Capítulo 1 – una promesa de venganza.

1381 Words
Axel, mánager de Valeria llegó a la dirección que indicaba la ubicación del celular de la joven actriz, al ver el par de autos chocados, él abrió los ojos y se llevó una mano al pecho imaginándose lo peor. Valeria, su mejor amiga y además, la actriz de comedias románticas más importante de los últimos tiempos no podía morir siendo tan joven. Alrededor de los autos estrellados había policías realizando una investigación de lo que había sucedido, pero tambien había algunas personas que trataban de adivinar quienes eran las personas que habían chocado. Axel sabía que no podía permitir que la reputación de su cliente se viera afectada, tenía que sacarla de aquel problema sin importar cuanto costara. Arriesgándose a una sanción, Axel se acercó discretamente a uno de los policías para hacerle una generosa oferta. –La chica que está en ese auto, es mi cliente, necesito sacarla de aquí antes de que alguien se de cuenta quien es ella – dijo nervioso. El policía levantó la ceja y miró a Axel de arriba abajo. –¿Por qué debería ayudarte? –Si lo haces, prometo que pagaré una fortuna, no tendrás que preocuparte de nada, créeme, ella tiene el dinero que se necesita. El policía lo meditó solo por algunos segundos, pero al final resultó accediendo, ¡Solo un idiota se negaría a esa oferta! Pensó el hombre, mientras tanto la ambulancia en donde iba Sarah Brooks se dirigía hacia el hospital. –Tendrás que sacarla de aquí en ambulancia, no hay otra forma de que ella salga bien librada de estas – fue lo ultimo que dijo el policía antes de recibir el cheque entregado por Axel. El hombre esperó hasta que los paramédicos subieran a Valeria en la ambulancia, todo el tiempo estuvo tratando de cubrir su rostro y es que la pobre tenía tanta sangre en la cara que era probable que de todas formas, nadie se diera cuenta de quien era ella. –No te preocupes querida, todo va a estar bien – dijo el hombre subiendo en la ambulancia junto a Valeria. Las puertas se cerraron y entonces Axel prometió a los paramédicos otra generosa suma de dinero, enseguida, cogió su celular y llamó a su chofer a quien le pidió que se encargara del resto. Tenían que buscar a un chivo expiatorio que hiciera parecer inocente a Valeria o entonces, la joven actriz iba a estar en muchos problemas. Justo en ese momento, mientras Axel le salvaba el pellejo a Valeria, al otro lado, en el estacionamiento del hospital, estaban aparcando Maximus, Anna y Antonio, quienes entraron corriendo a la sala de hospitalizaciones, en donde estaba Sarah. –Ella se encuentra en condición crítica, en este momento, está en coma inducido, su cuerpo necesita reposo mientras podemos definir cual es la mejor forma de seguir adelante. Maximus apretó los dientes y quiso golpear las paredes blancas frente a él. ¡¿Por qué ella?! El hombre se preguntaba porque de todas las personas tenía que haber terminado en ese accidente la mujer de sus sueños, su prometida. La misma a la que él no solamente amaba si no que tambien, necesitaba. –No te preocupes, Maximus, que todo va a estar bien – dijo Anna, tratando de darle consuelo. La mujer lo calmó durante algunos segundos, sin embargo, se alejó por un rato para llamar a su hija. –Es muy extraño, Valeria no me contesta – su instinto de madre le decía a Anna, que algo no andaba del todo bien. –Debe haberse arrepentido, mujer, ya deberías saber como es Valeria, una muchachita caprichosa a quien no le interesa nadie más que ella misma – se quejó, encubriendo la verdad. –Insistiré un poco más. Antonio no intentó impedírselo, después de todo, tenía que actuar con normalidad, como si nada hubiera sucedido. Justo en ese momento un policía que llegó al hospital a verificar que hubieran llevado a la herida, pidió hablar con los familiares de Sarah Brooks, a quien habían identificado gracias a los documentos en su billetera. –Yo soy su padre – dijo