonces hay algo que llama mi atención "Se alió con uno de los prisioneros y juntos mataron a todos los guardias..." ¿los mataron a todos? si los hombres que cuidan el foso son iguales a los que protegen a los demonios, me imagino que ella no salió del todo ilesa.

- No creo – susurro haciendo que la castaña se vuelva a verme curiosa a lo que yo niego con la cabeza al tiempo que llegamos al lugar del evento.

Bajamos del auto viendo los fotógrafos que enloquecen al ver a Anelka que se encuentra más que feliz de la atención obtenida. Tomados de la mano ingresamos al lugar donde vemos a los altos mandatarios, políticos, embajadores, empresarios entre otras personas importantes. Durante el evento veo que algunos de ellos se acercan a mí con segundas intenciones que hacen que estos eventos sean aburridos para mí.

De un momento a otro me alejo del grupo de hombres yendo por un trago, a la barra pidiéndolo, pero cuando me lo estoy bebiendo siento un escalofrió recorrerme el cuerpo al tiempo que su inconfundible aroma me envuelve.

- Hola esposo...