Los resultados del torneo fueron publicados, Matilda quedó en quinto lugar. Fue bastante bueno que estuviera entre los diez primeros y tenía que darles las gracias a los participantes con un pobre desempeño, de otra forma, ni siquiera habría calificado para la ronda final. – Matilda, lo hiciste increíble – le dijo su hermana. – Erika, déjala – le dijo su tío y la miró con decepción – lo que sea que esté en tu cabeza estos días, sácalo o no podrás volver a competir. Para entender lo que pasaba por la mente de Matilda, era necesario regresar al castillo y comprender que el príncipe Vladimir acababa de casarse con una joven de nombre Beatriz que manejaba la espada y era muy hábil. Su matrimonio recibió la bendición de los espíritus porque, en cuanto él dijo que se casaría, el rey cayó en