Capítulo 39 Alexandro Vemos a mi hermana bajar las escaleras con sus ojos hinchados, y con pocas ojeras. —Hermana ven —le pido. Se acerca a nosotros, cuando se sienta a mi lado la abrazo y beso su cabello. —Perdóname por cómo te hablé anoche, estaba muy nervioso con lo que pasó con Sofí. —Sabemos que alguien te culpó, estamos seguros de que fue Elena —le dice Ayliz. Mariana frunce el ceño con una mezcla de confusión e incredulidad, como si la información apenas comenzara a asimilarse en su mente afectada por el dolor. —¿Pero por qué? —No sabemos hija. Lo que sabemos es que traicionó y robó a esta familia —dice mi madre, su voz áspera, teñida de una clara molestia y desilusión. Hay un suspiro pesado en sus palabras, como si el golpe de la realidad fuera más pesado de lo que espera