Antonio, acercándose únicamente él porque Maximus había ido por un café. –Señor, queremos informarle que haremos hasta lo imposible por esclarecer que fue lo que sucedió…. –Por favor, quiero que el responsable de este accidente pagué con sangre. Mi hija iba a casarse dentro de tan solo una semana, es una niña muy joven y llena de vida, ¡Esto no puede quedarse así! –Por supuesto que no, señor. De hecho, ya hemos recopilado algunos datos importantes del otro vehículo. Tenemos su matrícula. Axel vio la foto del auto que el policía estaba mostrando y entonces abrió los ojos sorprendidos al darse cuenta de que el auto de la otra persona era el de Valeria. Fue Valeria quien chocó contra su hija. –¿Detuvieron a la otra persona? – preguntó con rabia, recordando la dolorosa patada que Valeria le dio en las pelotas. –La otra persona está siendo trasladada a otro hospital, pero en cuanto esté fuera de peligro, créame que tomaremos todas las medidas necesarias. Antonio asintió y agradeció al policía, quien salió de allí sintiéndose completamente satisfechos, él acababa de ganarse la estima de uno de los empresarios más importantes del país. Antonio por su parte, chasqueó la lengua y entonces volvió a la sala de espera en donde se imaginó todas las formas en que podía cobrar el desprecio de Valeria. No había forma de que nadie supiera que fue él quien la drogó, el acceso de las cámaras de seguridad de su casa solo lo tenía él. Por como él veía las cosas, Valeria solo era otra actriz de Hollywood que había tenido una noche de excesos y que debía pagar las consecuencias. Antonio, por el contrario, era un respetado empresario, pilar de la comunidad, ¡Nadie dudaría de él nunca! A la mañana siguiente, Valeria se despertó en su lujoso departamento, se sentía como lo mil demonios, su cabeza le dolía demasiado y la chica no era capaz de recordar con claridad nada de lo que había sucedido el día anterior. Ella abrió los ojos con dificultad y frunció el ceño al darse cuenta del hombre que estaba a su lado en la cama. –¡¿Axel?! ¿Qué haces aquí? – preguntó zarandeándolo con un poco de dificultad. La mano de la actriz dolía y su brazo tambien estaba lastimado, eso sin mencionar la venda en su pierna derecha y los innumerables rasguños que había por todo su cuerpo. –¿Qué pasa? – balbuceó Axel dormido. –Justamente eso necesito saber, que pasa, Axel, ¿Qué haces durmiendo conmigo? – ella intentó incorporarse, pero el movimiento fue tan doloroso que dejó de intentarlo. –Valeria, linda, ¿Cómo estás? – el hombre abrió los ojos, recordando lo que había pasado. De inmediato, se puso en pie y encendió la televisión, quería asegurarse de que no hubiera ningún rumor respecto al accidente. –Axel, ayúdame… –Si, perdón – él hombre le ayudó a sentarse en la cama – linda, ¿Acaso no recuerdas lo que pasó anoche? Tuviste un accidente. –No puede ser… – Valeria sintió ganas de vomitar. –Si, yo te recogí en medio de una carretera a la nada. Estoy verificando que no se haya filtrado absolutamente nada a la prensa. Créeme, lo que menos necesitamos es que alguien publique una foto tuya de anoche. Poco a poco los recuerdos de Valeria llegaron de golpe a su cabeza, atormentándola, recordaba haber salido de la mansión de su padrastro, haberse sentido mal y por último, haber chocado contra aquel auto. –¿Qué hice? – dijo, tocando su cabeza con remordimiento. De repente, Axel pausó uno de los canales de noticias de farándula y entonces subió un poco el volumen. Antonio estaba dando declaraciones a la prensa de lo que había sucedido. –Anoche, mi hija fue victima de una persona infame que huyó del accidente, quiero que esa persona sepa que debe cuidarse la espalda, porque haré que pague hasta las ultimas consecuencias por la muerte de mi hija Sarah. Axel miró a Valeria y entonces ella lo entendió todo. Valeria mató a su hermanastra en aquel accidente.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD