Capítulo 46 Alexandro El aroma del café todavía flota en el aire cuando vibra mi celular sobre la mesa. Todos seguimos riendo, la bebé balbucea en brazos de Ayliz, y por un momento todo parece perfecto. Hasta que veo el nombre en la pantalla: Santiago. Contesto, llevándome el teléfono al oído mientras me alejo un poco del comedor. —¿Sí? —Alex —la voz de Santiago suena tensa, cortante—. Lo siento, hermano. Acaban de dictar la orden. Se llevan a Omar… a prisión. Me quedo helado. —¿Qué? ¿Cuándo? ¿Por qué tan rápido? —Ahora mismo. No pude frenarlo. Lo están trasladando. La sangre se me enfría. Aprieto los puños, tratando de no perder el control. Una rabia fría me recorre el cuerpo. —Voy para allá. —No vas a poder entrar, hermano. Apenas están procesándolo. —No me importa. Tengo qu